La empresa MCC Minera Sierra Grande echó ayer a 102 trabajadores y las desvinculaciones podrán ampliarse en las próximas horas, teniendo en cuenta el plan de ajuste mencionado por la firma semanas atrás. Por el preventivo de crisis, cobrarán la mitad de la indemnización.
Los despidos tomaron por sorpresa a los obreros y al gobernador Weretilneck, quien en forma inmediata dio órdenes para que se no se transfieran los subsidios que habían sido acordados pocas semanas atrás.
Según había anunciado la empresa el mes pasado, en virtud de la crisis financiera por la que atraviesa y por la caída del precio del hierro en el mercado internacional, estaba establecido un ajuste sobre su planta de personal de 423 personas.
En la localidad se esperaba que la medida sea revisada, porque una comisión especial que integraron funcionarios y la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) se encargó del tema, y el gobierno provincial había ofrecido cubrir costos de funcionamiento de la minera por un año, por un monto cercano a los 40 millones de pesos, a cambio de no despedir personal. El aporte de Ejecutivo no era en efectivo, sino que se traducía en la suspensión del cobro de tasas, impuestos y servicios.
Pero pese a la propuesta estatal, los despidos empezaron ayer, concentrándose en los sectores de Mina y Concentración. Los trabajadores se fueron enterando a medida que ingresaron en el turno de la mañana y se creía que habría más telegramas en el turno noche.
Con una población cercana a los 12.000 habitantes, la minera es la empresa que más personal tiene en Sierra Grande: representa aproximadamente el 10% del total de los trabajadores del sector público y privado de la ciudad.
La minera había comunicado el mes pasado que debía despedir al menos a 200 operarios y dejaría a la empresa con sólo 250 trabajadores activos. Esa sería la escala necesaria para poder equilibrar sus cuentas. En la misma semana recibió de parte de la provincia el paquete de medidas tendientes a solucionar su situación financiera, pero nunca dio una respuesta, al menos pública.
Al cierre de esta edición el intendente Nelson Iribarren, el presidente del Concejo, Guillermo Di Napoli, y el presidente de la bancada opositora de concejales, Marcos Boiochi solicitaron reunirse con las autoridades de la MCC, el gerente general de MCC, Chen Qifang, y el abogado de la firma Jorge Roa, para transmitirles su preocupación y pedir que revean la medida.
También ayer por la tarde el titular de la Secretaría de Trabajo local, Alfredo Quevedo, se reunió con las autoridades de la empresa, que le confirmaron los despidos bajo el preventivo de crisis que presentó en noviembre la minera en el Ministerio de Trabajo de la Nación
Ese preventivo suma otro condimento, porque los despedidos cobrarán el 50% de la indemnización. Quevedo anticipó a "Río Negro" que Trabajo de la provincia citará a las autoridades de la empresa.
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El intendente de Sierra Grande, Nelson Iribarren, dijo que sorprendió la decisión de la minera MCC de despedir trabajadores, 101 en principio, pero podrían llegar a 200, “ya que nos enteramos por la gente”. Informó que no notificaron de la medida ni al municipio ni al gobernador Alberto Weretilneck, a pesar que la provincia instrumentó una serie de aportes que suman unos 40 M a favor de la empresa. Hoy el mandatario señaló que esos subsidios quedan paralizados por las desvinculaciones. Afirmó a la agencia APP que “nos pareció una falta de respeto” la actitud de la firma de capitales chinos.
Iribarren recordó que “venimos trabajando todas las semanas con ellos, buscando alternativas, para buscar una solución definitiva a su situación”, por eso molestó la decisión unilateral.
Señaló que personalmente seguirá gestionando ante la empresa, la provincia y la Nación alguna salida que permita revisar esa medida de los despidos y que sea viable el proyecto minero, cuya crisis tiene que ver con situaciones del mercado internacional fundamentalmente.
Informó además que buscarán algunas audiencias el diputado nacional Sergio Wisky y la senadora Magdalena Odarda, porque “el auxilio es necesario; así como le dieron una especie de bono al petróleo y a la fruta, lo necesitamos también nosotros como pueblo”.
“Sostener a la empresa por un año hasta que se acomode la situación internacional”, consignó a la agencia APP.
Expresó su preocupación porque la casa matriz china “dejó un poco solo al Gerente General para que busque elementos suficientes como para encontrar un semi equilibrio en la empresa”.
Mencionó que por las cuestiones de mercado no es viable exportar a China, el déficit es muy alto, y la única opción era Estados Unidos en la industria no siderúrgica, con costos menores para la empresa y un mejor precio. Indicó no obstante que aún vendiendo a Estados Unidos “no ganan dinero”, pero tienen un déficit menor.
Indicó a la agencia APP que la idea era tomarse un año para buscar otros mercados o apuntar al mercado interno, como sería venderle a las cementeras.
Reconoció que “tenemos que entender que la empresa está básicamente quebrada, la empresa no tiene recursos económicos; hoy para tener abierta la mina con 200 ó 300 personas necesita determinados recursos y si ese recurso no llega en tiempo y en forma sucede lo que está sucediendo”.
Reiteró igualmente que “rechazamos los despidos” porque el preventivo de crisis que fundamentaría los mismos “no está aprobado por Nación” y aún así plantea pagar el 50% de indemnización “lo que agrava la situación”.
Informó que a pesar “de la bronca” por no notificarlo de los despidos, se acercó a hablar con los directivos de MCC para retomar la búsqueda de alternativas que se venían conversando.
Insistió a la agencia APP que se deben abordar las cuestiones de fondo, porque sobre los 101 despidos, están en riesgo además los 320 trabajadores que quedan, recordando que la empresa es la principal fuente de trabajo de la ciudad.
Reiteró que se debe partir de “ser realistas” de una situación de mercado y de iliquidez que impide a MCC hoy por hoy ser rentable, y en función de eso hay que buscar las alternativas con Nación.
