La puesta en marcha operativa del Proceso Preventivo de Crisis (PPC) acordado por los actores de la industria petrolera en la Cuenca Neuquina se dilatará al menos hasta la semana próxima. Desde el sindicato de Petroleros Privados ingresaron un pedido al ministerio de Trabajo de la nación para que se convoque a las operadoras que no participaron del acuerdo, sólo firmado por las empresas de servicios especiales e YPF.
Uno de los principales puntos a acordar, y por el que se reclama la participación de todas las firmas, es la implementación del régimen de suspensiones rotativas que con su aplicación dejaría en casa a unos 2.000 operarios de la cuenca. El motivo –planteado por el sindicato que dirige Guillermo Pereyra– busca garantizar criterios unificados y de cumplimiento efectivo por las compañías
"Necesitamos que todas las operadoras, como Total, Petrobras, Chevron, PAE y otras, que no participaron de la firma del acuerdo, participen de los detalles operativos para que además comprometan su cumplimiento. No podemos hacerlo con algunos sí y que otros no lo hagan desconociendo su compromiso", indicó Pereyra a "Río Negro".
El PPC, una suerte de acuerdo de partes para tomar medidas que permitan a la actividad superar la crisis, tuvo para los sindicatos el compromiso de suspender los despidos injustificados por 90 días. Como contrapartida se acordaron suspensiones rotativas con un plus salarial de hasta el 50% de lo cobrado por un operario en actividad. También se avanzará sobre la jubilación de unos 1.000 trabajadores en condiciones de tomar el beneficio.
Desde el sindicato aseguraron que por el momento no hay suspensiones bajo el nuevo programa.
Otro de los puntos pendientes de discusión tiene que ver con lo que las empresas del sector denominaron mejoras en la productividad. Si bien el ítem comprende distintas actividades, en la laboral buscan implementar un control más intenso para bajar los indices de ausentismo. Además evalúan nuevas propuestas para los diagramas en el campo.
Marcelo Volonté, presidente de la Cámara Empresarial Industrial Petrolera y Afines de Neuquén (CEIPA), alertó ayer por la situación que atraviesan las pymes ante la crisis en el sector hidrocarburífero, a la vez que solicitó que se las incluya en el acuerdo que sellaron el gobierno nacional, las grandes operadoras y el sindicato petrolero.
"El escenario es de mucho riesgo para las empresas. Debemos bajar costos para hacer más con lo mismo, y tener trabajadores parados no es solución. Eso es achique y termina impactando con la actividad en general", señaló Volonté en declaraciones radiales.
Planteó que se deben tener costos más competitivos, a la vez que advirtió que las pymes arrastran problemas como la discusión de los contratos, los plazos y la rentabilidad. En este sentido, sostuvo que ante una situación de achique no se van a poder afrontar las deudas, sino que se van a tener que realizar recortes. "Por eso queremos participar para aportar en el sostenimiento de la actividad", aseguró.
El titular de CEIPA afirmó que desde su sector no ven soluciones apuntadas al aumento de la productividad y que si se pudiera incrementar eso y "bajar costos" se lograría mantener la actividad. "No estamos en contra de un acuerdo entre las partes, todo lo contrario. El problema es que nunca nos invitaron, cuando las pymes representamos un lugar importante por la cantidad de empleados. No vemos mal lo de las jubilaciones anticipadas, pero no sabemos cómo se va a aplicar, como tampoco el mecanismo de rotación, algo que nosotros no estamos en condiciones de hacer", comentó Volonté.
"Al no participar, no podemos exponer nuestro punto de vista. Tenemos mucho para aportar y no queremos boicotear el acuerdo, sino participar de esas reuniones", agregó.
"Fuimos los precursores de realizar esta mesa de diálogo cuando la crisis no estaba instalada. Si nos hubiesen escuchado hace más de un año, quizá se podía llegar a esta situación posicionados de otra manera", apuntó.