Un verdadero hub regional del gas natural es en lo que aspira a convertirse Chile en los próximos años.
Esto, luego que al ya confirmado inicio de los envíos del hidrocarburo a Argentina a contar del invierno, se sumó ahora el interés que han manifestado Uruguay y Paraguay.
Tanto privados como autoridades de ambos países, comentan fuentes tanto de la industria energética como a nivel de Gobierno- han dado a conocer su intención de sumarse a las compras que hará Argentina, aprovechando las redes que ya están construidas entre ambos países.
En el caso de Uruguay, ese país ya ha planteado otras veces propuestas para adquirir gas a Chile. En 2009, el entonces gerente general de ENAP Rodrigo Azócar reconoció conversaciones con Ancap para ver la posibilidad de adquirir ese recurso energético.
Entonces, se pensaba en utilizar los gasoductos que conectan a Chile con Argentina para despachar el gas hasta la región del Biobío, pues se creía que esa alternativa era más barata que el transporte mediante camiones. De esa manera, Uruguay podría adquirir parte de ese gas y transportarlo hacia su país mediante alguno de los gasoductos que lo conectan con Argentina.
Uruguay, que tiene un nivel de consumo pequeño en comparación con Chile y aún más con Argentina, se debate entre la idea de construir o no un terminal de regasificación de unos 10 millones de m3 de capacidad, denominado Sayago. Para que el proyecto sea viable, en ese país se habla de la posibilidad de sumar a Argentina, algo que estaría más o menos amarrado. Lo anterior, debido a que la demanda existente en Uruguay no justificaría la construcción de un mega terminal.
Otro punto en contra para que el anhelo uruguayo se concrete es el hecho de que, pese a que el mercado se ha ido flexibilizando, los grandes proveedores siguen exigiendo un nivel de volumen suficiente para firmar contratos de largo plazo.
Para la industria chilena, el futuro rol de exportador de gas natural es una situación inédita considerando que, no hace mucho, los gasoductos operaban en sentido inverso: desde un -repleto de reservas- sur trasandino hasta un seco norte chileno, que hace una década sólo dependía del carbón y los envíos provenientes del país vecino para abastecer a la minería.
Diez años después la situación cambió radicalmente. La falta de inversión, la fijación de tarifas y el consumo indiscriminado de gas y luz en el país vecino llevaron al agotamiento a las -se creía- inagotables reservas de gas argentino, mientras que Chile decidía construir nuevos terminales de gas en Mejillones y Quintero, los primeros en esta parte del mundo.
Así, Chile será desde este invierno un importante proveedor de gas para Argentina, que hasta ahora debía adquirir y regasificar el recurso desde terminales flotantes, de operación más cara y que cuentan con almacenamiento limitado, y pagarlo a precio spot.
En primer momento, el acuerdo de suministro se circunscribe a los meses entre mayo y septiembre de 2016.
El suministro considera un flujo de 5,5 millones de metros cúbicos día (4 por la zona central y 1,5 por la zona norte), considerando un volumen de 6 barcos de GNL, lo que equivale al 53% de la demanda invernal de Buenos Aires y al 30% de las importaciones totales de GNL realizadas por Argentina en 2015. Estos volúmenes serían adicionales al suministro de Chile y, por lo tanto, no comprometerían el normal abastecimiento interno.
En la misma línea, el viernes se informó el inicio de las exportaciones de electricidad al país vecino, a través de la línea que AES Gener tiene en el norte.
Se trata de un caso similar al de los envíos de gas, pues esa línea se utilizaba para abastecer al SING con energía generada en la central Salta, ubicada del otro lado de la cordillera, de propiedad de AES Gener. Con el término del boom de gas argentino, la línea no se utilizó durante largos años, hasta que en la compañía vieron la opción de rentabilizar el activo comercializando electricidad ahora en sentido inverso.
“Pasadas las 15.30 horas de hoy (el viernes), los sistemas energéticos de ambos países se sincronizaron para poder iniciar la inyección de energía a través de la línea que AES Gener tiene en el norte grande de Chile. Serán 110 MW los que se inyectarán entre hoy viernes 12 y el lunes 15 de febrero. La energía proviene de una central de Gastacama que no está siendo utilizada en el país”, señaló AES Gener.
El ministro de Energía, Máximo Pacheco, destacó este hito, señalando que abre una gran oportunidad considerando el nivel de desarrollo que están alcanzando las energías renovabvles en el país.
