El tablero de la Cámara de Diputados mutó este miércoles tras la fractura en el Frente para la Victoria y los números ahora favorecen a Cambiemos, que, si bien no conforma un bloque único, tendrá la mayor cantidad de legisladores en ese Cuerpo.
La sumatoria de bloques e interbloques que configuran la fuerza gobernante arroja como resultado 92 diputados, apenas tres menos que los que poseía el kirchnerismo antes de la ruptura.
El Pro suma en total 42 miembros, en un interbloque que conforma con el salteño Guillermo Durand Cornejo, mientras que la UCR tiene 43 integrantes, entre 40 propios y tres aliados del Frente Cívico y Social de Catamarca.
A ellos hay que sumarle cinco de la Coalición Cívica de Elisa Carrió; Carla Carrizo, de UNEN; y Julio Raffo, quien debe reemplazar al embajador en Estados Unidos, Martín Lousteau, y se integraría a ese espacio.
Pero además, Cambiemos sumó este mismo martes un apoyo inesperado: el de un grupo de ocho exmassistas y diputados que responden a los hermanos Rodríguez Saá, que tienen un “acuerdo parlamentario” y anunciaron que bajarán a dar quórum.
En ese conjunto figuran cuatro representantes de Compromiso Federal y otros cuatro del interbloque Juntos por Argentina –que nuclea a los bonaerenses Darío Giustozzi, Eduardo Fabiani y Sandro Guzmán, y el tucumano José Orellana-.
Quien también pertenecía a ese espacio es Alberto Roberti, quien ahora pasó a integrar el nuevo bloque Justicialista.
A la hora de reunir el quórum, Cambiemos deberá mirar con atención al massismo, que, como tercera fuerza parlamentaria, resultará clave para habilitar las sesiones y aprobar los proyectos.
El Interbloque Federal Unidos por una Nueva Argentina suma 35 diputados, pues integra a 28 del Frente Renovador; dos dasnevistas; dos representantes del Movimiento Popular Neuquino y otros tres monobloques.
A ellos se les incorporará Claudia Rucci, quien debe asumir en lugar de Francisco De Narváez, el empresario que renunció a su banca a fines del año pasado.
Si Cambiemos cuenta con el respaldo de todos estos legisladores, llegará cómodo al mínimo de 129 diputados necesario para sesionar.
En la otra vereda, el Frente para la Victoria, liderado por Héctor Recalde, quedó con 80 integrantes, pues 15 abandonaron el bloque este miércoles, aunque las fugas hacia el flamante bloque Justicialista podrían continuar.
Esa nueva bancada, que conducirá el sindicalista Oscar Romero, tiene hasta el momento 18 legisladores, ya que a los 15 que abandonaron el FpV hay que sumar a Roberti y los pampeanos Gustavo Fernández Mendía y Sergio Ziliotto, quienes responden al gobernador Carlos Verna.
Habrá que prestar especial atención a los seis diputados del Frente Cívico por Santiago, que supieron ser aliados del Frente para la Victoria, al igual que Oscar Martínez, del Movimiento Solidario Popular.
Por lo pronto, Carlos Heller seguirá siendo socio incondicional del herido kirchnerismo, mientras que otro monobloquista, el líder de los canillitas Omar Plaini, no tiene un destino asegurado.
Distinta es la situación de otros diputados que configuran una oposición férrea al macrismo, como los cuatro del Frente de Izquierda y Alcira Argumedo, de Proyecto Sur.
Carlos Galván
En lo que puede considerarse una crónica con final anunciado, un grupo de diputados enfrentados a La Cámpora rompió ayer con el bloque del FpV y conformó una bancada propia. El nuevo bloque se llamará Justicialista y tendrá 17 integrantes, 14 de los cuales integraban el elenco kirchnerista.
Con esas bajas, el FpV queda reducido a 81 miembros y dejará de ser la primera minoría de la Cámara baja, lugar que desde ayer mismo es reclamado por el oficialista interbloque de Cambiemos debido a que suma 90 diputados.
La ruptura fue motorizada por el diputado Diego Bossio, quien hasta diciembre fue titular de la ANSeS y los tres salteños que responden al gobernador José Manuel Urtubey. El sindicalista de SMATA Oscar Romero, cercano a Bossio, suena para presidir la bancada.
