Los precios del petróleo se hundieron a sus niveles más bajos en más de 12 años, tras confirmarse la sobreoferta de crudo que podría llegar a "ahogar al mercado" durante este año.
El precio del petróleo de Texas (WTI) se desplomó casi 7% y cerró por debajo de 27 dólares el barril, en niveles que no se veían desde el año 2003. El barril de Texas cayó un 6,7% en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) a 26,55 dólares.
Se trató de la primera vez desde hace más de doce años en la que el petróleo de referencia en Estados Unidos cayó por debajo de los 27 dólares.
Por su parte, el barril de crudo Brent para entrega en marzo cerró hoy en el mercado de futuros de Londres en u$s 27,88 dólares, un 3% menos que al cierre de la sesión anterior. El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, terminó la sesión en el International Exchange Futures (ICE) con un retroceso de u$s 0,88 respecto a la última negociación, cuando cerró en u$s 28,76.
El precio del petróleo europeo llegó a caer hasta los u$s 27,11 en una sesión en la que volvieron a pesar los temores a que continúe aumentando la diferencia entre la cantidad de crudo que se produce en el mundo y la que los mercados pueden absorber.
El nuevo desplome del petróleo arrastró a las principales bolsas mundiales, y en el caso de Wall Street, su principal indicador, el Dow Jones, llegó a caer más de 3%.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE), que asesora a los países industrializados sobre política energética, advirtió que los mercados del petróleo podrían "ahogarse en un exceso de oferta" en el corriente año 2016.
"Las perspectivas para el mercado del petróleo son bastantes negativas por el momento", señaló Angus Nicholson, analista de IG Ltd. en Melbourne.
El crudo bajó 26% este año en medio de la volatilidad en los mercados de China y la especulación generada por la entrada de Irán al mercado del petróleo, una vez que las sanciones económicas en su contra han sido levantadas.
Por otra parte, según analistas del mercado energético, el Instituto Americano del Petróleo (API) reportará un aumento de casi tres millones de barriles en los inventarios de crudo de Estados Unidos para la semana pasada.
En tanto, la canasta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cotizó ayer martes a 23,85 dólares, lo que representó un alza de 27 centavos de dólar (1.23%) respecto del cierre del lunes, informó el cartel con sede en Viena, Austria.
"Es necesario que los bajos precios desaceleren mucho más rápido la producción de petróleo esquisto", dijo Bjarne Schieldrop, analista de materias primas de SEB en Oslo, y añadió que "una liquidación de activos bastante transversal en los mercados" está aumentando la presión sobre el crudo.
Dos delegados de la OPEP dijeron el miércoles que Venezuela solicitó al organismo convocar a una reunión de emergencia para abordar el desplome del mercado, pero que es poco probable que el encuentro se realice. El llamado no logró apuntalar los precios del barril.
Las acciones mundiales se derrumbaban a su menor nivel desde el 2013 y en lo que va de enero han perdido un 9,9%, su mayor baja desde el 2009. Wall Street también extendía sus descensos y sus principales índices retrocedían cerca de un 2%.
Si bien el economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió de que los mercados globales parecían estar sobre reaccionando a la caída de los precios del petróleo y al riesgo de una brusca ralentización de la economía de China, las preocupaciones por la demanda están afectando a la ya débil confianza en el sector de energía.
Los precios del petróleo operan en baja este miércoles en el mercado neoyorquino, presionados tanto por la confirmación de los excedentes mundiales como por la desconfianza generalizada de los inversores en los activos considerados riesgosos.
El precio del barril de "light sweet crude" (WTI) para entrega en febrero perdía 4,2% a u$s 27,26 en el New York Mercantile Exchange (Nymex).
Irán torpedeó los precios del crudo este fin de semana. La pregunta ahora es si el mercado puede darse la vuelta a tiempo para evitar daños graves.
Los precios del petróleo, que ya se sitúan por debajo del nivel psicológicamente importante de US$30 por barril tras la ola de ventas del viernes, se encontraron el sábado con el visto bueno de la Agencia Internacional de la Energía Atómica para que Irán inunde los mercados con aún más crudo.
La ola de ventas resultante podría parecer una reacción excesiva. Al fin y al cabo, el regreso total de Irán al mercado energético mundial tras la retirada de las sanciones se venía previendo desde el año pasado. Además, la producción de crudo no puede activarse y desactivarse, especialmente después de años de infrainversión.
Pero Irán ha estado ansioso por volver a los mercados con la esperanza de recuperar la cuota que perdió en favor de sus rivales. Y ése es el motivo por el que su vuelta a los mercados podría hacer caer los precios a un ritmo más rápido de lo que los inversionistas prevén.
Irán habría reunido la mayor flota de superpetroleros del mundo, muchos de los cuales han estado amarrados como tanques de almacenamiento flotantes. Esto significa que Irán dispone ahora de entre 30 millones y 50 millones de barriles de crudo y condensados para liberar al mercado mundial de manera inmediata, según los cálculos de los analistas.
Señal de su determinación, National Iranian Oil Co rebajó el martes el precio oficial de su crudo en el noroeste de Europa.
Arabia Saudí también ha estado ofreciendo atractivos precios en esta región en los últimos meses. Aunque los relativamente saturados mercados asiáticos ya estaban comprando crudo iraní, Europa era un cliente problemático debido a las sanciones.
El regreso de Irán al mercado y su agresiva política de recuperar cuota de mercado coinciden con un delicado momento para el mercado energético. La Agencia Internacional de la Energía dijo el martes que la producción de crudo fuera de la Organización de Países Exportadores de Petróleo debería descender en 600.000 barriles al día en 2016.
Sin embargo, algunos analistas creen que Irán podría añadir aproximadamente esa cantidad de crudo a la oferta de la OPEP de media este año. Los analistas de JBC Energy tienen unas previsiones más modestas y esperan que Irán aumente sus exportaciones en sólo 450.000 barriles al día de media en 2016. De todos estos barriles, 255.000 serían producción nueva y el resto, barriles almacenados.
Irán fue en su día el segundo mayor productor de la OPEP, por detrás de Arabia Saudí, y en 2011 exportaba 1,2 millones de barriles al día más de lo que exporta actualmente. Sin embargo, todos esos barriles y todavía más podrían regresar al mercado sin hacer caer los precios si sustituyen la producción más cara, como el crudo de esquisto de Estados Unidos o de las arenas bituminosas de Canadá, o de los yacimientos todavía infradesarrollados del Ártico.
Lo que importa es la velocidad a la que aumentará Irán sus ventas, cómo afectarán de pronto a la producción los enormes recortes de inversión que están llevando a cabo las compañías privadas, y el apetito mundial de crudo, especialmente en mercados como el chino, que antes gozaban de un rápido crecimiento.
Cierto es que Irán de alguna manera estaría mordiendo la mano que le da de comer si sus ventas hacen caer todavía más los precios del crudo. Sin embargo, a corto plazo no importaría.
Con sed de efectivo y quizás con ganas de venganza, Irán parece dispuesto a liberar una partida de crudo en el peor momento posible.