Hasta US$ 420 millones deberá aportar Enap a la sociedad que desarrollará las centrales de ciclo combinado Nueva ERA y Luz Minera, con las cuales la estatal ingresará al negocio eléctrico de la mano de la japonesa Mitsui.
Según señaló el gerente general de Enap, Marcelo Tokman, en el joint venture con la nipona, Enap se quedó con una participación minoritaria -menor al 30%- de la sociedad que desarrollará las centrales de ciclo combinado, proyectos que demandarán una inversión estimada en unos US$ 1.400 millones, según el gobierno.
Tokman explicó que pese a su plan de inversiones contempla recursos por unos US$ 4.000 millones a 2020, la estatal tiene la capacidad financiera para participar de estos proyectos de generación. A septiembre, la deuda de la firma era de US$ 3.800 millones.
“Desde el punto de vista de Enap, siempre se planteó que la participación iba a ser minoritaria. Queremos cumplir con este pedido -de dar más competencia a las licitaciones-, pero al mismo tiempo no queremos sacar el foco de atención y desviar recursos para el desarrollo de la cartera de inversiones y proyectos que tenemos en nuestras líneas tradicionales. Tenemos capacidad para incursionar minoritariamente en el financiamiento de estos proyectos”, dijo.
El ejecutivo señaló que luego de anunciada su asociación con Mitsui, ahora las compañías afinan las propuestas con que se presentarán a la licitación de suministro eléctrico para clientes regulados, que en principio será en abril, pero que podría retrasarse uno o dos meses.
El desarrollo de las iniciativas dependerá de la adjudicación de esos contratos de suministro, ya que según Tokman, no está contemplado que los desarrolle sin ellos.
“Estamos trabajando junto con Mitsui para avanzar en el desarrollo de los dos proyectos de ciclo combinado, Nueva ERA y Luz Minera, y en la elaboración de una propuesta para presentarla a la licitación de este año. Estos dos proyectos avanzan en términos de ponerse al día con los permisos, también definiciones de proveedores de los equipos y simultáneamente se va a construir una propuesta para las licitaciones”, dijo.
Para este año, la estatal planea inversiones por unos US$ 790 millones, las que se concentrarán principalmente en la exploración de gas. Uno de los principales proyectos será la expansión del yacimiento que tienen en conjunto con YPF, donde se invertirá US$ 160 millones en los próximos 18 meses para duplicar su capacidad de producción de gas, hasta los 4 MM m3/día.
El año pasado, la estatal invirtió US$ 620 millones y perforó 52 pozos de gas en Magallanes, principalmente en el Bloque Arenal. Esta campaña le permitirá a partir de 2017 suministrar todo el gas que consumen los clientes residenciales, y en el futuro entregar hidrocarburo a Methanex, claro que para eso se deberán renegociar los precios de los contratos, dice.
“Es necesario encontrar un precio mutuamente conveniente para suministrar gas a Methanex. Es tal el nivel de reservas que hemos encontrado que estamos pensando más a largo plazo, incluso proveer al resto de Chile de gas”, señala.
Ante la baja del petróleo, que se ubica a menos de US$ 30 por barril, señaló que el impacto en Enap será acotado y descartó que se viva el mismo escenario que en 2008, cuando la firma perdió US$ 1.000 millones por este motivo.
“En esta situación, el impacto negativo hemos sido capaces de aislarlo. Vendemos a precio de paridad, y ese efecto logramos aislarlo a nivel de refinación y comercialización, tenemos impacto positivos a nivel de costos de energía, también ha estado cayendo el costo al que compramos el gas natural. Si bien el impacto de caídas de precio, como un todo, es negativo, es bastante acotado”, dijo.
Durante los próximos días -casi con certeza, esta semana- el Ministerio de Energía ingresará al Congreso el proyecto que modifica la ley orgánica de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP).
Según trascendió, la propuesta incluye grandes cambios a la conformación del directorio en línea con las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para empresas públicas.
La iniciativa está comprometida en la agenda energética presentada en 2014 por Máximo Pacheco y busca “transformar a ENAP en una empresa robusta de forma tal que sea un actor sólido y con protagonismo en los desafíos energéticos del país”. “Con ese fin, se le proveerá de un régimen de gobierno corporativo que mejore su gestión empresarial -comenzando con sus índices de seguridad en el trabajo como también de su eficiencia, productividad, nuevos emprendimientos y modelo de negocios- y se fortalecerá su balance financiero con un aporte de capital”, indica el documento.
Uno de los puntos más relevantes del proyecto es la modificación de la composición de su directorio. Actualmente la mesa ENAP está conformada por el ministro de Energía como presidente; cuatro representantes de Corporación de Fomento de la Producción (Corfo); un director del Instituto de Ingenieros de Minas de Chile; un representante de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa); y un miembro designado por la Sociedad Nacional de Minería (Sonami).
Tras la aprobación de la ley, el nuevo gobierno corporativo incluirá tres miembros designados por el Gobierno de turno, cuatro por el sistema de Alta Dirección Pública, y un director elegido por los trabajadores.
De esta manera se retira al Ministro de Energía como presidente de la petrolera y el nuevo presidente será designado de la misma forma que en Codelco, es decir, por designación presidencial.
Con esto se busca “profesionalizar” la mesa, elevar su independencia e instaurar las mejores prácticas de gobierno corporativo siguiendo las recomendaciones de la OCDE.
Se espera que el nuevo directorio de ENAP esté operativo 120 días luego de la publicación de la ley en el diario oficial.
Al igual como se hizo con Codelco, el proyecto tendrá incorporada la promesa de capitalización por parte del Estado. Esto responde a una promesa incluida en la Agenda de Energía de mayo de 2014, en la cual el Ejecutivo comprometió recursos por US$400 millones a la estatal para financiar parte de su plan de negocios hacia el 2020, que incluye inversiones por cerca de US$4.800 millones.
Esto, a pesar de que los mejores números que ha presentado ENAP en los últimos trimestres -gracias a mejores márgenes en el negocio de refinería- junto a la recientemente anunciada alianza con la japonesa Mitsui & Co. Ltd. para desarrollar las centrales de ciclo combinado en Mejillones y en Concón han hecho menos urgente esta inyección.
Desde la estatal apuntan más que nada a que el Gobierno entregue una “señal” al mercado para mantener sus clasificaciones de riesgo y evitar un alza en el costo de endeudamiento.
