Santa Cruz, aquejada por una fuerte crisis económica y financiera sumada a la problemática petrolera, apelaría a un nuevo desarrollo minero para afrontar tiempos difíciles.
Adelantando los tiempos establecidos, la compañía Yamana Gold estaría ya en condiciones de comenzar con la extracción de oro y plata cerca de Puerto Deseado.
Cerro Moro, ubicado a unos 70 kilómetros de Puerto Deseado, representa la expectativa en Santa Cruz de importantes dividendos a partir de la explotación de oro y plata. En 2013 se hizo cargo del proyecto la canadiense Yamana Gold, que inició la construcción de la mina con un monto estimado de inversión de unos 398 millones de dólares.
Según lo pautado por aquel entonces cuando Julio De Vido, quien estaba al frente del Ministerio de Planificación, recibió a los directivos de Yamana Gold, el monto total de inversión previsto para el proyecto Cerro Moro era de u$s 450 M, distribuidos en 150 M para la primera etapa y 300 M para la segunda.
La intención era comenzar con la extracción en 2017, sin embargo, la minera ya tendría todo en condiciones y aprobado para iniciar los trabajos de explotación de oro y plata en un lapso aproximado de dos meses.
Ya se construyeron los túneles y estaría armada toda la infraestructura necesaria para concretar la extracción, cuestión que podría haberse visto acelerada por la fuerte crisis que atraviesa Santa Cruz. De este modo pretendería la provincia hacerse de dividendos y asegurar puestos de trabajo frente a una difícil situación de la industria petrolera.
La proyección es producir un promedio de más de 100 mil onzas de oro y 5 millones de onzas de plata al año.
La canadiense Yamana Gold fue la empresa que pretendió avanzar con el desarrollo minero en la cordillera chubutense y que chocó con la negativa social.
Mucho más cerca en el tiempo, Minas Argentinas (filial de Yamana Gold), pretendió revertir la situación con el proyecto Suyai, que preveía la explotación de oro y plata en la zona de Esquel, pero de forma subterránea y sin cianuro. Ese proyecto se completaba transportando en camiones el mineral hasta Cerro Moro (la mina en Santa Cruz), donde se harían los lingotes.