El embajador chino en Argentina, Yang Wanming, defendió los acuerdos firmados con la expresidente, Cristina de Kirchner. "No existen acuerdos secretos" entre ambos países" dijo, y agregó que espera que la construcción de las represas se termine hidroeléctricas de Santa Cruz continúe "según los planes previstos".
"China siempre desarrolló y seguirá desarrollando su cooperación con la parte argentina en los diversos ámbitos a la luz de los principios de apertura y transparencia y en cumplimiento de las leyes y normas. Por ende, no existen ni pueden existir acuerdos secretos", dijo el funcionario en declaraciones a Perfil.
Consultado sobre su opinión ante un posible freno a la construcción de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz, y cancelación del acuerdo para construir dos centrales nucleares, manifestó que están "atentos", pero que entiende "son sólo rumores". "Que yo sepa, el nuevo gobierno argentino se encuentra evaluando los acuerdos de todo tipo firmados por el gobierno anterior con distintos países, lo que tiene por objetivo esclarecer el contenido y dar impulso a la implementación de los proyectos, sin apuntar específicamente contra China".
En esta línea, afirmó que el proyecto de las dos represas hidroeléctricas es "abierto, transparente y cumplidor de las leyes y normas, tuvo un proceso de licitaciones públicas internacionales. Los preparativos de la construcción del proyecto han avanzado felizmente y reunieron todas las condiciones legales para su arranque tras ser aprobado por la audiencia sobre el impacto ambiental".
Sobre la posibilidad de un encuentro entre el presidente, Mauricio Macri, y su par chino, Xi Jinping, señaló que China albergará en Hang Zhou la Cumbre del G20 de l 4 a 5 de septiembre y la parte china ya extendió "su calurosa bienvenida al presidente Macri, a la expectativa de concretar un encuentro entre los dos jefes de Estado".
Respecto al futuro comercial de ambos países, dijo que e prevé que China importará bienes por un valor de 10 trillones de dólares e invertirá en el extranjero más de 500 mil millones de dólares, "lo cual generará valiosas oportunidades para la profundización de nuestra cooperación. Estamos dispuestos a aunar esfuerzos para promover la cooperación binacional dando certeza a un mayor número de productos agropecuarios argentinos en busca de un mayor equilibrio del comercio bilateral".
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Son días intensos para Yang Wanming, el embajador deChina en la Argentina. El cambio de mando en la Casa Rosada generó preocupaciones para Beijing, que ha escuchado a los funcionarios de Mauricio Macri decir que el nuevo gobierno revisará –y eventualmente cancelará– acuerdos multimillonarios que China había firmado con Cristina Kirchner. El macrismo sostiene que dichos contratos –entre los que figura la construcción con financiamiento chino de dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz– fueron suscriptos por un gobierno en retirada y que, en algunos casos, incluyeron cláusulas “secretas”.
En las últimas semanas, la embajada china desplegó sus artes diplomáticas para evitar que el Gobierno dé marcha atrás con esos acuerdos ya cerrados. Días atrás, el embajador se reunió con la canciller Susana Malcorra para expresarle las inquietudes al respecto. La diplomacia china esperó el momento adecuado para expresar públicamente su posición. Lo hizo a través de un cuestionario que Yang respondió por escrito a PERFIL esta semana.
El embajador aseguró que “no existen acuerdos secretos” entre China y Argentina y dijo que espera que la construcción de las represas se termine “según los planes previstos”, ya que tendrá un “efecto orientador y ejemplificador” para la cooperación bilateral. También celebró la apertura comercial impulsada por Macri: dijo que creará “condiciones propicias” para que aumente la inversión extranjera y afirmó que las empresas chinas “ven con buenos ojos” las perspectivas económicas argentinas.
—El nuevo embajador argentino en China, Diego Guelar, dijo que “con China hay que negociar con la mayor dureza”. ¿Le preocupa?
