Gas Natural Fenosa prepara una de sus grandes apuestas para el próximo plan estratégico: el crecimiento en Chile. La compañía quiere integrar todos sus negocios en el país para poder consolidar los resultados obtenidos y mejorar su eficiencia operativa. Para ello, la gasista que dirige Rafael Villaseca, analiza una fusión a tres bandas que incluiría a su filial Gas Natural Chile con la recién adquirida Compañía General de Electricidad ( CGE) y el negocio de gas natural procedente de la escisión de Gasco.
La operación se llevará a cabo tan pronto como se materialice la división de Gasco SA. El pasado 18 de diciembre, Gas Natural Fenosa Chile firmó un acuerdo con la familia Pérez Cruz, para la división en dos sociedades: una orientada al negocio del gas natural (Gasco GN) y otra de gas licuado de petróleo (GLP), con denominación Gasco S.A que permanecerá bajo el control de la familia Pérez Cruz.
En virtud del acuerdo alcanzado, ambas partes lanzarán ofertas públicas de adquisición de acciones (OPAs) por el total de las nuevas acciones de Gasco GN y Gasco S.A., comprometiéndose a acudir a la OPA lanzada por la otra parte. Esta operación -que sigue pendiente de las autorizaciones regulatorias- permitirá a Gas Natural Fenosa focalizar los esfuerzos en el negocio de distribución de gas natural, optimizando de esta manera los activos en Chile.
La compañía tiene una gran apuesta para gasificar el país. De hecho, estas pasadas Navidades tanto el presidente, Salvador Gabarró, como el consejero delegado, Rafael Villaseca, se reunieron con la presidenta chilena, Michele Bachelet, para explicarle los planes de crecimiento de la empresa que se incluirán ya en la estrategia que la compañía prevé anunciar el próximo 30 de mayo.
La compañía española, a través de las distribuidoras Metrogas y Gas Sur, invertirá 700 millones de dólares (635 millones de euros) en los próximos cinco años para llevar el suministro de gas natural a siete nuevas regiones del país, además de aumentar su uso en las zonas donde ya está presente.
La iniciativa permitirá conectar 500.000 nuevos hogares durante los próximos cinco años, lo que beneficiará a unos dos millones de personas. Este plan es la primera etapa de un proyecto que tendrá una duración de 10 años y que requerirá de una inversión de 1.100 millones de dólares (en torno a 1.000 millones de euros), que permitirá suministrar gas a cerca de 800.000 nuevos hogares.
Las nuevas regiones a las que se proveerá de gas natural en los próximos cinco años son las de Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Maule, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, que se suman a la Región Metropolitana y a la de O'Higgins, donde Metrogas ya opera. En total, serán 34 los nuevos municipios beneficiados por este proyecto.
Con la integración de los tres holdings, la intención de la gasista es lograr una mayor eficiencia en sus operaciones en el país al tiempo que conseguir un mayor ahorro de costes. La gasística analiza en estos momentos las implicancias jurídicas y tributarias, para determinar la viabilidad de la operación. La absorción no implicará necesariamente la desaparición de las marcas o el cambio de nombre de CGE.
Según el acuerdo, el valor asignado a cada acción de Gasco SA es de 2.100 pesos chilenos (unos 2,76 euros), mientras que cada acción de Gasco GN tendrá un valor de 3.200 pesos chilenos (unos 3,02 euros). Estos precios serán ajustados por las partes, entre otros, por efecto de la asignación de los bonos y determinados activos a las dos sociedades, así como por el efecto de los dividendos pagados por Gasco, o por Gasco GN o Gasco SA, o por causa de hechos producidos a partir del pasado 31 de diciembre.
En el momento del lanzamiento y liquidación de la opa sobre Gasco SA la familia Pérez Cruz tendrá el derecho, pero no la obligación, de solicitar financiación a condiciones de mercado a Gas Natural Fenosa, que podrá otorgarla a través de la filial que desee, para el pago de parte del precio de la opa. La compañía presidida por Salvador Gabarró señaló que prevé que este proceso pueda quedar finalizado este año sujeto a la obtención de las autorizaciones y consentimientos propios del proceso.
