En rechazo a las declaraciones de la seremi de Trabajo, Victoria Fariña, los trabajadores aumentaron el número de manifestantes a 40 personas en el yacimiento minero Santa Ana, en Curanilahue.
Según declaraciones de los mineros, ya suman tres días desde que los recursos se han acabado, lo que obliga a sólo consumir líquidos y muy pocas raciones de alimentos sólidos.
En este contexto, este miércoles se intentó un acercamiento entre las partes, sin embargo los mineros aseguraron que no van a negociar con la seremi, y exigieron discutir este tema directamente con el intendente del Bío Bío, Rodrigo Díaz.
Luis Chandía, presidente del Sindicato de los Ex Trabajadores de la Mina Santa Ana, reconoció que no quisieron reunirse con Fariña, por que están muy molestos con ella.
Así también lo declaró José Peña, quien se encuentra en el yacimiento, añadiendo que las medidas nacen a raíz de que se han sentido “burlados por el Gobierno y la seremi de Trabajo“, a quien acusa de haber efectuado “declaraciones falsas“.
Luis Oñate de 62 años, quien también se encuentra al interior de la mina, asegura que la información compartida por el Gobierno Regional, es muy distinta a la realidad que están viviendo los mineros en la actualidad, ya que según su relato aún no posee pensión de gracia, aunque cumple con todos los requisitos, y que tampoco ha recibido el pago de los servicios básicos, como prometió el Ejecutivo.
Sin embargo, Fariña insistió en que se ha cumplido con lo prometido, pero afirmó que le “extraña” esta medida de presión a su juicio “artificial” y apuntó a las “intenciones” de los dirigentes.
Andrews, agregó que hasta la fecha, y producto de la caída del precio del carbón, no existen ofertas concretas y que esta venta ha sido “más difícil de lo habitual”.
Sin embargo, afirmó que durante el mes de marzo se podría concretar el traspaso de esta propiedad a quien se la adjudique.
Uno de los que si logró conversar con los mineros fue el Síndico de Quiebras, Tomás Andrews, hombre a cargo de la seguridad de los 40 al interior del pique, quien afirmó que es totalmente factible que la propiedad minera pueda ser adquirida por los trabajadores y que incluso, muy pronto podrían hacerse cargo de ella.