—Tras la asunción del nuevo gobierno, las autoridades de ambos países expresaron su voluntad de otorgar importancia al desarrollo de la Asociación Estratégica Integral entre China y la Argentina. En su encuentro con el Enviado Especial del presidente Xi Jinping, el presidente Macri calificó a China y la Argentina como aliados estratégicos naturales.
Tanto la vicepresidenta Gabriela Michetti como la canciller Susana Malcorra expresaron la voluntad de considerar los vínculos con China como prioridad en la práctica exterior. Me asiste la convicción de que ambos países continuarán llevando adelante las relaciones animados por el espíritu de igualdad, confianza mutua, beneficio recíproco y ganancia compartida para consolidar y expandir los frutos de nuestra cooperación sobre la base existente. Esperamos contar con la contribución del nuevo embajador de la Argentina en China para la promoción de los lazos y la amistad entre pueblos.
—El nuevo gobierno también dijo que revisará “acuerdos secretos” firmados con China por el gobierno anterior. ¿La revisión de contratos ya cerrados puede generar inseguridad jurídica para los inversores chinos?
—China siempre desarrolló y seguirá desarrollando su cooperación con la parte argentina en los diversos ámbitos a la luz de los principios de apertura y transparencia y en cumplimiento de las leyes y normas. Por ende, no existen ni pueden existir acuerdos secretos.
Estamos convencidos de que el nuevo gobierno argentino tomará como punto de partida el impulso activo de la implementación de los proyectos pertinentes y evaluará de forma objetiva e integral los acuerdos ya firmados entre ambos países para cumplirlos, lo cual hará firme la confianza de las empresas y bancos de la parte china sobre el mercado argentino, manteniendo su entusiasmo por la inversión y la cooperación, a la vez que creará condiciones favorables para la profundización de nuestra cooperación sustancial en el futuro.
—El gobierno argentino evalúa frenar la construcción de dos represas en Santa Cruz con financiamiento chino; y cancelar el acuerdo para construir dos centrales nucleares ¿Cuál es la opinión del gobierno chino sobre eso?
—Estamos atentos porque en la prensa argentina han surgido rumores acerca de los relevantes proyectos de cooperación entre China y Argentina, los cuales no son más que rumores. Que yo sepa, el nuevo gobierno argentino se encuentra evaluando los acuerdos de todo tipo firmados por el gobierno anterior con distintos países, lo que tiene por objetivo esclarecer el contenido y dar impulso a la implementación de los proyectos, sin apuntar específicamente contra China. El proyecto de las dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz, abierto, transparente y cumplidor de las leyes y normas, tuvo un proceso de licitaciones públicas internacionales.
Los preparativos de la construcción del proyecto han avanzado felizmente y reunieron todas las condiciones legales para su arranque tras ser aprobado por la audiencia sobre el impacto ambiental. El contrato del proyecto tiene un valor de aproximadamente 5.500 millones de dólares y el 85% de su financiamiento proviene de China. Tras el inicio de su construcción, la obra no sólo creará de cinco mil a seis mil empleos directos para la población local, sino que también ayudará a la provincia de Santa Cruz en el aprovechamiento de sus recursos hidráulicos. A su vez, las centrales nucleares de agua pesada y agua presurizada constituyen un fruto de beneficio mutuo del desarrollo de la energía nuclear de China y Argentina, y son un ejemplo de cooperación entre los países en vías de desarrollo en materia de energía nuclear.
De los 15 mil millones de dólares del valor total de las dos centrales, la parte china proporciona el 85% de su financiamiento, en tanto que el convenio también incluye temas como la transferencia tecnológica por la parte china y la exploración conjunta de los terceros mercados, lo que favorecerá el desarrollo de la industria nuclear de Argentina y, desde una óptica largoplacista, beneficiará el mejoramiento de la matriz energética y el suministro eléctrico del país. Estos proyectos, caracterizados por su gran magnitud e impacto, revisten un significado transcendental para el desarrollo socioeconómico de Argentina y tendrán un efecto orientador y ejemplificador para la cooperación sustancial sinoargentina en el futuro. Tenemos la certeza de que ambas partes promoverán la concreción de los proyectos pertinentes según los planes previstos.
