En varios frentes trabaja Endesa para viabilizar en el largo plazo la operación del complejo termoeléctrico Bocamina, en Coronel, el que se ha enfrentado a varias paralizaciones en los últimos años producto de la judicialización y la oposición de pescadores y algueros. Primero, en noviembre de 2014, y con Bocamina II paralizada, la empresa firmó un “programa de valor compartido” con los sindicatos de pescadores y algueros de la zona, la Municipalidad de Coronel y el Gobierno Regional, en el que comprometían la creación de un fondo anual, que se extenderá por 30 años, para el desarrollo de proyectos por parte de la comunidad, entre otras iniciativas.
Ahora, como segundo paso, Endesa comprará una parte del el carbón que consumirá a un grupo de productores locales.
Según una consulta ingresado al Servicio de Evaluación Ambiental, firmada por el gerente general de la generadora, Valter Moro, se explica que pretenden, “en el marco de su programa de Responsabilidad Social Empresarial (RSE)”, adquirir 1.000 toneladas de carbón mensuales a pequeños productores de las localidad de Curanilahue y Coronel. Algunas fuentes explican, de todos modos, que esto sería una pequeña parte de las necesidades de la unidad.
Para esto, Endesa firmó un acuerdo con la Asociación Gremial de Productores de Carbón de la Región del Biobío y sometió a pruebas el mineral para determinar si era utilizable en la central.
La firma consultó a la autoridad si esto debía contar con algún tipo de autorización ambiental. El monto de la operación no fue revelado.
También solicitó permiso para transportar por una sola vez 25.000 toneladas de carbón desde Penco a Coronel, las que están almacenadas en el puerto Cabo Froward, y tendrán como destino las canchas de acopio de la central.
El complejo Bocamina es una operación crítica para la generadora, pues la paralización entre diciembre de 2013 y julio de 2015 produjo un impacto por reducción de margen operacional por
US$ 370 millones, según informó la firma a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). Asimismo, la compañía debió realizar inversiones por unos US$ 100 millones en mejoras ambientales.