¿Es posible que el oro se esté poniendo otra vez de moda como inversión de refugio? Desde mayo del año pasado, una ola de ventas global de u$s 15 billones azota a los mercados de renta variable, lo que podría estar despertando en los inversores que buscan seguridad el interés de volver a confiar en el metal.
De acuerdo a datos de la agencia Bloomberg, los fondos de cobertura y otros grandes especuladores aumentaron más del doble de su posición neta larga en lingotes la semana pasada, apenas tres semanas después de haber sido el metal que más había bajado.
Asimismo, los holdings de inversiones de oro se están expandiendo al ritmo más rápido en un año, a través de productos que cotizan en la bolsa. Los lingotes vieron renacer su atractivo como un refugio después de haber sido ignorados todo el año pasado frente a los ataques terroristas de París en noviembre y las negociaciones de rescate a Grecia en julio.
Esta vez, la preocupación por los mercados globales le darán un voto de confianza al metal, dijo Citigroup en un informe publicado la semana pasada, en el que elevó su pronóstico del precio del oro para este año
El banco elevó su perspectiva de 2016 en un 7,5% a $ 1.070 para el metal. La volatilidad sostendrá los precios este trimestre, antes de que un dólar más fuerte termine con la suba a fines de este año, sostuvo el informe.
"Lo que está fuera de la moda puede volver a serlo", dijo a Bloomberg George Milling-Stanley, jefe de inversiones de oro de State Street Global Advisors.
Según los registros de Bloomberg, los futuros del oro ganaron un 4,4% en enero a u$s 1,107 la onza en el Comex de Nueva York, su mayor ganancia mensual en un año.
En tanto, los inversores desembolsaron unos u$s 1000 millones en ETF - fondos índices cotizados - respaldados por metales preciosos hasta en enero, su mayor ritmo de expansión mensual en un año.
El oro cayó un 10% el año pasado, frente a las expectativas de los inversores al primer aumento en la tasa de interés de Estados Unidos desde 2006, que la Reserva Federal (Fed) llevó a cabo en diciembre.
El presidente del Banco de Boston, Eric Rosengren dijo este mes que un mayor endurecimiento de la política monetaria de la Fed está en riesgo, citando la caída de las estimaciones para el crecimiento económico estadounidense. Las tasas más altas frenan el atractivo del oro como inversión alternativa, ya que no paga rendimientos.
La atracción por el oro este mes "en parte podría tener que ver con la cartera de reequilibrio de los inversores", dijo a Bloomberg Kevin Caron, un gerente de estrategias de mercado y cartera de Florham Park, con sede en Nueva Jersey. "Un precio de entrada más cerca de los u$s 1,000 en vez de $ 2,000 tiene mucho más sentido", agregó.
El oro está subiendo por las preocupaciones sobre el contagio de China, la volatilidad de los mercados y las tensiones en el Medio Oriente, según Citigroup.
El metal alcanzó un mínimo de cinco años en diciembre de 2015, mientras que el dólar se fortalecía y la inflación de Estados Unidos se mantenía estancada, cortando la demanda del metal como un depósito de valor.
El costo de vida en Estados Unidos cayó inesperadamente en diciembre, liderado por una caída en los productos básicos. Además, la desaceleración de China se suma a los precios más bajos del petróleo y las devaluaciones monetarias competitivas para aumentar el riesgo de deflación en todo el mundo, dijo George Soros a Bloomberg en una entrevista.
Está teniendo un rebote de corto plazo basada en la venta masiva del petróleo y las reservas,pero los fundamentos no cambiaron, dijo Rob Haworth, estratega senior de inversiones con sede en Seattle en el US Bank Riqueza Gestión.
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Los precios del oro retrocedieron durante la mañana de la jornada de negociación en Europa pues los inversores recogían los beneficios del reciente repunte hasta máximos de mes y medio, lastrados también por el avance del dólar.
El oro del New York Mercantile Exchange para entrega en febrero se negoció a 1.112,20 por onza troy, con un retroceso del 0,31%.
El contrato de febrero cerró la jornada del jueves con pérdidas de sólo un 0,02% y un precio de liquidación de 1.115,60 USD por onza troy.
Era posible que los futuros encontraran un soporte en 1.099,30 USD por onza troy, el mínimo del 25 de enero, y una resistencia en 1.125,70 USD por onza troy, su máximo del jueves.