“Hoy Chile comienza a exportar electricidad a Argentina de acuerdo a lo convenido en Buenos Aires hace un par de semanas atrás. El norte de Chile es minero, pesquero y ahora exportador de energía solar. Este es un primer paso de enorme proyección y una excelente noticia para la economía de nuestro país. Chile comenzará a exportar electricidad a través de la línea que existe de Salta a Mejillones, utilizando capacidad ya instalada y beneficiando nuestra economía sin afectar con esto los precios ni la disponibilidad de electricidad de nuestros sistemas”, destacó el viernes el secretario de Estado.
En mayo comenzará la exportación de gas natural licuado (GNL) desde la región de Antofagasta a Argentina. Este inédito hito de la industria energética del norte de Chile fue posible gracias a un acuerdo suscrito entre los gobiernos de ambos países con el objetivo de proveer del hidrocarburo durante el periodo de invierno comprendido entre mayo y septiembre próximos.
El convenio -según explicaron desde el Ministerio de Energía- considera que Chile abastecerá a Argentina utilizando el terminal de GNL Mejillones y el gasoducto Norandino por el norte, y GNL Quintero y gasoducto GasAndes por la zona central. El suministro considera un flujo de 5,5 millones de metros cúbicos día (4 por la zona central y 1, 5 por la región de Antofagasta), considerando un volumen de seis barcos de GNL.
Además precisaron que “los volúmenes del acuerdo son adicionales al suministro de Chile y por lo tanto no comprometen el normal abastecimiento interno”, dijo el ministro de Energía de Chile Máximo Pacheco.
La autoridad sostuvo que la idea es que en el mediano plazo, Chile se transforme en una alternativa viable de suministro de gas para Argentina, aprovechando la infraestructura que hay en gasoductos -hoy ociosa- y la capacidad instalada en terminales de almacenamiento y regasificación de GNL, que está subutilizada.
A esto se suma, señaló el secretario de Estado, que Argentina será deficitario en gas natural por los próximos 10 a 15 años.
Agregó que los términos de los acuerdos son convenientes para las empresas que participen, esto es, Engie (ex GDF Suez), Metrogas, Enap y Endesa, que venderán GNL a precios mayores a los que obtienen en los terminales de Quintero y Mejillones.
La situación de Chile –y sobre todo de la región de Antofagasta- en materia energética ha ido evolucionando positivamente durante la última década.
Desde que se produjo el corte de suministro de gas de Argentina (2007), que no sólo dejó inútil la millonaria inversión en los gasoductos regionales, sino que obligó a la reconversión de las generadoras eléctricas y a un prolongado estado de alerta para mantener abastecidas a las centrales de Mejillones) y otras de carácter privado, tienen hoy a la zona en una posición de diametralmente opuesta a la que había hace 10 años atrás.
Además del proyecto de interconexión entre el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) y el Sistema Interconectado Central (SIC) que permitirá fortalecer el sistema y rebajar los precios de los clientes residenciales y libres, también se agrega la inminente exportación de energía excedente del SING hacia Argentina, a través de la línea AES Gener Andes-Salta.
Es decir, en una década el norte de Chile pasó de depender del gas argentino a convertirse en una región exportadora de energía eléctrica y gas natural.
Al respecto, el gerente general de GNL Mejillones, Jean Michel Cabanes, comentó que “se trata de un hito histórico del cual estamos orgullosos de participar, ya que refuerza la dimensión regional de nuestro terminal y a la vez es una muy buena noticia para el subcontinente que puede ir desarrollando el intercambio de energía”.
Respecto de la posición del terminal para enfrentar estos envíos, Cabanes aseguró que por ahora -considerando las cantidades involucradas- no es necesario emprender inversiones adicionales.“la capacidad del terminal permite satisfacer en pleno invierno una demanda de esa magnitud”, señaló.
Sin embargo, adelantó que tiene en carpeta un proyecto de expansión de su capacidad de regasificación. “hoy podemos regasificar 5,5 millones de metros cúbicos por día -lo que equivale a recibir 20 barcos anualmente -, y con una inversión de unos US$40 millones podríamos aumentar esa capacidad en un 50%”, señaló Cabanes.
El ejecutivo explicó que ese proyecto se activará cuando se concrete una demanda de mediano plazo que exceda la actual capacidad de 20 barcos con la cual cuenta hoy el terminal. Eso, según sus cálculos, podría producirse entre 2018 o 2019.