Tiempo Sur
En una entrevista periodística, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, se refirió a la situación de las represas sobre el río Santa Cruz, la megaobra hidroeléctrica que está en “veremos”, debido a que el Gobierno nacional frenó el proyecto para realizar una revisación y generar los mecanismos de control medioambientales pertinentes, según argumentan.
El funcionario fue consultado sobre la continuidad o no de las obras, a lo que respondió que “hemos tomado la decisión de ajustar el proyecto al marco regulatorio vigente y asegurarnos que se hace conforme a un proyecto del Ejecutivo”.
En este orden de cosas, “estamos convocando a los responsables del emprendimiento, confiamos en que se puede hacer bien de acuerdo a las normas ambientales vigentes”, dijo, para agregar que “queremos asegurarnos que se hace según el interés nacional, lo hemos revisado y lo vamos a empezar a discutir con la provincia, como con la UTE, que es responsable del proyecto”.
Las represas están en un impasse y “estamos esperando que el Ministerio de Energía dé a conocer una evaluación técnica”, dijo el empresario con optimismo, dejando entrever que las obras continuarán adelante porque “la Cancillería le comunicó a los bancos chinos que iban a paralizar la obra, los bancos amenazaron a la Argentina que si se paraba o se achicaba la parte argentina, quedaba en incumplimiento y debían responder por el monto de la obra”.
Cabe destacar que TiempoSur publicaba días atrás lo ocurrido con un pago que el gobierno de Macri no efectuó, referido a las represas; y en donde el mensaje del gobierno chino era muy claro, si los dichos del presidente Macri sobre frenar las Represas NK y JC se iban a reflejar, de hecho, en las decisiones administrativas del país para con la República Popular de China, ésta no iba a dudar en plantear el default a la Argentina y frenar todas las inversiones.
“Hay 270 millones de dólares que el Estado nacional no pagó certificados, se está fondeando y fue lo que motivó la carta del embajador en Argentina, creemos que se va a normalizar”, manifestaba el Vicegobernador en diálogo con este medio, para agregar que este mes, “viaja Prat Gay a China y no creo que vaya con una obra paralizada, siendo una de las inversiones más importantes de la República Oriental”.
El conflicto con la empresa Macizo que no logró pagar los sueldos porque no le certificaron las obras sigue en pie. Varios obreros en riesgo de despido y con el gran interrogante del futuro de una de las obras más anunciadas y de las que pende el futuro industrial de la provincia. Dichos sueldos fueron finalmente afrontados por la propia empresa.
El proyecto de aprovechamiento hidroeléctrico del río Santa Cruz prevé la construcción de dos represas: Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cepernic. Se encuentran ubicadas sobre este importante curso de agua de alta potencialidad hidroenergética, aprovechada por primera vez.
Se encuentra ubicada a 130 kilómetros de la localidad de El Calafate. Tiene una potencia de 1140 mw y una altura de 70 metros. Está compuesta por 6 turbinas Francis, con una generación anual de 3380 gw/h. La longitud del muro será de 1900 metros y la superficie del embalse tendrá 250 kilómetros cuadrados.
Está localizada a 170 kilómetros de la ciudad de Comandante Luis Piedrabuena. Cuenta con una capacidad instalada de 600 mw y 45 metros de altura. La extensión del muro es de 2700 metros. La casa de máquinas está compuesta por 5 turbinas Kaplan y producirá 1866 gw/h al año. La superficie del embalse será de 200 kilómetros cuadrados.
Tiempo Sur
El diputado nacional y exministro Julio De Vido no tardó en salir al cruce y lo acusó de buscar paralizar proyectos estratégicos como las represas y la usina de Río Turbio porque se hacen en Santa Cruz y que "esto es parte de una campaña que comenzó hace dos meses haciendo trascender conversaciones presidenciales con la viuda de Tompkins".
Asimismo, el diputado consideró que "es curioso el criterio para revisar obras que tiene el Gobierno Nacional, que parece limitarse a una sola provincia y siempre según quién sea el contratista".
A continuación el texto completo que difundió De Vido a través de las redes sociales:
“Otro proyecto estratégico para el desarrollo de la Patagonia y la soberanía nacional que el Gobierno busca detener. Primero fue Río Turbio, con destino incierto con la excusa de una “auditoría”. Ahora son las represas Kirchner-Cepernic, piedra angular del futuro energético de nuestro país. ¿Curioso no? Los dos emprendimientos están en la misma provincia: Santa Cruz. Parece que el criterio para estas “revisiones” se limita a la ubicación geográfica de los proyectos y según el contratista.
En realidad el gobierno no apunta a ninguna “revisión” sino a paralizar los proyectos. La campaña contra las represas se inició hace dos meses con trascendidos en Clarín de una conversación presidencial con la viuda de Tompkins.
