La Argentina ofrece una tasa del 3% a los fondos buitre, reconociendo el capital adeudado y un pago en cuotas cada vez que el país liquide intereses de los títulos públicos emitidos luego del default de 2002. Sabe que este ofrecimiento es rechazado por los fondos buitre más duros, en especial el Elliott de Paul Singer, el NM Dart de Kenneth Dart y el Aurelius de Mark Brodsky, pero que podría ser aceptada por el "Grupo Varela" y varios de los "me too".
La estrategia entonces es partir la resistencia de los acreedores en dos grupos profundizando la interna que existe entre ellos, y mostrarle a Thomas Griesa que no sólo el país tiene voluntad de terminar con el "juicio del siglo", sino que hay bonistas (aunque no sean la mayoría) que están dispuestos a aceptar lo que el país ofrece. La idea es que el juez de Nueva York finalmente avale la propuesta y presione a Singer, Dart y compañía a que firmen el acuerdo o se queden fuera del cobro.
La propuesta, en líneas generales, fue expuesta ayer por el secretario de Finanzas Luis Caputo a los representantes legales de los fondos buitre, uno a uno, con la custodia personal del dueño de casa, el "special master" Daniel Pollack, que fiscalizaba desde su escritorio de Park Avenue las negociaciones entre las partes. Si bien no dio opinión formal sobre la idea de pago de la Argentina, el abogado norteamericano contratado por Griesa se mostró con una sonrisa en todo momento, algo absolutamente inédito en todas las jornadas en que le tocó intervenir desde que el juez norteamericano lo llamó para oficiar de negociador. Su aval es fundamental.
Si Pollack viera que hay apoyo de parte de al menos algunos de los acreedores, aprobaría llevar el caso ante el juez y que éste abra formalmente una ronda de discusiones final que termine en la confección de un listado de bonistas que acepte el plan de pagos. Lo fundamental de la propuesta argentina es ahora la reducción drástica de las tasas de interés que ofrece pagar el pais por la deuda total, bajando del 9,8% total que había impuesto originalmente Griesa a un 3%. El número, para el equipo que comanda en Nueva York Caputo, no es un capricho sino que surge de una doble vía.
Es el monto que cobraría el IRS (la AFIP en los Estados Unidos) por deudas impositivas con fallo judicial adverso para el contribuyente (no se puede aplicar un interés mayor). Además es el nivel de intereses que se aplican para los fallos judiciales en los que el perdedor de la causa proponga una liquidación en cuotas. En estos casos incluso la deuda actual es aún menor ya que considera una duplicación de las tasas de interés de rendimiento de los bonos emitidos por el Gobierno de los Estados Unidos. En la actualidad, este criterio representaría no más de un 2% total.
Según los cálculos oficiales, de aceptarse la tasa del 3%, la deuda total se reduciría en más de u$s 3.000 millones, bajando a un monto total de aproximadamente u$s 6.000 millones. Habría además un pago al contado (no determinado aún), y el resto a pagar cada vez que el país liquide intereses de los bonos Par, Discount y de los Bonar emitidos luego del default durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner; tanto en los canjes de 2005 y 2010 como en las emisiones del Bonar 24 de abril del año pasado por u$s 1.500 millones impulsada durante la gestión de Axel Kicillof. Cada vez que se liquiden intereses, el Gobierno sumaría un monto extra destinado a los acreedores. La idea, tal como adelantó ayer este diario, fue originalmente expuesta por los fondos buitre en septiembre del año pasado y replanteada el martes pasado por Roberto Cohen, el abogado defensor del fondo buitre Elliott. Lo que hace ahora la Argentina es tomar la idea, pero reduciendo sustancialmente los intereses y extendiendo los pagos. Es una forma además de mostrarle a Griesa voluntad negociadora, incluso aceptando una de las ideas del propio Singer.
La tasa de interés del 3% es similar a la que se negoció con los acreedores representados por Nicola Stock entre el sábado y el domingo en Nueva York, y que implicó una reducción de casi dos puntos del 5% que el CIADI había fallado originalmente para el pago de la deuda original. Todo el acuerdo, incluyendo el de los bonistas italianos, deberá luego pasar por el Congreso, donde en los primeros días de marzo el Gobierno ya podría comenzar a discutir durante las sesiones ordinarias.
Caputo llegó, como desde el lunes, antes que el propio Pollack a las oficinas de Park Avenue.
"Voy a reunirme con el 'special master' y holdouts de a uno", dijo Caputo en breves declaraciones al entrar. Pollack llegó media hora después, con una sonrisa, dijo que se está "tratando de avanzar cada día", y evitó hacer comparaciones respecto de las posiciones de cada parte desde el lunes, cuando arrancaron las discusiones: "Vamos a ver", afirmó tratando de esquivar a los periodistas y las gotas de lluvia que comenzaba a caer en la tórrida mañana neoyorquina.
Caputo realizó estas declaraciones al salir de las oficinas neoyorquinas del mediador del caso, Daniel Pollack, tras una jornada de cerca de nueve horas de reuniones con los holdouts, a las cuales consideró “largas y duras”.
El secretario de Finanzas señaló en diálogo con algunos medios de prensa que en las reuniones se está “analizando todo” y que aún quedan “capítulos para seguir cerrando”.
“Seguimos hablando, hemos hecho algún avance y mañana continuaremos”, detalló Caputo.
Al ser consultado sobre el estado de las negociaciones, Caputo mencionó que “hay capítulos para seguir cerrando. Estamos hablando con los diferentes grupos, algunos tienen más pretensiones y otros menos, y lo que más podamos ir cerrando, mejor”.
En ese sentido, el funcionario argentino señaló que “son muchos fondos, diferentes créditos, diferentes pretensiones. Ponerse de acuerdo en una sola oferta que compatibilice todo eso no es fácil”.
Por último, al ser consultado sobre si el preacuerdo con los holdouts italianos tuvo algún impacto en las conversaciones en Nueva York con los fondos buitre, el funcionario sostuvo que no fue visto “como un antecedente”.
“Teníamos que ir cerrando todos los capítulos, la mayor cantidad posible. Se dio que en ese pudimos llegar a un acuerdo más rápidamente que con este”, dijo.
Momentos después de la salida de Caputo de las oficinas de Pollack, alrededor de las 19.45 (21.45 en Argentina), el “special master” envió un comunicado en el que coincidió en que en la jornada de hoy hubo “algún progreso” y confirmó que las conversaciones continuarán mañana en sus oficinas del edificio ubicado en el 245 de la Avenida Park.