El petróleo de referencia en Estados Unidos (WTI) subió un 3,65 % y cerró en US$ 31,45 dólares, en un día en que llegó a superar los US$ 32, en medio de rumores de un acuerdo entre los países productores de la OPEP y Rusia para reducir su oferta en el mercado mundial.
Así, el crudo recuperó parte del terreno perdido en los últimos días. Según informó Bloomberg el ministro de petróleo de Irak, Adel Abdul Mahdi, dijo hoy que estaría dispuesto a recortar la producción de crudosiempre que otras potencias productoras hagan lo mismo.
Ayer, el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Abdalá El Badri, llamó a los países productores externos al cártel a colaborar para reducir el exceso de oferta global, que ha desplomado los precios en más de un 70%.
Los analistas coincidieron hoy en atribuir la suba del precio ante las expectativas de que la OPEP acepte aprobar un recorte de producción si otros grandes países productores como Rusia acuerdan tomar medidas similares. Un trato de este tipo abarcaría cerca del 50% de la producción mundial de petróleo.
De esta forma se habla de un nuevo "cartel" en el cual estarían cinco de los diez mayores productores de petróleo del mundo: Arabia Saudí, Rusia, Emiratos Árabes, Irán e Irak. Quedarían fuera EE.UU., Canadá, Brasil y México. La agrupación resulta complicada ya que reuniría a países enfrentados en el conflicto militar de Siria.
El WTI cerró el año pasado con un precio de US$ 37,04 el barril, y el mínimo de este año anotado hasta ahora fue de US$ 26,55, el pasado 20 de enero. Hace dos años para estas fechas el WTI estaba ligeramente por debajo de los US$ 100 el barril.
En las ciénagas heladas de Siberia Occidental, las plataformas de perforación del gigante petrolero OAO Lukoil están ayudando a elevar la producción de crudo de Rusia a sus mayores niveles desde la disolución de la Unión Soviética, hace 25 años.
Sin embargo, el descenso de los precios del petróleo, las sanciones impuestas por Occidente y una menor actividad de exploración amenazan la industria de hidrocarburos del país y plantean dudas sobre su capacidad para seguir financiando las ambiciones deVladimir Putin tanto interna como externamente.
Aunque los recientes aumentos en la producción petrolera de Rusia han ayudado a amortiguar la drástica caída de los precios, Putin está tan necesitado de efectivo que su gobierno pospuso una planeada reducción de los aranceles a las exportaciones de crudo. Ejecutivos dicen que temen que el aplazamiento pueda ser extendido y desvíe hacia Moscú un dinero que de otra forma podría ser usado en nuevas perforaciones y exploraciones para sustituir los yacimientos desgastados.
“Limitaremos nuestro gasto y eso llevará a una caída de la producción”, dijo en una entrevista Vagit Alekperov, presidente ejecutivo de Lukoil.
Las sanciones que Estados Unidos y Europa impusieron en los últimos 18 meses también pesan sobre las perspectivas de Rusia al bloquear financiación occidental para explorar potenciales descubrimientos en el océano Ártico y para aprovechar formaciones de esquisto en Siberia.
Los hidrocarburos aportan casi la mitad de los ingresos del gobierno central de Rusia, y las exportaciones equivalen a un tercio de la producción nacional. Los ingresos del sector energético son clave para el poder de Putin en momentos en que se enfrenta a las potencias de Occidente por el conflicto en Ucrania y la anexión de Crimea en 2014. El mandatario también ha desplegado tropas en la guerra de Siria para apoyar al presidente Bashar al-Assad.
El dinero del petróleo extiende el alcance de Putin, aportándole los recursos financieros para otorgar préstamos baratos que favorecen a líderes y para pagar sus emprendimientos militares en el exterior.
Putin supervisó una rápida expansión de una industria petrolera mellada por la caída de la Unión Soviética. En 1996, la producción en Rusia cayó a 6,1 millones de barriles al día, frente a un máximo durante la era soviética de 11,4 millones al día en 1987.
Conforme los precios y la producción subieron en la década de 2000, el líder expandió el gasto social para mejorar los estándares de vida, afianzando su posición de autócrata y ganando niveles de aprobación que llegaron a superar 80%.
A fines del año pasado, Putin dijo que el precio de US$50 por barril de petróleo usado para calcular el presupuesto de Rusia era demasiado optimista, y los ministros han advertido en las últimas semanas sobre recortes de gastos y, potencialmente, un “estancamiento prolongado”. La semana pasada, los precios del petróleo cayeron a menos de US$30 el barril, antes de repuntar a U$$31,80 el martes.