Patrick Moore fundador de Greenpeace publicó en OETEC una defensa d las represas y Río Turbio. Las Kirchner-Cepernic son financiadas en un 100 por ciento por China en el marco de una alianza estratégica y se pagan con la venta de energía. Es decir que tienen condiciones inmejorables para el interés nacional.
será complejo hidroeléctrico de mayor potencia ubicado en un río completamente argentino y permitirá un ahorro anual de 1.100 millones de dólares de combustibles importados.
Además de quitarle a la Patagonia Austral cualquier posibilidad de desarrollo industrial que consolide una región poco poblada que tiene abundantes recursos naturales, buscan detener la usina y las represas para reemplazar esa energía solo con renovables e importación, que son más caras y que la diferencia la pague el pueblo argentino.
Otra vez el modelo centralista en el que todo se organiza en torno del puerto y la exportación de productos primarios. Y que las provincias más alejadas de la pampa húmeda queden a la buena de Dios”.
El rabino Sergio Bergman estuvo días pasados en Córdoba. El ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación firmó un convenio con la gestión del gobernador Juan Schiaretti. Elogió la Ley de Bosques de la provincia y admitió algo que hace tiempo está instalado desde la Casa Rosada. La administración del presidente Mauricio Macri no descartó desistir de la construcción de la megaobra de las dos represas en Santa Cruz, cuyos adjudicatarios son una empresa china y la cordobesa Electroingeniería.
La construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic fue adjudicada hace dos años a un consorcio encabezado por Electroingeniería y la China Gezhouba Group Corporation e Hidrocuyono, con un presupuesto actualizado de 43 mil millones de pesos.
Según el funcionario macrista, el proyecto “está en revisión”, y pese a que los trabajos ya comenzaron, no descartó que la obra no se concrete.
–¿Está resuelto que se construirán las dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz?
–No. En realidad, hay dos procesos en evolución. Por un lado, el tema del informe del impacto ambiental. Ya le hemos informado a la Presidencia de la Nación que ese estudio no se hizo en tiempo ni en forma. Si yo le digo que la audiencia pública se hizo el 9 de diciembre, es decir, un día antes del cambio del Gobierno nacional, ya le estoy dando una pauta. Creo que la audiencia no fue tan pública como debería. Hay varias cuestiones polémicas en el proceso por esta obra.
La audiencia pública se hizo un día antes del cambio de gobierno. Estamos hablando de un empresario (Lázaro Báez) afín al anterior gobierno nacional que compró miles de hectáreas, que luego fueron expropiadas por el Estado provincial. Hubo un acuerdo con China que fue secreto hasta que la Corte Suprema ordenó hacerlo público. No estoy cuestionando el acuerdo con una potencia como China, pero sí hablo del procedimiento. Hay una empresa contratista, también cercana al gobierno anterior.
Son muchos temas que el sentido común indica que si vas a emprender una inversión de esa envergadura, hacelo bien. Sin hacer un juicio definitivo, como se habilitó el arranque de las obras, está fuera del procedimiento formal. Por ejemplo, la audiencia pública se hizo cuando las obras ya habían comenzado. Entonces, me pregunto, cómo se pudo empezar el obrador si no había audiencia ni estudio de impacto ambiental conforme a la ley. Son cuestiones muy difíciles de entender, en un proyecto tan costoso desde lo económico, y que puede ser costoso en lo ambiental.
–Entonces, más allá de que comenzaron las obras, ¿no está garantizado que esas represas se construyan?
–Hoy no se puede decir que se vayan a hacer, ni que se vayan a dejar de hacer. Es un proyecto que está en revisión. También falta un dictamen del Ministerio de Energía sobre la viabilidad de esta obra. Hay que ver si es una prioridad conseguir energía con esta tecnología que ya se sabe que es riesgosa. También hay una decisión política e institucional de no entorpecer la relación con China, ya que hay una empresa estatal de ese país involucrada en el proyecto. Veremos, pero lo seguro es que hubo un proceso al menos cuestionable.
–¿Cuáles son los lineamientos generales de su gestión en Ambiente?
–Está encuadrado en dos temas. Por un lado, algo inspirado en una encíclica Papal, que no es verde sino social, en la cual la sustentabilidad se centra en el desarrollo humano integral. Es un cambio de paradigma humano. La dignidad de las personas debe ser lo sustentable. Esto marca una impronta. Hay que trabajar en un nuevo paradigma cultural. Por eso, hablamos de pobreza cero y una determinada calidad de vida. Tener una política ambiental, como una política de derechos humanos. Hay que entender que esto no significa un freno para el desarrollo. Todo lo contrario. Se trata de hablar de crecimiento basado en la dignidad de las personas.
