Royal Dutch Shell superó a Chevron como la segunda mayor compañía petrolera no estatal del mundo, luego de completar la adquisición de su rival británica BG Group por US$ 53 mil millones.
La compra eleva la capitalización de mercado de la firma holandesa a US$ 177 mil millones, según Barclays. Esta cifra aún está lejos del líder de la industria, Exxon Mobile, que con un valor bursátil de US$ 337 mil millones casi duplica el tamaño de Shell.
El acuerdo le permite a la mayor petrolera europea tener acceso a nuevos activos en Australia y Brasil que le darán una mayor flexibilidad para enfrentar una desaceleración, aseguraró Barclays.
De hecho, el país sudamericano se convirtió en uno de los tres principales mercados de la firma. Shell proyecta que los campos de aguas profundas locales seguirán siendo competitivos en cinco años.
Brasil “se mantendrá como un destino clave para nosotros para la inversión en dólares por al menos otra década”, dijo Ben Van Beurden, el director ejecutivo, en Río de Janeiro.
“Hoy veremos el nacimiento de la que sin duda será la mejor compañía en nuestra industria”, agregó.
Van Beurden detalló que planean duplicar la producción en esta nación hacia 2020 a medida que la estatal Petrobras expande la producción en unos campos offshore en la región pre-sal donde Shell es un socio minoritario a través de la fusión con BG.
Shell y BG registraron una producción combinada de 240 mil barriles diarios de petróleo y gas en Brasil en diciembre, según la Agencia Nacional de Petróleo.
La transacción le permitirá a Shell tener participaciones en algunos de los sitios más grandes de producción, incluyendo Lula, el mayor campo de extracción petrolera.
La petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell ha completado la adquisición de BG Group, pactada en abril del pasado año por unos US$ 69.000 millones.
"Royal Dutch Shell tiene la satisfacción de anunciar que el plan ha entrado en vigor y que la totalidad de las acciones ordinarias del capital de BG Group son ahora propiedad de Shell", ha anunciado la empresa.
Shell obtuvo unas ganancias netas atribuidas de US$ 1.939 millones en 2015, un 87% menos que el año anterior. La petrolera recortará unos 10.000 empleos tras completar la integración de BG Group.
Las acciones de BG Group dejaron de cotizar en la Bolsa de Londres el pasado viernes.