Los ingresos del sector energético de Rusia también son amenazados por nueva competencia en Europa, región a la que exporta cerca de un tercio de su producción de gas natural. Se espera que en unas semanas empiecen a llegar al Viejo Continente los primeros envíos de gas natural licuado de EE.UU.
Pocos advierten sobre una amenaza inmediata para Putin. Las sanciones de EE.UU. y Europa restringieron exitosamente nuevas fuentes de producción petrolera rusas, pero tuvieron muy poco impacto de corto plazo en la producción. Fueron impuestas en 2014, cuando los precios del crudo bordeaban US$100 por barril, y la preocupación era que la oferta global se quedara corta frente a la demanda.
China, que no participó en las sanciones, le vende a Rusia los suministros y equipos que necesita para impulsar la producción en los campos petroleros existentes, como el de Imilor, donde las plataformas ayudaron el año pasado a Rusia a producir 10,73 millones de barriles al día de petróleo y condensados de gas, un tipo de crudo ultraligero, frente a 10,58 millones de barriles diarios en 2014.
Lukoil y la estatal OAO Rosneft —el mayor productor de Rusia— tienen bastante efectivo y generan fondos suficientes para cumplir con los dividendos, mientras que algunos de sus contrapartes estadounidenses y europeas tienen problemas para cubrir gastos. Las acciones de algunas petroleras rusas han subido, pese a que sus ganancias se han reducido, mientras que las acciones de las energéticas occidentales han caído.
Sin nueva inversión, el futuro petrolero de Rusia es menos brillante. En Siberia Occidental, donde se produce cerca de 65% del petróleo del país, las empresas batallan contra las decrecientes tasas de producción luego de décadas de extracción. “Es poco probable que podamos estabilizar la producción en Siberia Occidental”, dijo Alekperov, de Lukoil. “Sólo podemos desacelerar el declive”.
El Ministerio de Energía de Rusia proyecta que la producción nacional se mantendrá en los niveles actuales hasta 2035. La Agencia Internacional de Energía (AIE), un grupo que monitorea las tendencias del sector, prevé que la producción de Rusia deje de crecer este año. Para 2020, la producción petrolera rusa podría caer a 10,5 millones de barriles diarios, dijo la AIE, y para 2040 podría hundirse a 9 millones de barriles al día.
Las petroleras rusas se han beneficiado de tres factores que pueden no perdurar: un sistema tributario favorable (los aranceles de exportación y los impuestos a la extracción están ligados al precio del barril), costos de producción bajos y la depreciación del rublo.
Algunas empresas son optimistas de que pueden producir más porque la mayoría del crudo ruso está en tierra firme, lo que abarata su extracción. Gazprom Neft, el brazo petrolero de la gasífera estatal PAO Gazprom, es rentable incluso si los precios caen a US$15 por barril, dice Alexander Dyukov, presidente ejecutivo de la empresa.
La depreciación del rublo, que el martes rondaba 79 por dólar, ha reducido costos para una industria que vende su producción en dólares mientras cubre sus costos de personal y equipos en moneda local. En los primeros nueve meses de 2015, el rublo se depreció 40%.
“Si antes podíamos comprar dos bombas rusas por el precio de una de Occidente, ahora compramos cuatro”, dice un ingeniero de depósitos de los campos petroleros que Rosneft tiene en Siberia Oriental.
Los rublos extra no sólo están comprando bombas baratas. También ayudaron a impulsar el uso de tecnologías occidentales como la perforación horizontal y la fracturación hidráulica en formaciones petroleras no afectadas por las sanciones. Este tipo de perforación, que subió de 11% en 2010 a casi 33% en 2015, según una agencia del Ministerio de Energía, puede impulsar hasta en cinco veces la producción de un pozo, comparado con la perforación vertical.
La tecnología, sin embargo, está apenas manteniendo a raya lo inevitable, dicen ejecutivos. Muchos de los grandes yacimientos de petróleo de Siberia Occidental han producido durante más de cinco décadas y sus rendimientos son menores cada año.
En la división Varyeganneftegaz de Rosneft, en Siberia Occidental, la producción de petróleo cayó casi 6% en los primeros nueve meses de 2015 en comparación con el mismo período del año previo.
Moscú esperaba que el crudo de esquisto impulsara la producción en los próximos cinco a 10 años, pero las sanciones truncaron esos planes. Exxon Mobil Corp., Total SA y Royal Dutch Shell PLC tuvieron que suspender proyectos de esquisto en el país. Según IHS Energy, las sanciones podrían resultar en la pérdida de 1 millón de barriles diarios de producción en el Ártico y de las formaciones de esquisto hacia 2035.