La decisión de los rebeldes se comunicó tras un encuentro en el gremio de taxistas, previo a la convocatoria del bloque oficial, que comanda Héctor Recalde, a la que no asistieron. Ayer mismo ese sector dio a conocer un documento en el que se comprometió a hacer “una oposición responsable”, diferenciándose del kirchnerismo duro que domina el bloque del FpV.
Anoche preparaban una nota dirigida al presidente de la Cámara, el macrista Emilio Monzó, en la que informan que pasarán a integrar una nueva bancada.
Ya la habían firmado 15 diputados: los bonaerenses Bossio y Romero, los salteños Kosiner, Javier David, Evita Isa; el correntino Carlos Rubin; los jujeños Guillermo Snopek y Héctor Tentor; la riojana Teresita Madera; el catamarqueño Néstor Tomassi; el chaqueño Gustavo Martínez Campos y el mendocino Pedro Miranda. También se daba por segura la adhesión del ex gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, de viaje al exterior, tal como confimaron a Clarín fuentes del PJ provincial. Otro que cuentan los rebeldes es el correntino Oscar Macías. Además de estos 14 diputados que se alejan del FPV se suman al nuevo bloque los pampeanos Gustavo Fernández Mendía y Sergio Ziliotto, que responden al gobernador Carlos Verna, y el ex massista Alberto Roberti.
En la reunión rebelde estuvo además la rionegrina María Emilia Soria, quien luego participó del encuentro del bloque oficial y calificó de “apresurada” la decisión de romper. En el FpV también negaban el pase de Macías.
En un documento difundido después del encuentro, el sector rebelde reclamó una autocrítica, al sostener que “seguiremos defendiendo los logros de la etapa que pasó. Pero también es sumamente necesario reconocer errores, corregirlos y avanzar”.
Romero destacó que “nuestro sector tiene responsabilidades directas en las provincias y con los trabajadores”. De la reunión en Taxistas participó también un puñado de gremialistas, como el mecánico Ricardo Pignanelli, el lucifuercista Guillermo Moser y el ferroviario Sergio Sassia.
Desde el bloque K acusaron ayer a los rutpturistas de ayudar al oficialismo a reunir el quórum en Diputados. Consultado sobre esta cuestión, Romero dijo a Clarín: “¿Por qué no vamos a dar quórum para debatir las ideas? No pienso faltar a las sesiones. A mí me pagan para ir a trabajar”. Mientras el sector rebelde deliberada, los integrantes del FPV realizaban su primera reunión del año en el tercer piso del Congreso. Participaron unos 70 diputados, entre ellos José Luis Gioja. Los rebeldes esperaban sumarlo, pero no lo consiguieron: el sanjuanino hace equilibrio porque está buscando apoyos para presidir el PJ.
Del encuentro en el Congreso participó la plana mayor de La Cámpora, con Máximo Kirchner a la cabeza, además de Diana Conti, Teresa García y Julio De Vido, entre otros leales a Cristina. El hijo de la ex presidenta cerró con una anécdota en la que cargó duro contra Bossio.
Con el desprendimiento, el FpV quedaría reducido a 81 miembros y dejaría de ser la primera minoría en Diputados, según sacaban cuentas cerca de Monzó: Cambiemos suma 90. Pero Teresa García, secretaria parlamentaria del FpV, dijo a Clarín que el bloque K continuará siendo la primera minoría porque Cambiemos es un interbloque. Esa batalla arranca ahora y será clave en el reparto de comisiones.
El diputado Julio De Vido (FPV) dijo hoy que constituye un "grave error" la decisión de al menos 12 diputados de abandonar el bloque FPV-PJ, y acusó al Gobierno de Mauricio Macri de ser el "actor fundamental" de la movida.
"Es un grave error lo que han hecho estos compañeros. Los hace funcionales la macrismo oficialista gobernante", dijo De Vido en declaraciones a la prensa.
"No tengo dudas de que el Gobierno es un actor fundamental en la creación de este nuevo bloque. Ninguno de ellos vino al bloque a dar la cara y explicar su posición", agregó.
De Vido dijo que reivindica la conducción de la ex presidenta Cristina Kirchner y se solidarizó con "la violenta represión en la villa 1-11-14, con Milagro Sala y con los compañeros que perdieron su trabajo".
Hoy, doce diputados kirchneristas decidieron hoy dejar el bloque del FPV y armar uno nuevo, junto a otros legisladores del peronismo disidente. La deserción representa un quiebre dentro del Frente para la Victoria, que perdería la condición de primera minoría en manos del interbloque Cambiemos.