Los gobiernos nacional y provincial acordaron reactivar la obra en la Ruta del Petróleo, que consiste en la duplicación de calzada de las rutas provinciales Nº 7 y Nº 51 hasta el empalme de esta última con la Ruta Provincial Nº 8.
Esta obra, que implicará una inversión superior a los 520 millones de pesos, permitirá dar continuidad al diseño existente entre Neuquén y Centenario, conformando una vía de características similares en forma de autovía con doble calzada y vinculaciones con control de acceso. En una segunda etapa se continuará hasta Añelo, en lo que será la Ruta del Petróleo, atravesando Vaca Muerta.
El ministro de Energía, Servicios Públicos y Recursos Naturales de la provincia, Alejandro Nicola, se reunió con el administrador general de la Dirección Nacional de Vialidad, Javier Iguacel, para trabajar sobre distintas obras prioritarias para la provincia del Neuquén.
Nicola calificó de muy productivo el encuentro y precisó: "Estuvimos trabajando bastante en la revisión de todas las obras de la provincia. Hablamos de las que está haciendo Vialidad Provincial por convenio con Vialidad Nacional, como las que está haciendo Vialidad Nacional en forma directa y también todo lo que tiene que ver con convenios, que hace a que Vialidad Provincial haga el mantenimiento de rutas nacionales".
Tiempos burocráticos que parecen interminables
En agosto de 2014 el gobierno provincial aseguró que al año siguiente iban a comenzar las obras para mejorar la Ruta del Petróleo. Después el proyecto se dilató, y con la transición del kirchnerismo al gobierno de Mauricio Macri, los tiempos se pusieron espesos a la hora de esperar las obras de seguridad vial sobre las rutas 7 y 51.
El gobernador Omar Gutiérrez, en un viaje a Buenos Aires, obtuvo el OK del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, para adelantar el 80% restante del dinero que corresponde al acuerdo entre YPF y el gobierno provincial por la explotación del yacimiento Loma Campana, la vedette de Vaca Muerta.
El financiamiento de 520 millones de pesos implica duplicar la Ruta 7 y repavimentar parte de la Ruta 51. Estas obras –por gestiones burocráticas o escollos de la política- podrían demandar varios años más, lejos de lo que había sido anunciado.