Respecto de la división de Gasco, tras el visto bueno de los bonistas, el paso siguiente será votar la operación en junta extraordinaria de accionistas, para la que no hay fecha definida. En el caso de Gasco GLP, que quedará en manos de los Pérez Cruz, éstos podrían desembolsar unos 98 millones de dólares para comprar el 20% de participación aún en manos de fondos de inversión, AFP e institucionales, mientras que GNF por un porcentaje similar de Gasco GN- llegaría a 166 millones de dólares.
Gas Natural Fenosa (GNF) cumplió con lo previsto en su Plan Estratégico 2013-2015, a pesar de la fuerte caída de los hidrocarburos durante el período. El negocio internacional -particularmente en Chile- le permitió compensarlo y cerró el año con un beneficio neto de 1.502 millones de euros, un 2,7 por ciento más; un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 5.376 millones, un 10,8 por ciento más; y unas ventas de 26.015 millones.
Rafael Villaseca, consejero delegado de la empresa, mientras presentaba los resultados y desglosaba las magnitudes del grupo, se apoyó un buen número de veces en la expresión "estamos muy satisfechos", añadiendo, al referirse al ejercicio de 2015 "en un año muy, muy, muy difícil".
Aunque la compañía parte de la base de que el grueso de su negocio está regulado y es muy estable -la distribución de gas y electricidad aportan casi el 60 por ciento del ebitda-, cuando se aprobó el Plan Estratégico nadie preveía que el precio del crudo fuera a desplomarse en los años siguientes. De hecho, esta caída, que se repercute en el gas, provocó un impacto negativo de 109 millones durante el año pasado.
En cualquier caso, GNF ha cumplido sus previsiones, e incluso ha mejorado ligeramente el dividendo: si quería retribuir en metálico un 62 por ciento del beneficio, al final el porcentaje ha subido hasta el 62,1 por ciento. Con cargo al año pasado, abonará 0,93 euros por acción, un 2,7 por ciento más que en año anterior. Atendiendo a la revalorización de la acción durante el período contemplado por el Plan, la rentabilidad acumulada del accionista ha sido del 16,6 por ciento anual.
El endeudamiento, otro de los indicadores básicos, también experimentó una buena evolución, hasta situarse en 15.648 millones a finales del año pasado, una cifra tres veces mayor que el ebitda. Villaseca destacó que la ratio deuda/ebitda se había reducido a la mitad desde la compra de Unión Fenosa, a pesar de haber desembolsado 4.300 millones por la chilena Compañía General de Electricidad (CGE).
Esta adquisición fue particularmente beneficiosa el año pasado, porque duplicó su beneficio, permitiendo al Grupo sumarse 499 millones al ebitda. Gracias a CGE se han compensado pérdidas por la comercialización (156 millones), por el cambio regulatorio en España (59 millones) y se ha suavizado el efecto erosionador del tipo de cambio de las monedas.
Villaseca indicó que el Plan Estratégico del próximo trienio se retrasará hasta el segundo semestre, con la intención de tener una idea más clara de la evolución del petróleo -"ahora soy incapaz de prever nada"- y las materias primas. Únicamente adelantó que las inversiones se mantendrían en el entorno actual de los 2.000 millones anuales, la mayoría para ampliar las redes, y que se buscará crecer orgánicamente, aunque sin desaprovechar las oportunidades que se presenten. El retraso, por otro lado, deja en el aire la decisión sobre el pago de dividendos.
Villaseca volvió a negar cualquier tipo de operación con Repsol, uno de sus accionistas de referencia: "no ha entrado ni entra en el radar". Precisamente estos días los analistas especulan con la posibilidad de que Repsol se deshaga de su 30 por ciento en GNF para obtener oxígeno ante los malos resultados a los que le empuja la caída del petróleo.
El ejecutivo también se refirió a la subasta de renovables celebrada recientemente, saldada sin que los participantes obtuvieran retribución adicional a la del mercado; GNF quería hacerse con un buen lote de los 500 MW eólicos en almoneda, pero se quedó fuera finalmente. Villaseca afirmó con contundencia que no entendía cómo se podía acudir a una puja por ayudas "si no se quiere recibir dinero público" y defendió la necesidad de dichas ayudas para crecer en renovables.
A pesar de los buenos resultados, GNF cayó ayer un 5,51 por ciento en el parqué madrileño. Los analistas creen que una posible venta de Repsol de su 30 por ciento en la empresa puede estar detrás del descalabro. También influye que haya anunciado un retraso de seis meses de su Plan Estratégico -estará en junio- o la falta de definición de su futura política de retribución al accionista.