—¿Existe interés en que el presidente Xi Jinping se reúna con Mauricio Macri?
—Una vez electo el presidente Macri, el presidente Xi Jinping lo felicitó a primera hora y designó al vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China como su enviado especial para participar en los actos de la transmisión del mando. Fue recibido por el presidente Macri y le entregó una misión personal del presidente Xi en la que hizo patente su voluntad de establecer buenos vínculos en lo personal y profesional con su homólogo argentino. China albergará en Hang Zhou la Cumbre del G20 del 4 a 5 de septiembre y la parte china ya extendió su calurosa bienvenida al presidente Macri, a la expectativa de concretar un encuentro entre los dos jefes de Estado.
—¿Cuáles son hoy los temas prioritarios en el diálogo con el gobierno argentino?
—China siempre concede suma importancia a las relaciones sinoargentinas desde una perspectiva estratégica. Ahora que las relaciones entre nuestros países han entrado en una nueva fase de desarrollo, la parte china tiene la mejor disposición para trabajar junto con el nuevo gobierno argentino para elevar la Asociación Estratégica Integral China-Argentina a un nuevo peldaño. Hacia esta meta, primero hay que promover el intercambio de alto nivel, consolidar la confianza mutua en materia política y mantener el apoyo recíproco en los temas tocantes a los intereses y preocupaciones esenciales del otro; segundo, es necesario impulsar los importantes proyectos de cooperación en las áreas de energía, transporte, telecomunicaciones e infraestructura, a la vez que profundizar la cooperación comercial, financiera y de inversiones; tercero, no es menos importante ampliar los intercambios en lo relativo a la cultura, educación, ciencia y tecnología, turismo y deporte, en aras de la amistad y el conocimiento mutuo de nuestras sociedades; y cuarto, se debe intensificar nuestra comunicación y coordinación en los foros multilaterales como la ONU y el G20, para salvaguardar los intereses comunes de los países en vías de desarrollo y economías emergentes.
—¿La apertura comercial de Argentina atraerá más inversiones chinas?
—Nuestra trayectoria de más de treinta años de desarrollo se ha encargado de demostrar que la apertura constituye el camino ineludible para la prosperidad del país. Las políticas de la apertura comercial impulsadas por el nuevo gobierno argentino crearán condiciones propicias para atraer más inversiones extranjeras.
Las empresas chinas ven con buenos ojos las perspectivas de la economía argentina y el mercado argentino, y abrigan positivos deseos e intereses por invertir en Argentina. De hecho, China figura como la tercera fuente de inversiones extranjeras para Argentina. En el último lustro, el monto de las inversiones y las operaciones de adquisición y fusión de China en Argentina ronda los 8.300 millones de dólares, lo cual ha contribuido a la creación directa e indirecta de más de 40 mil puestos de trabajo para los argentinos. Ahora que las relaciones binacionales están inaugurando una flamante etapa de desarrollo, la parte china desea trabajar junto con el nuevo gobierno argentino para promoverlas mediante medidas como el arranque del Foro Empresarial China-Argentina.
—¿Se podría potenciar el intercambio comercial?
—Se contemplan una alta complementariedad y enormes potencialidades en la cooperación económico-comercial entre China y Argentina en los próximos cinco años. Se prevé que China importará bienes por un valor de 10 trillones de dólares e invertirá en el extranjero más de 500 mil millones de dólares, lo cual generará valiosas oportunidades para la profundización de nuestra cooperación.
