Las polémicas declaraciones que dio ayer el Ministro de Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, levantaron revuelo en el sector.
En una entrevista brindada a RPP, el presidente de Petroperú, Germán Velásquez, calificó de “muy graves” las acusaciones sobre el derrame ocurrido en el Oleoducto Norperuano.
"Decir que el oleoducto no tiene mantenimiento es una aseveración muy grave”, dijo Velásquez, quien explicó que en los dos derrames ocurridos este año, la empresa aplicó de inmediato el plan de contingencia.
"Los sensores del oleoducto alertan sobre la disminución o el aumento de presión e inmediatamente se pone en marcha el plan de contingencia, lo que ha ocurrido en los dos eventos. Este plan de contingencia corta inmediatamente el flujo del petróleo, se acude a la zona, se tapona con una abrazadera el punto de salida de petróleo y se comienzan los trabajos de remediación”, explicó.
Mientras el OEFA y OSINERGMIN se encuentran evaluando los daños y las causas que originaron ambos derrames, la ministra de Energía y Minas (MEM), Rosa María Ortiz aseguró que de determinarse responsabilidades de Petroperú, se le sancionará con todo el rigor de la ley.
“Los organismos con facultad fiscalizadora como OEFA, OSINERGMIN y ANA son los llamados a determinar las causas y establecer las responsabilidades con toda la rigurosidad del caso”, remarcó la titular del MEM.
Ortiz añadió que ha pedido a Petroperú fijar las responsabilidades de los funcionarios al interior de la empresa estatal.
"El Presidente de la República, Ollanta Humala se siente muy mortificado por los hechos ocurridos. Lo que más le interesa al Presidente y a todos nosotros es la atención de la población afectada, luego la confinación del derrame y el trabajo de remoción de petróleo en la zona, para su posterior remediación", dijo la Ministra.
“Se calcula que el derrame llega a los dos mil barriles de petróleo. Ayer en un sobrevuelo de la zona afectada de Chiriaco, provincia de Bagua, región Amazonas, hemos constatado, junto al ministro de Salud, Aníbal Velásquez, que ya se han realizado los trabajos de atención y recojo de petróleo y se vienen ejecutando los de remoción de las tierras y flora afectadas y remediación”, anotó.
Como se recuerda el primer derrame de petróleo ocurrió el 25 de enero en el distrito de Imaza, provincia de Bagua (Amazonas), y el segundo el 4 de febrero en el distrito de Morona, provincia del Dátem del Marañón (Loreto).
Velazquez explicó que el primer caso fue provocado por un desplazamiento de tierra por las fuertes lluvias y deforestación en la zona.“En esa parte, el oleoducto está enterrado debajo de la tierra y al desplazarse la montaña eso ha generado una inflexión en el oleoducto y ha generado la ruptura”, explicó.
DERRAME
Entre los dos accidentes se derramaron 3.000 barriles de petróleo. Si bien la estatal pudo contener gran parte del derrame, Velazquez reconoció que unos 10 barriles de petróleo pudieron mezclarse con las aguas de los ríos.
La remediación de las áreas afectadas, podría llevar un año para recuperar la ecología.
DENUNCIA DE LA FISCALÍA
La Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Bagua inició una investigación por el presunto delito de contaminación ambiental contra los representantes de Petroperú, por el derrame de crudo ocurrido en el caserío de Inayo, en Bagua.
“Se ha dispuesto diversas diligencias de investigación como la identificación de los funcionarios responsables de mantenimiento del oleoducto. Asimismo, se ha solicitado al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) el informe fundamentado como ente de fiscalización ambiental competente en materia de actividades de hidrocarburos”, precisó el Ministerio Público.
La investigación permitirá establecer si el rompimiento de la tubería se debió a algún fenómeno natural causado por el deslizamiento de tierras, como afirma Petroperú o a la falta de mantenimiento preventivo y correctivo del oleoducto.
Según informó AFN, la medida fue adoptada tras la inspección realizada el 27 y 28 de enero por el representante de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Bagua, Eddy Martínez Chasquero, al caserío de Inayo, donde constató el rompimiento de la tubería de traslado de petróleo de la que emanaba el crudo hacia el ambiente, llegando a afectar la quebrada Inayo.
El fiscal a cargo del caso, Jorge Luis Trigoso Rodríguez, y funcionarios de la OEFA se dirigieron a la zona afectada donde comprobaron el colapso de los pozos que había habilitado Petroperú para retener el crudo ante el rompimiento del ducto.
