Tras haber aplicado un fuerte plan para mejorar el desempeño financiero de la compañía, la Empresa Nacional de Minería (Enami) redujo 56% su deuda total en un año, informó ayer su vicepresidente ejecutivo, Jaime Pérez de Arce.
Si a fines de 2014 ésta era de US$ 252 millones, el peor nivel desde que inició la década, hoy está en US$ 110 millones.
Pérez de Arce señaló que “heredamos una Enami que acopió una gran cantidad de minerales en el período de bonanza (del cobre) a partir del 2010. Lamentablemente, hubo minerales que no se licuaron a tiempo y, por lo tanto, la empresa llegó a una situación límite de endeudamiento”.
Por eso, una de las principales medidas que tomó la compañía fue procesar el stock que tenían (que llegó a equivaler a cerca de US$ 600 millones), para comenzar a generar flujo con esos recursos.
En ese sentido, el plan de licuación del stock de minerales consiste en procesar recursos por 3,2 millones de métricas secas por US$ 155 millones. Por otro lado, se amortizaron US$ 20 millones de un crédito por US$ 150 millones a tres años. Esto permite que Enami pueda incrementar el capital de trabajo hasta el 2017.
Pese a este mejor escenario interno de la compañía, deberá lidiar con la baja del cobre y el consiguiente efecto en pequeños productores. En un año, el número de pequeños mineros se ha visto reducido de 1.200 a 998, situación que podría seguir empeorando, aunque el gobierno mejoró el precio de sustentación para evitar que se sigan cerrando faenas.
“Cuando el sector se ve afectado, nosotros como Enami también. Los planteles pasan de estar sobreabastecidos a desabastecidos. Es una situación crítica, porque está ocurriendo en la mayoría de ellos”, indicó Pérez de Arce. Añadió que “para este año estamos tranquilos. El sector seguirá activo con un mejor mecanismo de sustentación”.
Respecto a la modernización de la Fundición de Paipote, que debe adecuarse para cumplir con las nuevas normas de emisión en 2018, el ejecutivo informó que ya concluyó la etapa de pre factibilidad.
De hecho, el proyecto fue aprobado por Cochilco y por el Ministerio de Desarrollo Social, y próximamente comenzará su fase de factibilidad. Así, la inversión estimada será de US$ 420 millones y el método de financiamiento aún está por definirse.
Aunque se analizaron varias opciones tecnológicas, se optó por equipos chinos y polacos (dependiendo del proceso), con lo que se espera que la capacidad de fusión aumente 30% y se procesarán 450.000 toneladas métricas secas de mineral.
Pérez de Arce recalcó que cumplirán con la nueva normativa de emisiones, pues superarán el 95% exigido de captura.