Gas Natural Fenosa registró un beneficio neto de 1.502 millones de euros en 2015, lo que supone un incremento del 2,7% respecto al año precedente, con lo que cumple los objetivos que se había marcado en el Plan Estratégico 2013-2015.
La compañía elevó el resultado bruto de explotación (Ebitda) consolidado hasta los 5.376 millones de euros, por encima de los 5.000 millones fijados en dicho plan, según ha informado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El Ebitda creció un 10,8% en términos interanuales, si bien dicho porcentaje queda en el 8,6% (5.264 millones de euros) tras la reexpresión de los estados financieros por el acuerdo alcanzado para la división de la chilena Gasco. A final del ejercicio, la deuda financiera se situó en tres veces el Ebitda, ratio también alineada con los objetivos del plan finalizado.
La compañía sigue comprometida con su "sólida" política de retribución al accionista en efectivo y destinará 933 millones a dividendos con cargo a los resultados del 2015 (0,9328 euros por acción), el 2,7% más.
La chilena Compañía General de Electricidad (CGE), que se incorporó al perímetro de Gas Natural Fenosa en diciembre de 2014, agregó 499 millones de euros al Ebitda consolidado de 2015. Esta aportación permitió compensar el impacto de 59 millones del RDL 8/2014, que afecta a las actividades reguladas del gas en España, y el de la desinversión del negocio de telecomunicaciones, que sumó 32 millones al Ebitda del ejercicio 2014.
La compañía ha reexpresado los estados financieros de 2014 y 2015 para reflejar el acuerdo firmado el pasado mes de diciembre para dividir la gasista chilena Gasco en dos sociedades, una de gas licuado del petróleo (GLP), no gestionada por Gas Natural Fenosa y otra que sí gestionará, dedicada a los negocios de gas natural.
Tras dicha reexpresión de los estados financieros, el Ebitda consolidado de la compañía se ha reducido en 112 millones en 2015 y en 8 millones en 2014. Sin esta operación, el Ebitda de la multinacional hubiera crecido el 10,8% el año pasado, en lugar del 8,6% reportado.
La aportación de CGE elevó el peso de las actividades internacionales en el Ebitda de la firma hasta el 48%, frente al 44,7% de 2014. El resultado procedente de las operaciones en España (52%) reduce su peso relativo en el total consolidado.
La compañía situó su ratio de endeudamiento en el 45,8% a cierre de año, con una deuda financiera neta de 15.648 millones de euros. El 96,3% de la deuda tiene vencimiento a largo plazo y su vida media es ligeramente superior a los cinco años.
Gas Natural Fenosa contaba, a finales de 2015, con una disponibilidad de liquidez de 10.601 millones de euros, equivalentes a las obligaciones financieras de más de 24 meses.
El consejo de administración propondrá a la junta general de accionistas destinar 933 millones de euros (0,9328 euros por acción) a la distribución de dividendos con cargo a los resultados de 2015, lo que supone un aumento del 2,7% respecto del ejercicio anterior. El pago del dividendo complementario, de 0,525 euros por título, se realizará en efectivo el 1 de julio de 2016.
El pay out (proporción del beneficio neto que se destina a dividendos) se situará en el 62,1%, cumpliendo el objetivo marcado en el Plan Estratégico.
La multinacional invirtió un total de 2.082 millones de euros en 2015. Las inversiones materiales e intangibles alcanzaron los 1.767 millones de euros, con un incremento del 0,9%.
El principal foco inversor se situó en la actividad de distribución de gas, que aumentó el 3,8%, hasta 735 millones de euros, y representó el 41,6% del total consolidado. En España, las inversiones en distribución de gas crecieron el 29,9%.
La actividad de distribución de electricidad aumentó sus inversiones el 12,9%, hasta representar el 22,8% del total, fundamentalmente por el crecimiento en España. Por su parte, CGE representó el 15% de las inversiones materiales e intangibles.
Por ámbito geográfico, las inversiones en España disminuyeron el 2,7% (aumentarían el 18,4% si se excluye la inversión realizada en un buque metanero en 2014). En el exterior, las inversiones se elevaron el 5,5% por la incorporación de CGE.
No solo la operación de reorganización de Gasco que está en curso, donde son socios con la familia Pérez Cruz, ocupa a Gas Natural Fenosa (GNF).
La catalana, que en noviembre de 2014 tomó control de la Compañía General de Electricidad (CGE), en una operación valorada en más de US$ 3.000 millones, ahora se encuentra estudiando la posible fusión de las sociedades con que opera en Chile, con miras a simplificar su estructura. Esto fue revelado en los últimos estados de resultado de Gasco y CGE, cuyo principal accionista es la compañía española.
