El gobernador Alberto Weretilneck encabezó la anteúltima entrega de casas del Plan de 645 viviendas. En total 55 familias podrán empezar a habitarlas luego de una demora que, en un primer momento, generó preocupación y enojo entre los vecinos.
Si bien el acto contó con la presencia de varios funcionarios provinciales, llamó la atención la ausencia del intendente Gustavo Gennuso en la recorrida del gobernador, que permanecerá en la ciudad para participar de la inauguración de la Inmaculada Concepción, y de la Exposición Rural.
El plan de viviendas, financiado en parte por el gobierno nacional, se licitó en 2009 y se transformó en el plan social más grande de la ciudad. No obstante, el primer inconveniente que tuvieron que sortear las primeras familias fue el de la falta de gas.
Recientemente, Camuzzi Gas del Sur reveló que, para terminar el gasoducto cordillerano, se necesitarán más inversiones por parte de los municipios. Ante este panorama, el gobernador dijo no contar con notificación alguna de la empresa. También recordó la instalación de una planta reductora y la inversión puesta en la red de gas para el barrio.
"Piden más plata", resumió el ministro de Obras Públicas, Carlos Valeri, al ser consultado acerca de la habilitación de 3.000 nuevas conexiones para Bariloche. El funcionario relató que mantuvo reuniones con el secretario de Obras Públicas del gobierno nacional, Marcelo Chaín, para obtener un informe acerca de los pagos realizados a los encargados de los trabajos.
Valeri afirmó que Camuzzi "tiene cautiva la obra", dijo que la misma está casi terminada y adelantó que, una vez "arreglado" el problema del dinero, Bariloche contaría con la provisión del servicio tal como se planteó originalmente.
El ministro se mostró sorprendido por las recientes declaraciones desde la empresa, dado que el municipio pagó cada certificación sin recibir queja alguna. En este sentido entendió que Camuzzi busca una "actualización" de precios y reveló que la diferencia que paraliza las obras rondaría los 50 millones de pesos.