El gobierno nacional autorizó la importación de crudo de petróleo para recomponer el nivel de rentabilidad. El motivo es que en el extranjero, el combustible es más barto que en la Argentina. El problema fue que la licitación la ganó Shell, la empresa que tenía como presidente a Juan José Aranguren, el actual ministro de Energía.
Las petroleras padecen la caída del precio del crudo y también la devaluación mayor al 50 por ciento desde que se inició el nuevo gobierno. El dólar se encareció y presiona sobre sus costos, mientras que los precios de la nafta y el gasoil se incrementaron sólo un seis por ciento.
Para balancear esa ecuación, un grupo de petroleras –Shell, Axion Energy, Petrobras y Oil– adquirió un barco de crudo cargado con un millón de barriles de petróleo de tipo Bonny Light desde Nigeria que arribará al país el 25 de febrero. Es la primera importación de crudo a cargo de empresas privadas en más de cinco años.
La polémica se desató, debido a que ganó la licitación Shell, la empresa que presidía Aranguren antes que haga su salto a la política. El favor en la disputa por los números de la importación es una pregunta que se hacen los petroleros.
Las empresas sufren la caída del precio del petróleo y hace que la situación de los trabajadores sea complicada. Por este motivo, el Gobierno de Chubut, las petroleras y los sindicatos quieren una compensación para el petróleo que se exporta por el que actualmente se obtiene menos de u$s 20 en el mercado internacional.