El banco Scotiabank previó para el año 2016 un déficit de la balanza comercial menor al 2015 (US$ 2,864 millones) aunque los bajos precios de los metales imposibilitarían un retorno a los superávit, al menos en el futuro previsible.
La balanza comercial del Perú mejoró el cuarto trimestre del 2015, cerrando con un ligero déficit (US$ 203 millones), luego de haber reportado importantes saldos negativos durante la mayor parte del año, cerrando el 2015 con un déficit de US$ 2,864 millones.
La evolución del cuarto trimestre del 2015 estuvo explicada por factores coyunturales y estructurales. Dentro de los primeros destaca que en el cuarto trimestre se registra estacionalmente el monto más elevado de envíos debido a que es la época de cosecha más importante de los productos de agroexportación (uva, palta, espárragos, mango, etc).
Asimismo, aumentan las exportaciones de harina de pescado al abrirse la segunda temporada de pesca de anchoveta, factor que en el 2015 se hizo más notorio puesto que en el 2014 no se abrió esta temporada debido a la reducción de la biomasa afectada por el Fenómeno El Niño.
Dentro de los factores estructurales, a partir del segundo trimestre del 2015 aumentó el volumen exportado de cobre. Este incremento se acentuó en el cuarto trimestre del 2015 como consecuencia del inicio de operaciones del megaproyecto Las Bambas (Apurímac) y la ampliación de Cerro Verde (Arequipa).
“Prevemos que estos proyectos alcancen sus niveles de producción comercial en el primer y tercer trimestre del 2016, respectivamente, lo que permitirá un incremento de alrededor de 35% de la producción de cobre durante el 2016”, dijo el analista senior del Departamento de Estudios Económicos del banco, Pablo Nano.
“Para el primer trimestre del 2016 proyectamos que se registre un déficit de la balanza comercial cercano a los US$ 500 millones, menor a los US$ 1,076 millones del primer trimestre del 20152, señaló en el Reporte Semanal del banco.
Si bien prevé un mayor volumen exportado de cobre, esto sería parcialmente contrarrestado por los bajos precios que registra el metal en el mercado internacional, indicó.
Asimismo, la proyección considera menores importaciones de combustibles -debido al impacto de los bajos precios del petróleo- y de bienes de capital -ante el estancamiento de la inversión privada-.