EE.UU. y la UE dicen que eliminarán las sanciones una vez que Rusia cumpla un acuerdo de paz para el este de Ucrania y retire sus tropas. Rusia dice que no tiene presencia militar en Ucrania. La UE extendió en diciembre las sanciones por otros seis meses.
Los productores de petróleo y gas a partir de depósitos de esquisto vez difíciles de grifo se enfrentan ahora a la amortización de la revolución energética labraron: muy bajo precio obligándolos a la quiebra.
Decenas de perforadores de esquisto buscaron protección por bancarrota en el año pasado ya que los precios bajos del petróleo hicieron sus operaciones no competitivo y no podían pagar las deudas
Se espera que este año sea un año de hacer o descanso para los productores de esquisto de Estados Unidos, después de la caída de 70 por ciento en los precios del crudo, con muchos en riesgo de fracaso.
Decenas de perforadores de esquisto buscaron protección por bancarrota en el año pasado ya que los precios bajos del petróleo hicieron sus operaciones no competitivo y no podían pagar las deudas.
Pero muchos se aferran duramente, esperando desesperadamente un cambio de tendencia en el mercado.
Ha sido un cambio rápido para una industria apenas una década de antigüedad.Mientras esquisto y otras capas profundas de la roca hace tiempo se sabe que mantener depósitos de petróleo y gas sustanciales, fue sólo recientemente que se han desarrollado técnicas para aprovechar económicamente este aceite "apretado" por fracturamiento hidráulico, o "fracking" los estratos para liberarlo.
Animado por la política de Estados Unidos para reducir la dependencia del país de la energía importada, la revolución fracking condujo a un aumento impresionante en los Estados Unidos la producción de petróleo crudo nacional.
La producción total de Estados Unidos aumentó de alrededor de 5,6 millones de barriles diarios en 2010 a 9,4 millones de barriles por día el año pasado.
Pero la mayor parte de ese aumento, lo que hizo que los Estados Unidos rival Arabia Saudita como un productor de crudo, mientras que los precios del crudo llegaron a cabo por encima de $ 80 el barril. Eso hizo que el relativamente costoso proceso de aprovechar las reservas de esquisto lucrativo.
Es diferente ahora que el crudo está cerca de $ 30 por barril, con estimaciones que los productores de petróleo y gas de Estados Unidos, como grupo, están perdiendo cerca de $ 2 mil millones por semana.
- Onda de la bancarrota -
Con el precio estimado para la supervivencia a los $ 50 por barril, "esperamos un fuerte salto en las quiebras en algún momento de 2016", dijeron analistas de la VTB Capital en una nota.
El bufete de abogados Haynes and Boone, especialistas en la industria petrolera, cuenta con más de 40 compañías de shale-oil haber se declaró en quiebra en 2015, con los fracasos de aceleración al final del año.
Otro indicador de la crisis: el número de equipos de perforación activos en los Estados Unidos ha caído un 60 por ciento, con las mayores pérdidas en las principales zonas de fractura hidráulica de Texas, Oklahoma y Dakota del Norte.
"A menos que los precios suben con creces, la actividad de perforación va a continuar recibiendo menor probablemente para mediados de año", dijo James Williams, de WTRG Economía.
Por el momento, sin embargo, la producción global de petróleo de Estados Unidos no ha disminuido significativamente, en parte porque los operadores producirán en una pérdida para mantener el servicio de sus deudas, mientras que la esperanza de un repunte de los precios.
De VTB Capital dice bancos prestamistas están presionando a mantener los pozos en funcionamiento.
Los analistas de la consultora de negocios AlixPartners dicen que la industria fracking también ha sido capaz de reducir sus costes y adaptarse a los cambios del mercado, permitiendo que algunos en la industria para sobrevivir mejor.
"Estados Unidos de esquisto tiene la ventaja de los ciclos de inversión más bajos y más cortos en comparación con el petróleo convencional, lo que nos hace esquisto más sensible a los precios del petróleo", dijeron.
Y eso ha, de alguna manera, garantiza que los precios no toque fondo pronto.
"El mercado ha perdido la confianza de que los Estados Unidos de esquisto disminuirá con la suficiente rapidez para realizar su trabajo este año de comenzar el proceso de reequilibrio global", dijo un análisis del banco francés Societe Generale.
Aún así, dijo VTB Capital "algo tiene que ceder pronto."
Williams dice que el precio del crudo tiene que venir hasta $ 50 dólares por barril para permitir que la mayoría de los productores de esquisto para seguir adelante. Fue más adelante $ 32 el martes.
"Para algunos, todavía sería demasiado costosa para perforar en $ 50."
"Hasta entonces, vamos a ver una disminución en la producción de petróleo aquí en los EE.UU.".