Daniel Canedo
El dólar cotaba $13 el úlitmo día de diciembre y ayer cerró en $15,60 mostrando una suba entre puntas de 20%.
Y eso fue después de la devaluación de de diciembre que, al empezar a dejar el cepo cambiario atrás había partido de un lejano $9,84 que demuestra un salto del 58%.
La suba del dólar de las últimas semas, que anteayer empezó a moderarse por la intervención del Banco Central, confirmó dos viejas reglas no escritas del mercado cambiario argentino: todos los febreros y hasta fin de marzo hay menos dólares y 2) el dólar encuentra motivos de suba hasta que aparece el Central cómo vendedor y serena las aguas.
Pero, en el mientras tanto, se acumulan tensiones y se pagan costos inevitables en términos de incertidumbre y, más aún, en los tiempos en que el tema inflacionario encabeza el ranking de preocupaciones en materia económica.
Desde el aranque de su gestión como titular del Central, Federico Sturzenegger había dicho que su objetivo era combatir la inflación y para eso buscaría fortalecer al peso aplicando una política clara: absorber la inmensa masa de dinero excedente que había dejado flotando el kirchnerismo y que presionaba al aumento de los precios.
Pero en febrero la fórmula no dio resultado, tal vez porque la medicina no haya sido suficiente, o tal vez, porque el mecanismo de fijación de los precios en la Argentina descansa no sólo en la cantidad de dinero sino también, y en forma destacada sobre el precio del dólar.
En gran medida, la Argentina exporta lo que come ( trigo, aceite, maíz, carne, etc) y cada suba del dólar implica presiones sobre el precio doméstico de esos productos , por tanto, sobre el poder de compra de los salarios.
Cuando hay ruidos en los mercados, un costo indeseado en una plaza en la que el dólar flota, y en el que no hay intervención oficial, genera ecos en el sistema de precios de los alimentos pero no sólo ahí.
La mitad del costo de los autos argentinos está compuesto por partes importadas y, por tanto, atada al dólar.
Pasa lo mismo con el 70% del armado de las motos o más del 90% de los celulares y son sólo algunos ejemplos de bienes cuyos precios están ligados al precio del dólar del mercado o al que prevean los empresarios que calculan los costos.
Febrero fue un banco de pruebas sensible para el gobierno: cuando no intervino el Central, el dólar escaló casi si contención.
Cuando apareció el Central en escena, el mercado cambio el tono pero nada aún es definiitivo.
Dentro y fuera del Gobierno saben el período comprendido entre la segunda quincena de enero y el fin de marzo caracteriza a la economía por generar muchos pesos y pocos dólares.
Los ingresos de dólares por exportaciones son flacos hasta que lleguen en abril los de la soja. Y vuelven los pesos gastados en las vacaciones.
Pero no fue falta de dólares lo que le impedía intervenir al Central sino el convencimiento de que absorbiendo pesos y peleando contra la inflación por esa vía el mercado cambiario no debería ser un problema.
La intervervención oficial de los últimos dos días marcó un cambio y el anuncio de la tarde de ayer sobre un acuerdo sobre la deuda en default entre el Gobierno y el fondo buitre más duro, el NML de Paul Singer, podría abrir un nuevo panorama cambiario en el corto plazo.
Dejar atrás el default le abriría la puerta al Gobierno nacional a salir al mercado a buscar fondos pero también, y están en la grilla de partida, a las provincias que necesitan, si o sí, financimiento para encarar los compromisos de los próximos dos años.
Tanto la Nación como las provincias., cómo consecuencia de la política de los últimos años, tienen niveles bajos de endeudamiento en los mercados y conseguir fondos no les sería muy difícil.
Esta semana Chile consiguió dólares pagando 3,4% anual.
Los bonos argentinos ofrecen rentas de entre 7,70 y 8 por ciento anual.
