Como una audaz jugada de ajedrez califican varios agentes de la industria el memorándum de entendimiento que suscribió Corfo con la estadounidense Rockwood Lithium para modificar el contrato que sostienen para explotar el litio en Chile, acuerdo que debiera cerrarse antes del 30 de marzo. Esto, porque, independientemente de si la estatal sufre un traspié en su actual arbitraje por el contrato de extracción de litio que tiene con SQM, sí o sí con esta modificación contractual con Rockwood le inyectará más competencia.
El nuevo contrato sería por 27 años, implicaría ingresos para el fisco por US$ 100 millones al año, Rockwood invertirá unos US$ 600 millones en cuatro años y en ese mismo lapso podría alcanzar a producir hasta 70 mil toneladas de carbonato de litio, desplazando a SQM como el mayor productor local.
Pero hay aspectos del acuerdo que han pasado inadvertidos.
El documento explicita, entre otros aspectos, algunos roles que Corfo le exigirá a Rockwood, como "generar inversión para la elaboración de productos de valor agregado" y "expandir la producción de litio para mantener el liderazgo y la participación de mercado de Chile a nivel mundial".
Además, el memorándum establece límites claros, como la prohibición de exportar salmuera (SQM ha sido acusada de exportar salmuera) y solo aceptarán envíos de materiales avanzados con valor agregado; aumentar inversiones de valor agregado en Chile; comercializar estos productos (carbonato e hidróxido de litio grado batería y, eventualmente, otros) a precios premium ; apoyar inversiones en energía solar y disponibilidad del recurso natural ligado a la vida útil de los bienes de producción (cuota y tasas de salmuera).
Eduardo Bitran, vicepresidente ejecutivo de Corfo, indica que los precios premium oscilan entre un 15% y 30% mayor que el producto que hoy se exporta, el carbonato grado técnico. Asimismo, destaca que "para evitar precios de transferencia a precios menores a los de mercado, como ocurre con SQM, lo que nos tiene en juicio para terminar contrato, los precios se consideran como aquellos que se venden a clientes no relacionados. Además, está la obligación de otorgar acceso a toda la información relevante para verificar cumplimiento". Con todo, los precios del carbonato de litio grado batería deberían hoy superar los US$ 7 mil la tonelada, y el hidróxido es por lo menos US$ 1.000 más caro, dice el ejecutivo.
Bitran explica que llevar adelante una licitación del Salar de Atacama es inviable porque le quedan aún unos 15 años de contrato a SQM y a Rockwood. Por otro lado, los salares con litio que tiene Codelco demorarían casi 10 años en que se inicie un desarrollo desde cero y sin expertise , por lo que "tener que quedar congelado en la producción durante siete años es un enorme perjuicio para el país", explica, en un contexto que se necesita que aumente la oferta del litio en el mundo.
Si no se hacía algo con el litio ahora, Bitran asegura que Chile pasaría de tener el 50% del mercado a un 20% en 2025, lo que sería "inaceptable" y se dejarían de percibir US$ 100 millones anuales para el fisco.
Con lo anterior, descarta que la motivación de este contrato con Rockwood sea perjudicar a SQM, aunque aclara algunos puntos. "Obviamente, no podemos negociar con SQM, porque estamos en litigio pidiendo el término del contrato, ¿qué vamos a negociar?".
El vicepresidente ejecutivo de Corfo piensa que con este acuerdo "el Estado se beneficia en condiciones inusuales y eso le molesta a SQM, porque establece un piso a futuro que ellos nunca han estado dispuestos a dar".
Agrega que "en todo caso, es imposible que con una empresa con el gobierno corporativo como el que tiene SQM se pueda llegar a algún acuerdo, sobre todo con un controlador que para asegurar lo que quería asegurar, es capaz de incurrir en las prácticas que todos conocemos".