PALMA CANÉ
A partir de junio del 2014, cuando el petróleo alcanzó un pico de u$s 105 por barril, su precio ha sufrido una fuerte caída del orden del 70%; llegando a la fecha a los u$s 30, valor que no se registraba desde el 2003. Este derrumbe del oro negro ha ocasionado fuertes volatilidades en los mercados mundiales.
Dicho esto, surgen las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles han sido las causas de tan pronunciada baja?
- ¿Cómo y porqué se han visto afectados los mercados, en especial los bursátiles?
- ¿Cuál será la evolución del precio en el mediano plazo?
Con respecto a las causas de la fenomenal baja, la respuesta es que claramente se trata de un exceso de oferta. En efecto, de acuerdo a los datos suministrados por la Agencia Internacional de Energía, a la fecha el exceso es de dos millones de barriles día; generados por una oferta de 95 millones versus una demanda de 93 millones.
Ahora bien, no es esta la primera vez que se da en el mercado un desequilibrio de estas características y, sin embargo, en esas ocasiones los precios se mantuvieron estables. ¿Qué ha sucedido en esta oportunidad? Muy simple: anteriormente, el exceso de oferta se corregía mediante una reducción equivalente de la producción llevada a cabo por el cartel de la OPEP; liderado por Arabia Saudita, primer productor mundial. Se trataba, pues, de un clásico ajuste por cantidad: se reduce el volumen, se equilibra la oferta con la demanda y -en consecuencia- el precio se mantiene estable. Sin embargo, esta vez la OPEP decidió ajustar por precio, esto es: se mantiene el volumen y, entonces, el mercado se equilibra por una baja de precio.
Ahora bien, ¿a qué se debe este cambio de estrategia? Los motivos fueron económicos y políticos. En efecto:
- La OPEP buscó bajar los precios para desalentar la entrada de nuevos competidores que estaban ingresando al mercado a través del desarrollo de la nueva tecnología de shale gas que tiene un mayor costo que la extracción tradicional. Ello se debió a que en los últimos años dicha tecnología agregó a la oferta, especialmente por EE.UU., una adicional de 4 millones de barriles que, precisamente, fueron los que provocaron el desequilibrio. Objetivo logrado: muchas producciones de este tipo fueron interrumpidas y , además, no hubo entrada de nuevos productores
- En términos políticos el objetivo era debilitar, entre otras, las economías de Irán y Rusia tradicionales enemigos del reino saudí y dependientes en grado sumo de sus exportaciones de gas y petróleo-tradicionales enemigos del reino saudí. Objetivo logrado: ambos países entraron en recesión.
En relación a su impacto negativo en los mercados, el mismo se debe a los siguientes factores:
- Aumento de la incertidumbre en general
- Fuerte caída en los niveles de actividad en los países exportadores y aumentos de sus desequilibrios fiscales y del sector externo
- Fuertes pérdidas en las compañías petroleras
- Cancelación de inversiones en el sector, tanto en las perforaciones tradicionales como en las del shale gas
- Escaso aumento del consumo en los países importadores debido a que, en general, el aumento del ingreso real -generado por la baja en los costos energéticos- no se canalizó en su totalidad al gasto, habiéndose producido un incremento en la tasa de ahorro.
Finalmente, la cuestión que se plantea es cómo seguirá la evolución del precio en el mediano plazo. A este respecto, hay que tener en cuenta que -como ya se ha dicho- Arabia Saudita ha cumplido sus objetivos políticos y económicos y, además, los países productores han llegado a un límite de sus desequilibrios y, por lo tanto, se ven impelidos a revertir la tendencia. Ahora bien, partiendo de esta realidad, ¿cuál sería el mecanismo más idóneo para lograrlo? No hay otro camino que volver al ajuste por cantidad, esto es: eliminar el excedente mediante una reducción de la oferta encabezada por Arabia Saudita y los otros miembros de la OPEP pero consensuada, también, con otros exportadores no pertenecientes al cartel tales como, entre otros, Rusia. En consecuencia, en nuestro escenario base, partimos de la base que dicho ajuste se producirá en el corto plazo.
Si esto fuera así, el precio -a medida que se vayan desagotando los actuales stocks excedentes-comenzaría, gradualmente, a recomponerse estimando que podría alcanzar un valor del orden de los u$s 50 hacia fines de año, Caso contrario, es decir de no llegarse rápidamente, a un acuerdo de recorte de la producción, no debieran descartarse mayores volatilidades.