En el marco de la primera reunión del gabinete nacional en el interior del país que está agendada para el próximo martes en Córdoba, el presidente Mauricio Macri y el gobernador Juan Schiaretti realizarán una serie de anuncios que despertaron suspicacias entre las principales empresas constructoras.
Entre otras medidas que prevé anunciar Macri en la capital cordobesa se encuentra el aval de la Nación para que la provincia pueda acceder al financiamiento externo que está en juego para las obras de los gasoductos troncales por casi $ 9.000 millones que fueron recientemente adjudicadas a tres empresas que integraron el club de las más beneficiadas durante la administración kirchnerista.
La primera de ellas y la que más llama la atención es Iecsa, la empresa piloteada por Angelo Calcaterra, el primo hermano de Macri, que de hecho es la firma quepertenecía a Franco Macri y compró en 2007 cuando el actual Presidente fue electo jefe de Gobierno.
La actitud de la Casa Rosada ante las licitaciones de gasoductos de Córdoba son un leading case para Calcaterra, que al ganar su primo las elecciones presidenciales estaba ante la incómoda disyuntiva de retirarse de las licitaciones de obra pública o continuar con su negocios, pero sabiendo que iba a despertar suspicacias de favoritismo.
Asociada con la empresa china CCCC (China Communications Construction Company Ltd.), Iecsa se quedó con las obras del sistema Este y Centro II valuadas en torno de los 2.500 millones de pesos.
Para esta licitación, Iecsa –que durante el kirchnerismo ganó, entre otras, las obras de la laguna La Picassa y las centrales térmicas Ensenada y Brigadier López—arrimó una propuesta de financiamiento de bancos chinos que encabeza el ICBC.
La segunda empresa que figura en el podio de las ganadoras de los gasoductos es Electroingeniería, la firma cordobesa liderada por Gerardo Ferreya y Osvaldo Acosta, muy cercana a Carlos Zannini, que durante el reinado kirchnerista pasó de ser una contratista mediana de la provincia a uno de los grandes jugadores de la obra pública nacional.
Al igual que en el caso de las centrales hidroeléctricas santacruceñas (la megaobra emblemática de casi 5.000 millones de dólares que Cristina Kirchner le adjudicó en 2013 pese a las complicaciones económicas y financieras que afrontaba en ese momento y que hasta ahora el Gobierno ha respetado), Electroingenería buscó para la licitación cordobesa una socia de China. En las represas fue la compañía Gezhouba y ahora en los gasoductos la acompañante es China Petroleum Pipeline Boreau (CPP).
La UTE se adjudicó el tendido de 901 kilómetros de gasoductos de los sistemas regional sur y regional norte que unen 44 localidades por un monto de 2.745 millones de pesos. La oferta incluyó un doble financiamiento del Bank of China y de CPP en su condición de proveedora de los tubos y las cañerías.
La tercera empresa en el candelero es la brasileña Odebrecht, que se quedó con seis de los diez tramos en que se dividió la red de gasoductos troncales de Córdoba con una oferta que superó los 3.000 millones de pesos.
A diferencia de todas las obras que ganó en el país con la ayuda de los créditos especiales del BNDES de Brasil, ésta vez Odebrecht presentó un esquema de financiamiento basado en bancos privados y el mercado de capitales.
Las perdedoras
En la lista de las perdedoras que se quedaron las manos vacías sobresalen dos UTE. Una de ellas es la conformada por Techint, Roggio, Boeto y Buttigliengo. La otra es la que agrupaba a CPC (la constructora de Cristóbal López), PowerChina y Contreras Hermanos.
Paolo Rocca, el dueño de Techint, arrastra una relación tensa con Macri y de hecho, en las pasadas elecciones jugó más fuerte por un triunfo de Daniel Scioli. En tanto que Roggio también tuvo varios choques con el actual presidente, cuando era jefe de Gobierno y discutían por los contratos de la basura y el subte. El nuevo jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larrera, acaba de beneficiar a Roggio con la prórroga de su contrato en el Subte.
Como sea, ambas UTE plantearon por lo bajo sus cuestionamientos y disconformidades con los criterios que utilizaron los funcionarios de la provincia al momento de evaluar las variables económicas, los plazos de obras y los financiamientos de las ofertas que estaban en disputa.
A modo de consuelo, desde el entorno del gobernador Schiaretti le habrían bajado el mensaje de que se preparen para la próxima licitación de las obras de la autovía 19. En este caso, la intención de la provincia sería abrir el juego a las constructoras que quedaron marginadas del negocio de los gasoductos.
