Por Juan Carlos Mathews, Economista
Sin duda, el comportamiento de los precios de los combustibles impacta directamente en la inflación que el año pasado superó la meta establecida por el BCR. Por lo tanto, afecta a todos.
Una de las noticias más relevantes de los últimos meses se refiere a la drástica caída del precio del petróleo a nivel internacional. Se registró un nivel de US$33.47/barril, el nivel más bajo de los últimos siete años y algunos analistas pronostican que, dada la sobreproducción a nivel mundial (se suma el reingreso de la producción de Irán), la tendencia a la baja podría continuar hasta situarse en US$20.00/barril.
Sólo en los últimos seis meses la caída acumulada es de 38%.
Debido a que el Perú, al igual que Chile y otros países, es un importador neto de petróleo, esta caída de precios debería beneficiarnos. Importamos el 66% de nuestros requerimientos de derivados de petróleo. Sin embargo, no podemos esperar que la proporción de la caída del precio del petróleo se traslade en la misma magnitud a los usuarios finales.
Dos factores a tener en cuenta:
- Las refinerías (PetroPerú y La Pampilla del grupo Repsol) adquieren el petróleo importado y lo convierten en gasolina y diésel para abastecer a los grifos. No obstante, la capacidad de estas refinerías es insuficiente para atender la demanda local, por lo cual también importan la gasolina como producto final. Como referencia, más del 80% de la de 90 octanos que ofrece PetroPerú corresponde a importaciones del producto final. Esto evidentemente encarece los precios al público. Los proyectos de modernización de las refinerías para ampliar su capacidad de procesamiento se concretarán todavía el 2017 en el caso de Relapasa del grupo Repsol y el 2019 en el caso de PetroPerú.
- El dólar continúa al alza encareciendo también las importaciones.
Por consiguiente se espera que los precios de los combustibles en el Perú continúen bajando progresivamente, pero en menor proporción que la caída del precio del petróleo.
En lo que va del 2016, las refinerías ya bajaron el precio de los combustibles en aproximadamente un sol en promedio (incluidos impuestos), pero menos de la mitad de los grifos ha trasladado la rebaja a los usuarios finales, y los que lo han hecho efectuaron rebajas menores a las esperadas.
Los rangos de precios son bastante amplios en Lima. Hoy, por ejemplo, la gasolina de 90 octanos se vende entre 8.55 y 13.55 soles y la de 95 entre 10.09 y 16.95.
El Estado, principalmente a través del Indecopi, si bien no regula directamente los precios, puede y debe promover la competencia y estar muy atento a posibles situaciones de concertación de precios.
Los medios de prensa pueden difundir masivamente la información día a día de los grifos que ofrecen mejores precios para los usuarios finales. Independientemente que algunos grifos puedan aducir contar con stock mayor que otros, al usuario sólo le importa cuáles le ofrecen mejores condiciones.
Los usuarios finales deben estar informados permanentemente y existen diferentes fuentes disponibles. Una de ellas es la página web Facilito.gob.pe de Osinergmin para saber qué grifos nos ofrecen los mejores precios en los distintos distritos.