El dólar recuperó terreno pues los inversores aguardan ya la publicación de los datos revisados sobre el crecimiento de Estados Unidos durante el cuarto trimestre, prevista para el transcurso de la jornada, después de que la Reserva Federal no ofreciera indicio alguno sobre las futuras subidas de los tipos de interés en su anuncio sobre política monetaria del miércoles.
La Fed decidió mantener inalterados los tipos de interés al término de su reunión de dos días sobre política monetaria que concluía este miércoles, tras haber subido los tipos en diciembre por primera vez en casi una década.
Según el banco, el ritmo de crecimiento de la economía es todavía moderado y el mercado laboral se está fortaleciendo, incluso aunque las subidas de los tipos sean “graduales".
El dólar se ha debilitado tras conocerse el jueves que las ventas de vivienda construida de Estados Unidos aumentaron más de lo previsto el mes pasado, y que los pedidos de bienes duraderos disminuyeron mucho más de los previsto en diciembre.
Por otra parte, en el Comex, la plata para entrega en marzo se dejó un 0,26% hasta el nivel de 14,205 USD por onza troy, mientras que el cobre para entrega asimismo en marzo avanzó un 0,18% hasta 2,057 USD por libra.
El precio contado del cobre cerró con un avance de 1,02% este jueves en la Bolsa de Metales de Londres, y completó su tercera jornada consecutiva de aumentos, ante expectativas de mayores importaciones del principal consumidor mundial, China, en enero y por el debilitamiento del dólar, en una sesión en que se comenzó a sentir la menor actividad ante del feriado a Año Nuevo chino.
El metal rojo terminó las operaciones a US$2,06543 la libra comparado con US$2,04457 la libra del cierre anterior, anotando su valor más alto desde el 6 de enero.
Tradicionalmente, el sector industrial chino se detiene durante el Año Nuevo Lunar, que este año comienza el 8 de febrero y dura una semana. La desaceleración suele empezar una semana antes.
Los metales industriales se verían respaldados por un dólar más débil ante la expectativa de que la Reserva Federal de Estados Unidos probablemente ralentice el ritmo de alza de las tasas de interés este año.
Alemania está en proceso de que su oro vuelva a casa. El Bundesbank trasladó a Fráncfort 210 toneladas de oro en 2015 (120 en 2014) procedentes de las cajas fuertes en el extranjero y mantiene la intención de tener en 2020 la mitad de sus reservas de oro en sus propias cajas fuertes.
El Bundesbank informó hoy de que trajo el año pasado 110,5 toneladas de París y 99,5 toneladas de Nueva York.
“Desde finales del pasado año es Fráncfort nuestro mayor punto de almacenamiento con aproximadamente 1.403 toneladas de oro por delante de Nueva York”, dijo el directivo del banco central alemán Carl-Ludwig Thiele.
“Los traslados se produjeron sin problemas. Pudimos incrementar notablemente la cantidad transportada frente al año 2014. De este modo vamos muy bien en el calendario”, añadió Thiele. El Bundesbank decidió en 2013 que, como muy tarde, en 2020 habrá traído a Alemania la mitad de las reservas de oro alemanas.
Más de la mitad del objetivo cumplido
Desde comienzos de los traslados en 2013 se han transportado a Fráncfort 366 toneladas de oro, de ellas 177 toneladas de París y 189 toneladas de Nueva York, cantidades que representan el 54,4 % del oro que hay que mover.
Las reservas de oro de Alemania llegan a casi 3.400 toneladas y se encuentran en su mayor parte fuera de Alemania: en Nueva York, París y Londres, principales mercados financieros donde se negocia el oro y las divisas.
El Bundesbank quiere traer hasta 2020 a Fráncfort 300 toneladas de oro de las cajas fuertes de la Reserva Federal estadounidense (Fed) y 374 toneladas de las cajas de París.
Unas reservas de 3.381 toneladas
El valor total de las reservas de oro del Bundesbank asciende a 3.381 toneladas, según cifras del 31 de diciembre de 2015 facilitadas hoy por la entidad.
El 41,5% (1.402,5 toneladas) de ellas está en Fráncfort, el 39,9% (1.347,4 toneladas) en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, el 12,9% (434,7 toneladas) en el Banco de Inglaterra en Londres y el 5,8% (196,4 toneladas) en el Banco de Francia en París.