La minera brasileña Vale puso a la venta el jueves sus activos principales tras sufrir sus mayores pérdidas en décadas, aunque analistas afirmaron que el objetivo de lograr 10.000 millones de dólares en 18 meses es irreal y expresaron su preocupación porque una liquidación podría destruir el valor de las acciones.
El presidente ejecutivo de la compañía, Murilo Ferreira, dijo en una teleconferencia que “no hay restricciones” a lo que Vale estudiará vender, con el objetivo de reducir la deuda neta a 15,000 millones de dólares, al tiempo que busca protegerse contra un posible incremento del deterioro de los precios del mineral del hierro y el níquel.
La radical decisión tomada por la atribulada minera es un reflejo de lo vulnerable que se ha vuelto el primer productor mundial de mineral de hierro ante la volatilidad de los precios de las materias primas.
Vale reportó el jueves una pérdida neta de 8.570 millones de dólares en el cuarto trimestre, la más elevada desde que es una compañía privada, por los bajos precios de las materias primas y fuertes amortizaciones. Analistas consultados por Reuters habían previsto una caída de solo 56 millones de dólares.
Anteriormente, Vale había buscado compensar el déficit de liquidez vendiendo sus activos considerados “no principales”, como plantas fertilizadoras y barcos, confiando en que los beneficios lucrativos volverían cuando su nueva mina de mineral de hierro S11D, en la Amazonia, alcanzara su capacidad plena.
Ahora que los analistas vaticinan que el mineral de hierro podría quedarse alrededor de los 45 dólares por tonelada hasta entonces, esa fecha parece bien lejana.
“Puedo entender la estrategia de Vale, porque si el mineral de hierro cae a 35 dólares por tonelada, de repente tienes un problema”, dijo Andreas Bokkenheuser, analista de UBS . “Pero la pregunta es ¿qué valoraciones pueden lograr por estos activos?”, indicó, agregando que Vale debe tener cuidado y no sacrificar una futura liquidez potencial.
Potasio Río Colorado: ¿vuelve o no vuelve?
Diario de Cuyo
Recientemente el CEO de Vale en Argentina viajó a la vecina provincia y mantuvo reuniones con el ministro de Economía con intenciones de reactivación. Pero el CEO mundial de la compañía dijo que la posibilidad es remota y analizan vender
Días atrás, el CEO de la compañía brasilera Vale en Argentina, Edoardo Santana, viajó a Mendoza y mantuvo una serie de reuniones con el ministro de Economía, Enrique Vaquié, y el subsecretario de Minería y Energía, Emilio Guiñazú. Según afirmaron medios mendocinos, ambos funcionarios tiene claras instrucciones del gobernador Alfredo Cornejo para encontrar una solución al conflicto y reactivar la mina Potasio Río Colorado.
Sin embargo, en una reciente reunión con inversores y analistas en Nueva York, el CEO mundial de la compañía, Murilo Ferreira, admitió que la opción de seguir al frente del proyecto es remota: “Vale no tiene intención de reactivar el proyecto, considerando la disciplina de locación de capital de la empresa. Nada ha cambiado hasta ahora”, dijo el máximo representante del holding brasilero. La opción entonces sigue siendo una posible venta del proyecto. Incluso, voceros del gobernador Cornejo advirtieron que si Vale finalmente no tiene interés, entonces “debería apurar el proceso para transferir sus activos”.
En el marco de esta dualidad de vender o reactivar, aparecen actores fuertes como China y Rusia interesados en tomar en sus manos la continuidad del yacimiento de potasio mendocino o en una eventual y futura licitación.
Cabe recordar que el emprendimiento localizado en Malargüe debería reactivarse antes del 2017, sino la concesión de la provincia se caerá y deberá volver a licitarse. El proyecto en cuestión mantiene paralizadas sus actividades desde 2013, cuando suspendió las operaciones tras revisar los planes internacionales y determinar que la inflación y el atraso cambiario no generaban el mejor contexto productivo.
El cambio de clima político, con la llegada del gobierno de Mauricio Macri, y la liberación del dólar y del cepo al giro de dividendos, entre otros aspectos, parecen haber modificado en parte esa decisión que ahora el conglomerado brasileño revisa estudiando opciones que puedan terminar en una reactivación del yacimiento mendocino.
Originalmente la empresa pretendía producir unas 4,3 millones de toneladas anuales de potasa, una sal de potasio que junto al nitrógeno y al fósforo funcionan como fertilizantes esenciales para el crecimiento de los cultivos. El CEO de la compañía le habría informado al ministro de Economía mendocino que hasta ahora Vale invirtió 1.500 millones de dólares entre el complejo de Malargüe, la traza ferroviaria y la terminal portuaria en el sur de Buenos Aires. Tras escuchar la exposición de Santana, las autoridades mendocinas informaron que la reunión sirvió para unificar criterios “en busca de alternativas para superar las limitaciones que tiene el proyecto”.
De hecho sostuvieron que “actualmente existe una coyuntura más amigable para poner en marcha nuevamente a Potasio, y lo importante es que también hay voluntad por avanzar”.
Desde el lado de la reactivación, los funcionarios mendocinos anunciaron que el fin del cepo y la devaluación son “grandes aliados”. Además, es posible que la provincia le otorgue a Vale algún tipo de beneficio fiscal. “Potasio Río Colorado se reactivará en esta gestión. Vamos a colaborar para minimizar riesgos, pero el riesgo empresario es otra cosa y no podemos hacernos cargo”, afirmaron desde el gobierno de Cornejo, angte la ambigüedad de gestos en la máxima línea ejecutiva de la empresa.