La primera subasta de energía eólica celebrada en España, que ha servido para asignar nueva potencia por primera vez desde lamoratoria verde, se ha cerrado sin que ninguna de las tres grandes eléctricas se haya adjudicado megavatios y con tanta presión competitiva que los incentivos han quedado reducidos a cero, indicaron a Ep fuentes del sector.
Durante la puja, en la que no han resultado adjudicatarias las sociedades de renovables de Endesa (Enel Green Power España),Iberdrola ni Gas Natural Fenosa, se ha producido un 100% de descuento tanto sobre los incentivos para los 500 megavatios (MW) de eólica como para los correspondientes a 200 MW de biomasa.
Al no existir esta prima, las instalaciones deberán vender la electricidad al mercado sin incentivo adicional. Algunas empresas de referencia en el sector como Acciona ni siquiera han llegado a presentarse, al tiempo que el número de adjudicatarias es escaso.
En el sector coincidía el gran interés por esta subasta, tras cuatro años de paralización en el desarrollo de nuevos proyectos con derecho a incentivo, con la confianza en que, a la vista de la potencia eólica necesaria para cumplir los objetivos europeos para 2020, en los próximos meses se celebrarán nuevas pujas
En todo caso, las fuentes destacan la "sorpresa" que ha provocado el cierre de la subasta sin incentivo, ya que solo por acudir era necesario asumir compromisos en términos de costes del aval y plazos para el desarrollo de proyectos.
Una de las explicaciones que se ofrece es la existencia de cerca de 10.000 MW asignados en los distintos concurso autonómicos que, tras la 'moratoria verde', se encuentran paralizados y a la espera de su desarrollo. Este volumen garantizaba de por sí el éxito de la subasta.
Los promotores de estos proyectos, que ya tienen la ubicación asignada, llevan en algunos casos varios años pagando avales y con las máquinas en 'stock', por lo que están dispuestos a presentar ofertas muy competitivas. Muchos de ellos proceden de los concursos que en su momento convocaron Galicia, Aragón, Cantabria o Extremadura.
En concreto, hay 2.325 MW eólicos asignados en Galicia y no desarrollados, así como otros 1.336 MW en Cantabria y 1.151 MW en Aragón, así como otros 769 MW adjudicados en 2010 en Cataluña.
Al margen de este volumen paralizado, las empresas advierten de que el marco actual, con cambios de las condiciones retributivas cada seis años, dificulta la financiación de los proyectos y consideran que el Gobierno debe ser más ambicioso en las subastas si de verdad quiere cumplir el objetivo a 2020 de instalar otros 6.400 MW eólicos.
En la subasta, Industria reconocía de partida a cada uno de los 500 nuevos MW de eólica un valor estándar para la inversión inicial de 1,2 millones de euros, mientras que a cada unos de los 200 MW de biomasa se le ha asignado una inversión estándar de 3,35 millones de euros.
Durante la subasta, los interesados han realizado propuestas a la baja con respecto a los 1,2 millones y 3,35 millones por MW reconocidos de partida para la eólica y la biomasa, respectivamente.
El procedimiento de la subasta ha sido el de sobre cerrado y las ofertas que se han ido presentando ha consistido en un porcentaje de reducción con respecto a estas referencias.
La subasta ha sido de tipo marginalista, de modo que una vez cubierto el cupo, la última oferta en casar es la que ha marcado el precio para el conjunto de las adjudicadas.