Los ministros de salud de 13 países americanos, entre ellos los integrantes del Mercosur y Canadá, acordaron hoy en Montevideo coordinar acciones para adecuar respuestas de vigilancia y control de las enfermedades producidas por el virus del zika, el Chikungunya y el dengue.
También se acordó solicitar ayuda internacional para enfrentar "la grave situación epidemiológica", según indicó el ministro uruguayo de Salud, Jorge Basso, que fue el vocero de la reunión.
Tras consultas de cuatro horas en la sede del Mercosur, los ministros divulgaron una declaración de 16 puntos, que básicamente apunta a "fortalecer el rol de la autoridad sanitaria para coordinar las respuestas involucrando a todos los niveles de gobierno" en cada uno de los países.
Las autoridades sanitarias consideran fundamental el comportamiento de la población, por lo cual se impulsarán campañas de información y educación y se solicitarán recursos presupuestales adicionales para llevar adelante las iniciativas.
"No hay medidas mágicas ni respuestas sencillas", dijo el ministro Basso, en una rueda de prensa de la que participaron también representantes de otras naciones como Colombia, Perú y Costa Rica y de organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Los gobiernos del continente acordaron además "considerar la inclusión en las rondas de negociación de compras conjuntas" la lista de aquellos insumos necesarios para enfrentar esta situación.
El personal de salud de los países será actualizado en materia de prevención y tratamiento y se fortalecerá la atención primaria con atención integral con énfasis en la estimulación precoz de los recién nacidos.
La OPS y la Organización Mundial de la Salud (OMS) apoyarán esta nueva estrategia en un marco de cooperación horizontal y ayudarán a la necesaria orientación de recursos, se informó también en la reunión de hoy.
Dos días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase la “emergencia sanitaria internacional” por la proliferación del virus del zika, al que vinculan con enfermedades neurológicas en niños recién nacidos, los ministros de 14 países de América Latina se reunieron ayer en la sede del Mercosur, en Montevideo, y resolvieron armar un frente común para coordinar acciones contra esta epidemia que transmite el mosquito Aedes aegypti.
Del encuentro participaron Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela, Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Surinam, Costa Rica, República Dominicana y México.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) donará 8,5 millones de dólares a las nacionales latinoamericanas que deban enfrentar la pandemia. “Para obtener ese dinero le pediremos a diferentes donantes que colaboren con esta lucha”, manifestó Carissa Etienne, directora del organismo que funciona como oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recientemente donó 850 mil dólares.
Brasil es en la actualidad el país que, por lejos, cuenta con más personas contagiadas: 1,5 millón desde abril de 2015. Lo sigue Colombia, con poco más de 20 mil casos. La OMS calcula que en 2016 en el continente americano podrían reportarse de tres a cuatro millones de casos de zika.
“Lo que les preocupa a los ministros es la rapidez con la que se ha difundido la infección de este virus, ya que en menos de un año se ha diseminado en 26 países”, expresó Etienne.
Luego de cuatro horas en las que se presentaron informes y los ministros discutieron sobre diversos aspectos de la epidemia, el ministro de Salud de Uruguay, Jorge Basso, divulgó una declaración con 16 puntos para encarar la batalla en pos de derrotar los males que transmite el mosquito Aedes aegypti. No sólo el zika, sino también el dengue y el chikunguña.
Entre estos puntos se destaca el fortalecimiento de la autoridad sanitaria para coordinar a todos los niveles de gobierno respuestas de vigilancia y control de las enfermedades.
Con el principal objetivo de garantizar el éxito de las campañas que se lleven a cabo, se consideró de un valor muy significativo el comportamiento de la población. En este sentido, ven como fundamental vigorizar los mecanismos de comunicación que posibiliten una información precisa y actualizada de la situación epidemiológica; y diseñar y ejecutar campañas de educación sobre el tema, fomentando así el mayor conocimiento de los ciudadanos.
En la declaración se incluyeron también otros planteos sustanciales: incluir rondas de negociación de compras conjuntas de medicamentos de alto costo; diseñar protocolos y directrices clínicas para el tratamiento de las enfermedades; fomentar acciones de investigación interdisciplinarias para conocer más sobre el virus; fortalecer la atención primaria con servicios integrales en el neonato y la primera infancia –para lo que es indispensable contribuir a la educación del personal que trabaja en la salud–; y el de crear un grupo de seguimiento de la emergencia.
El ministro de Salud argentino, Jorge Lemus, informó que en el país “no hay circulación del virus”. Aunque sí ya hay tres casos importados (ver Un cordobés...). El ministro de Brasil, Marcelo Castro, aseguró que “existe una correlación entre el zika y los casos de microcefalia. Las evidencias son múltiples e incuestionables”.Consultado sobre si el zika puede afectar la realización en agosto de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, respondió con cifras que ilustran el combate de la epidemia en su país. “Tenemos 46 mil agentes de combate que van de casa en casa, y los reforzamos con 266 mil agentes comunitarios de salud”.