El gobernador Juan Schiaretti firmará esta semana el decreto de adjudicación a los tres grupos de empresas que construirán los gasoductos troncales en Córdoba. Antes de fin de febrero, se rubricarán los respectivos contratos de los 10 sistemas, con lo cual quedará finalizado el proceso administrativo para que, en junio, arranquen las obras.
Si bien cada sistema de los gasoductos tiene plazos diferentes de ejecución, este ambicioso proyecto de infraestructura gasífera debería estar concluido a mediados de 2019, con lo cual la provincia tendrá una cobertura potencial del 100 por ciento de gas natural, estimaron los funcionarios que encabezan el proyecto.
Lo de potencial tiene una explicación. Estos nuevos 2.300 kilómetros de gasoductos troncales se sumarán a los 2.800 kilómetros ya existentes y otros 500 kilómetros que están en plena ejecución, haciendo un total de 5.600 kilómetros de cañerías de gas.
De este modo, se llevará el servicio de gas a las inmediaciones de las 427 ciudades y localidades de toda la provincia, pero luego cada municipio que aún no lo posee deberá construir las redes domiciliarias para que el servicio llegue a cada vivienda o industria.
El ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, Fabián López, junto con el secretario de Desarrollo Energético de la provincia, Luis Giovine, anunciaron a La Voz del Interior que con la firma del decreto de adjudicación por parte del Gobernador se iniciará el trámite para firmar los contratos respectivos con los tres grupos que construirán los gasoductos, divididos en 10 sistemas que abarcan toda la provincia.
A fines de febrero está previsto que se firmen los contratos con las empresas y una delegación de funcionarios provinciales viajará a China para iniciar el trámite de otorgamiento del financiamiento.
Hay que tener en cuenta que de los tres grupos preadjudicados, dos (la china Petroleum Pipeline Bureau y la cordobesa Electroingeniería; y China Communications Construction Company y la argentina Iecsa) presentaron financiamiento de bancos chinos, por un total de 6.500 millones de pesos.
El tercer grupo, liderado por la constructora brasileña Norberto Odebrecht, presentó financiamiento propio y de entidades bancarias locales.
Financiamiento
Si bien el proceso de otorgamiento del crédito por el 85 por ciento de la obra por parte de entidades chinas puede demorar entre seis y ocho meses, como también hay financiamiento local por el restante 15 por ciento, a mediados de año comenzarán los trabajos con esos fondos, mientras sigue el proceso de desembolso del préstamo del gigante asiático.
“Estamos muy contentos porque estamos terminando un largo proceso administrativo de licitación para esta obra de gasoductos, que es la más grande a nivel provincial y la segunda en el país, luego del gasoducto del Noroeste, que está construyendo el Gobierno nacional”, afirmó el ministro López.
Tanto López como Giovine, los dos funcionarios más involucrados en este proyecto que tendrá un inversión final de 8.637 millones de pesos, aseguraron que, luego del decreto de adjudicación, antes de fines de febrero se firmarán los contratos con las empresas adjudicatarias y en junio comenzarán las obras.
Este es el segundo intento del gobernador Schiaretti de construir los gasoductos troncales, luego del frustrado proyecto en su anterior gestión (2007-2011), que se cayó por falta de apoyo del gobierno de la entonces presidenta Cristina Fernández.
Ahora, López dijo que el proyecto está asegurado tanto a nivel de financiación como en respaldo político, por lo cual no existe ningún impedimento para que dentro de tres años, si las condiciones climáticas lo permiten, la provincia tenga una cobertura total de red de gas.
“Cambió el contexto político. Hoy, la Provincia tiene una excelente relación con el Gobierno nacional, y eso facilita el proceso. Para una obra de esta magnitud, es imperioso contar con el apoyo de la Nación. Está garantizado el apoyo político y las empresas han presentado el financiamiento, con lo cual la obra está garantizada. Los plazos de ejecución no dependen de otra cuestión que no sea la climática”, aseguró entusiasmado el ministro López.
A esta cuestión, Giovane agregó que el apoyo de la Nación no se circunscribe sólo al aval del endeudamiento externo, que tiene a la coparticipación de la Provincia como garantía central. “El Gobierno nacional es quien supervisa y debe aprobar todo el proyecto técnico, que se va haciendo por etapas”, dijo.
“Si no tuviéramos el apoyo del poder central, sería imposible hacer esta obra. Con sólo pisar los expedientes, el poder central haría imposible llevar adelante el proyecto. Por eso, más allá de que el anterior Gobierno nacional ni siquiera nos dio el aval para el crédito de un banco estatal brasileño, tampoco hubiera sido posible si no había una predisposición favorable del poder central”, agregó el secretario de Desarrollo Energético de la provincia.