“CGE ha informado a este directorio que su matriz GNF está considerando, una vez perfeccionada la OPA sobre Gasco GN, distintas formas de mejorar la organización y entre ellas, proponer a las juntas de accionistas respectivas, la fusión de Gasco GN, CGE y GNF teniendo en cuenta el precio pagado en la OPA sobre CGE”, señala el documento.
El tema, señalan en el firma, están en fase de estudio, y todavía no hay una decisión tomada al respecto.
Hoy, Gas Natural Fenosa tiene tres sociedades con las que opera en Chile: Gas Natural Fenosa Chile Spa, CGE y la futura Gasco GN.
Uno de los modelos que se maneja para simplificar la estructura -ya que las tres compañías actúan en el mismo ámbito-, es que estas sean absorbidas por la matriz en España, la que pasará a controlar de forma más directa las operaciones, lo que también facilitaría que la catalana capture los beneficios de manera más limpia.
Hasta la fecha, y debido a las características de CGE (que opera también en el negocio del Gas Licuado, donde GNF no participa en otros países), los resultados de la eléctrica son reportados como una línea aparte dentro de los negocios de la catalana. De concretarse la absorción, sus resultados se consolidarían.
En todo caso, dicen en CGE, todavía deben analizarse variables como las implicancias jurídicas y tributarias, entre otras, para determinar la viabilidad de la operación. La absorción no implicará necesariamente la desaparición de algunas marcas o el cambio de nombre de CGE.
Respecto de la división de Gasco, tras el visto bueno de los bonistas -que la semana pasada aprobaron el cambio a los contratos- el paso siguiente será votar la operación en junta extraordinaria de accionistas, para la cual no hay fecha definida aún. De concretarse, esto también daría espacio a los minoritarios que quedarán en ambas sociedades
-Gasco GLP y Gasco GN- para que vendan sus participaciones.
En el caso de Gasco GLP, que quedará en manos de los Pérez Cruz, éstos podrían desembolsar unos US$ 98 millones para comprar el 20% de participación aún en manos de fondos de inversión, AFP y otros institucionales, mientras que en el caso de GNF, este monto -por un porcentaje similar de la propiedad de Gasco GN- llegaría a US$ 166 millones. En ambos casos, el precio de la transacción será el mismo para todos los accionistas.
Utilidades por US$ 134 millones reportó ayer la Compañía General de Electricidad, controlada por Gas Natural Fenosa (GNF), esto sin considerar el negocio del Gas Licuado Petroleo (GLP), que producto de la reorganización quedaría en el futuro próximo en manos de la familia Pérez Cruz, su socio en Gasco.
El año pasado, CGE obtuvo utilidades por US$ 100 millones, considerando la mencionada área. Según señaló CGE, la utilidad lograda entre enero y diciembre del año pasada se explicó por un mejor resultado financiero, con un Ebitda de US$ 491 millones "producto fundamentalmente de las mejoras en costos impulsadas por los planes de eficiencia operacional en el sector eléctrico, holding y servicios, un menor cargo por provisión de incobrables y a un aumento en las ventas físicas en el sector eléctrico".
Hoy, GNF presentará sus resultados para 2015, y según analistas, el impacto de las operaciones de CGE en la última línea será relevante. Según estimaciones, la catalana mostraría utilidades por unos 1.480 millones de euros para 2015, un crecimiento en torno al 1% respecto de 2014, aunque con la salvedad que ese año la firma tuvo ingresos extraordinarios por la venta de algunos activos. Las ventas habrían alcanzado a 26.400 millones de euros, mientras que el Ebitda habría crecido 10%, a 5.300 millones de euros.
Humphreys decidió recortar la perspectiva de Gasco a “desvaforable” debido a los nuevos escenarios que se abrieron tras la reorganización societaria anunciada por la compañía.
Esto podría hacer terminar en que los títulos de largo plazo bajen su clasificación desde “Categoría AA” a “Categoría A”.
La empresa anunció que dividiría sus negocios en las licuado, que serían manejados por Gasco S.A., de los de gas natural, manejados por la nueva sociedad Gasco GN.
Gasco S.A. será ahora la única responsable del pago de los bonos emitidos, por lo que se debilitarían los fundamentos de su nota actua, dijo Humphreys.
Según Humphreys, el endeudamiento relativo al EBITDA y al Flujo de Caja de Largo Plazo (FCLP) presentaría incrementos no menores. "Además, debe considerarse que se produciría una disminución de los excedentes determinados por la diferencias entre los flujos generados por la empresa y el pago de la deuda", agrega la agencia.
Junto con aquello, la fortaleza estructural del negocio de Gasco disminuiría, en comparación a la que actualmente exhibe la compañía previa a la división.