A esas tasas, y si se llegase a despejar el horizonte financiero de mediano plazo, las posibilidades de colocar bonos irán en ascenso.
Después vendrán las discusiones sobre cual es el nivel adecuado de endeudamiento y que tasa pagar en una economía que tiene un déficit fiscal que el gobierno dice que es de 6% del PBI ( un rojo enorme) y frente al cual encaró una estrategia gradualista para reducirlo.
Si se confirmara el acuerdo con los fondos bruitres, seguramente el Gobierno habrá encontrado el "puente" cambiario para llegar hasta abril, cuando comenzarán a llegar los dólares de la soja, sin tantos ruidos con el dólar.
Claro que, un dólar tan cercano a los $16 debería ser un argumento más que contundente para justificar que se quede aquietado por un tiempo.
El salto que tuvo el dólar en desde diciembre es impresionante y el golpe al bolsillo de la devaluación todavía no habría terminado de derramarse.
Sea por la suba de las tasas, cómo la dispuesta por el Banco Central en la licitación de letras del martes y que ayer fue seguida por la suba que dispusieron los bancos para los plazo fijos, o por la intervención en el mercado, aquietar al dólar aparece cómo una demanda de la lucha contra la inflación.
Un informe reciente de la Fundación Capital de Martín Redrado pone el foco sobre el tema diciendo: para terminar el año en 25% (objetivo oficial) los precios tienen que subir durante los próximo 10 meses a razón de un 1,4% mensual, pero sin paritaria cerrada y con el supuesto de dólar quieto hasta diciembre".
Terminar el año con 25% de inflación se presenta cómo un objetivo ambicioso.
El esquema oficial de "shock" cambiario con "gradualismo" fiscal indica que el Gobierno persigue conseguir dólares y viabilidad política y, para eso, los ruidos en el dólar no parecen la mejor melodía.
El dólar culminó su cotización este miércoles de forma plana -con una baja de $0,50 frente al cierre del martes-, luego de los datos provenientes de EE.UU., entre ellos una caída en las ventas de viviendas nuevas y una disminución en los servicios.
De esta forma, el billete verde se transó en $695,50 comprador y $696,00 vendedor en el mercado nacional.
Las cifras publicadas en la primera economía mundial "generó un debilitamiento en el dólar frente a las principales divisas, lo que llevó al tipo de cambio a caer", sostuvo José Raúl Godoy, analista de mercados de xDirect.
Las ganancias obtenidas en su apertura debido a la baja en el precio del cobre y los mercados bursátiles internacionales se revirtieron durante la jornada luego de que las bolsas a nivel mundial registraran avances positivos, explicó Luis Sanhueza, analista de mercados de ForexChile,
"Consideramos que el cruce debería mantenerse en el corto plazo entre el piso técnico de los $692 y el techo de los $700", dijo.
El precio del dólar mostró una leve baja frente al sol al cierre de la sesión cambiaria de hoy, tras situarse en 3.529 soles, luego que el Banco Central de Reserva (BCR) acentuó sus intervenciones en el mercado cambiario para atenuar la volatilidad.
Efectivamente, el precio de venta del dólar interbancario (entre bancos) terminó en 3.529 soles, nivel inferior al de la jornada previa de 3.53 soles.
La cotización de venta del dólar en el mercado paralelo o casas de cambio se situó en 3.54 soles en horas de la tarde, mientras que en las ventanillas de los principales bancos se ubicó en 3.64 soles en promedio.
El Banco Central de Reserva (BCR) intervino directamente en el mercado cambiario vendiendo 78 millones de dólares.
En lo que va del 2016 el sol se ha depreciado 3.37 %, teniendo en cuenta que el precio del dólar cerró hoy en 3.529 soles, luego de haber terminado el año pasado en 3.412 soles.
Según el ente emisor, el dólar mostró un nivel mínimo de 3.529 soles y máximo de 3.543 soles en la jornada de hoy, además de un precio promedio de 3.5367 soles