Estamos dispuestos a aunar esfuerzos para promover la cooperación binacional dando certeza a un mayor número de productos agropecuarios argentinos en busca de un mayor equilibrio del comercio bilateral. Por otro lado, nos empeñamos en fortalecer el enlace de las ventajas relativas industriales y la cooperación de inversiones en materia de nueva energía, ciencia y tecnología agrícola, infraestructura y turismo, a fin de concretar en forma gradual una cooperación en toda la cadena de valor, que dará un impulso a la exportación de los productos argentinos con alto valor agregado al mercado chino.
Un equipo interdisciplinario que funciona bajo la órbita del Ministerio de Energía y Minería está auditando los millonarios contratos firmados durante el kirchnerismo para construir grandes obras hidroeléctricas.
La prioridad, como era de esperar, es revisar todo lo actuado en torno a la instalación de las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz. Se trata del emprendimiento más costoso licitado por el Estado en los últimos 25 años y fue adjudicado por el gobierno de Cristina Kirchner a una UTE liderada por la firma cordobesa Electroingeniería, la compañía china Gezhouba e Hidrocuyo.
Diagnóstico. La orden que bajó de Casa Rosada es clara: quieren contar lo antes posible con un diagnóstico preciso para definir sobre la continuidad o no del proyecto, cuestionado desde distintos sectores que denuncian falta de transparencia durante el proceso licitatorio y que el elevado costo de las centrales –inicialmente fueron valuadas en alrededor de US$ 4.500 millones, aunque el presupuesto actualizado se acercaría a los 5.500 millones– no se condice con la cantidad de energía que generarán.
El primer obstáculo con el que se topó el Gobierno fue la dispersión de la documentación relativa al proyecto dentro de distintas dependencias públicas. “Hubo consultas interministeriales para juntar materiales sobre lo que se firmó”, explicaron allegados a Presidencia.
La polémica se avivó los primeros días de enero cuando Mauricio Macri recibió a Cristine Mc Divitt, viuda del filántropo ecologista fallecido días atrás Douglas Tompkins, y a Sofía Heinonen, de la ONG Conservation Land Trust, a quienes consultó su opinión sobre las represas.
Algunas versiones periodísticas indicaron que el Presidente les habría adelantado la intención oficial de parar su construcción.
Sin embargo, la decisión en el seno del Gobierno no está tomada. Aún se están evaluando los pro y contra de una definición de ese tipo.
Funcionarios que responden a Juan José Aranguren están abocados a ese análisis. Jorge Martolini, subsecretario de Energía Hidroeléctrica, recibió en las últimas dos semanas a autoridades de Santa Cruz para discutir cuestiones contractuales y de avance de obra. También recibió a representantes empresariales. De esas reuniones participaron también otros laderos de Aranguren como Daniel Redondo, secretario de Planeamiento Energético, y Alejandro Sruoga, de Energía Eléctrica, según indicaron a PERFIL fuentes santacruceñas.
Los funcionarios ya identificaron varios aspectos del proceso licitatorio con los que no están de acuerdo. Por ejemplo, el consorcio liderado por Electroingeniería tiene la potestad para definir el “proyecto ejecutivo” de la iniciativa. Es decir, puede elegir cuál es la ingeniería más conveniente con tal de incorporar obras adicionales que terminan impactando en los costos.
“Por lo general, el proyecto ejecutivo está definido en el pliego licitatorio para no darle esa margen de acción a los concesionarios. Si no, se torna muy complejo controlar los costos”, explicó un ex funcionario de Energía.
Entre las anomalías técnicas detectadas figura la inconveniencia de construir una nueva línea de transporte de alta tensión de 500 Kw hasta Santa Cruz con un costo cercano a los US$ mil millones. Las represas tendrán una potencia de 1740 megawatt (Mw) de electricidad. La capacidad de transporte actual no es suficiente para llevar hasta los grandes centros urbanos esa cantidad de energía.
Técnicos de Cammesa, la compañía que administra el mercado eléctrico mayorista, están buscando alternativas para evitar tender una nueva línea, pero a priori es difícil que lo logren. Desde Electroingeniería evitaron realizar declaraciones al respecto