El titular del sindicato de Petroleros, Guillermo Pereyra,aseguró que unas 40 empresas de servicios especiales, entre ellas pesos pesados del sector como Schlumberger, Halliburton o Weatherford,presentaron un preventivo de crisis ante del Ministerio de Trabajo de la Nación.
La medida, de ser aceptada por el organismo, le permitiría a estas compañías, que emplean a miles de personas en Neuquén y en el resto de las cuencas petroleras del país, suspender personal o directamente despedir con un recorte en las indemnizaciones.
Las compañías alegan que operan a pérdida por la caída del precio del petróleo
Esta noticia, sumado al fantasma de que la crisis de Chubut y Santa Cruz se replique en Neuquén, puso en alerta al sindicato, que advirtió que no tolerará despidos aunque admitió que se prepara para un ajuste que a esta altura parece inminente.
"No queremos que ocurra lo del sur, queremos negociar", enfatizó Pereyra en diálogo con "Río Negro". El sindicalista mantuvo ayer un encuentro con el CEO de YPF, Miguel Galuccio al que también asistió el gobernador Omar Gutiérrez. La intención fue abrir un canal de diálogo para empezar reducir el impacto de la baja de la actividad, un escenario que todos dan por descontado.
Tanto el gremio como el gobierno buscan evitar que el fantasma de Chubut y Santa Cruz llegue a Neuquén. Habrá más reuniones.
"Si ocurre lo del sur, donde bajaron todos los equipos, va a haber despidos", señaló Pereyra, que a su vez se diferenció de su par chubutense y cabeza del reclamo austral, Jorge "Loma" Ávila.
De todos modos, el gremialista anticipó que se vendrán tiempos difíciles y no descartó que se repita la medida adoptada en 2008 y 2009 cuando, en un marco parecido, los trabajadores se quedaron durante varios meses en sus hogares cobrando sólo el sueldo básico. En aquella oportunidad, fue el Estado el que asistió al salario con subsidios, algo que el gobierno macrista no parece ver con buenos ojos.
Por otro lado, Pereyra aseguró que seguramente se iniciará una suerte de purga en el sector, con aquellos trabajadores "que tienen muchas faltas en su legajo". "Yo les advertí en aquella asamblea de Añelo", argumentó. Se refiere al masivo encuentro que se realizó el año pasado donde reclamó a sus representados que no falten al trabajo y que no pidan "certificados psicológicos".
El sindicalista sostuvo que el lunes arrancará con una ronda de asambleas en las localidades petroleras para comunicar la situación a los afiliados.
También aseguró que seguirá en contacto con Nación a la espera de definiciones sobre un aumento del precio del gas en boca de pozo, algo que podría colaborar para poner en función aunque sea una parte de los 17 equipos parados en la Cuenca Neuquina.