El otro tema es que Argentina suscribirá el protocolo de la Cumbre de París. El 22 de abril, el presidente Macri lo firmará en las Naciones Unidas y eso significa que más allá de la vocación general de este Gobierno, en el tema de preservación del ambiente también habrá un compromiso que cumplir. Deberemos definir en 2018 el índice nacional de compromiso de contribución a los objetivos por el calentamiento global, que tiene que ver con el cambio climático. Es decir que nuestra política ambiental está enmarcada por una cuestión de valores y el compromiso por colaborar para disminuir el calentamiento global.
–¿Qué opina de la Ley de Bosques que rige en Córdoba?
–Firmamos un acuerdo de colaboración entre la Provincia y la Nación. Es decir, trabajamos juntos y colaboramos con los equipos técnicos. En la Ley de Bosques hay un tema de ordenamiento territorial. La ley provincial supera los estándares de los mínimos que impone la ley nacional. Eso es bueno, no malo.
–Justamente eso generó un fuerte debate en Córdoba
–Es bueno que haya debate. A través de una ley, la Nación impone presupuestos mínimos de preservación. Pocas provincias lo cumplen, y ese mínimo se transformó en un máximo. Córdoba pretendió superar ese mínimo y esto es destacable. También hay una cuestión de recursos. Ahora nos enteramos que pocos días antes de irse del poder, el anterior gobierno vació el fondo de la Ley de Bosques para redistribuir esos recursos en otros programas, entre ellos, el Fútbol para Todos, por ejemplo. Esos fondos son utilizados por las provincias para reforestar y preservar los bosques y cuidar las comunidades que viven en esos bosques. Nosotros vamos a necesitar los bosques para cumplir el compromiso de bajar el calentamiento global.
Marina Aizen
¿Puede un patito frágil y pequeño ser más fuerte que dos grandes emprendimientos hidroeléctricos? Esta es la pregunta que desvela a Aves Argentinas, una organización centenaria dedicado a la preservación del patrimonio de nuestras especies voladoras, en relación a los mega represas, la Néstor Kirchner y gobernador Jorge Cepernic, luego de que Bird Life International, que es autoridad mundial indiscutida en la materia, declarara a la zona del estuario del Río Santa Cruz “Area importante para la conservación de las aves” (AICA).
Las AICA son aceptadas tanto en el país como en el exterior como criterio para el diseño del ordenamiento territorial, y la pregunta es si su declaración sobre la desembocadura del río Santa Cruz podrá incidir en el faraónico proyecto, que tiene en vilo a las ONGs ambientales de la Argentina.
El área del estuario es clave porque es donde pasa la temporada invernal el macá tobiano, una llamada ave zambullidora, que ha sido declarada monumento natural de Santa Cruz. Si se hacen las obras, esta zona perdería su balance de nutrientes, lo que traería consecuencias en todos los seres vivos, terrestres y acuáticos.
Sólo quedan unos 800 ejemplaras de macá, cuya foto se exhibe con orgullo como emblema en toda la provincia de Santa Cruz.
Cada año, un enorme contingente de voluntarios se encarga de cuidarlos las 24 horas de sus predadores en las lagunas de la meseta del lago Buenos Aires, donde pone sus huevos y pasa las veranadas. Tanta es la pasión que despierta este ave, que puede bucear con gran habilidad.
“El programa de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (AICA, o IBA, por sus siglas en inglés) de BirdLife Internationales una iniciativa global enfocada a la identificación, documentación y conservación de una red de sitios críticos para las aves del mundo. Este programa se inició en América en 1995 y pretende contribuir a la conservación de sitios, incluyendo actividades de manejo, educación ambiental, instrumentos legales, investigación, monitoreo y protección. “En la Argentina, un total de 273 AICA han sido identificadas y cubren el 12% de la superficie del país”, señaló Aves Argentinas..
“La presente declaración llega en momentos en que se discute la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic sobre el Río Santa Cruz. De construirse estas represas se encontrarían geográficamente a menos de 100 kilómetros del sitio declarado como AICA y su impacto sobre las aves del estuario resulta aún poco estudiado”, agregó.
Esta declaración ocurre en momentos en que la Corte Suprema evalúa si se pronuncia o no a favor de una medida cautelar presentada por la ONG Banco de Bosques para que se interrumpan las obras en el río Santa Cruz.
En el gobierno de Mauricio Macri no existe aún una decisión firme sobre el destino de las represas, según confirmaron a Clarín fuentes del Ministerio de Medio Ambiente. El ministro de Energía, Juan José Aranguren, sostuvo que están “ajustando el proyecto al marco regulatorio vigente y asegurarnos de que se hace conforme a un proyecto ejecutivo definido”. Reveló que convocaron a los responsables del emprendimiento y admitió que “se puede hacer bien, conforme a las normas ambientales, pero queremos preservar el interés nacional”.
El estudio de impacto ambiental de la consultora Serman para los contratistas de la obra admite que “no se dispone de información que permitiera conocer objetivamente este riesgo sobre las aves” del estuario.