AES Corp, la matriz de AES Gener, adoptó un rol protagónico en la ejecución del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo y hace un mes intervino la iniciativa que impulsa la segunda generadora eléctrica del país, el cual cuenta con el apoyo explícito del gobierno, pese a enfrentar el rechazo de algunos grupos ciudadanos.
La estadounidense busca mantener las obras en el plazo y el presupuesto fijados, pese a las contingencias que éstas han enfrentado, dada la complejidad de este proyecto hidroeléctrico, que considera un 90% de sus instalaciones subterráneas y la construcción de nada menos que 67 kilómetros de túneles, todo con un costo que esperan no supere los US$ 2.053 millones.
De esta forma, en diciembre AES Gener creó una gerencia general y una dirección general para Alto Maipo. En el primer cargo asumió el vicepresidente global de Ingeniería y Construcción de la controladora, Luis Knaak, y en el segundo lo hizo Maximiliano Schurman.
Según explicó el propio Knaak, previo a este nombramiento su labor era supervisar desde la matriz el avance de la obra, tal como lo había hecho con otras inversiones que por su magnitud la norteamericana considera estratégicas. Sin embargo, ahora asumió con dedicación exclusiva la construcción del complejo de 531 MW ubicado en el Cajón del Maipo.
El caso de Schurman es similar, pues tras monitorear proyectos de AES en distintos países y, en Chile, haber supervisado simultáneamente la construcción de la quinta unidad de Guacolda y el proceso de adecuación de otras tres unidades a la norma de termoeléctricas, ahora sólo está enfocado en esta iniciativa.
Actualmente la construcción de Alto Maipo presenta un avance del 27%, lo que representa que ya han construido un total de 10 kilómetros de túneles y la dotación actualmente supera los 4.000 trabajadores, que están trabajando en nueve frentes simultáneos. En este proceso, comentó Knaak, han enfrentado algunas contingencias, asociadas a características geológicas distintas de las proyectadas, que han movido la curva de ejecución del proyecto hacia un rango que va de lo “esperado” a lo “tardío”.
El ejecutivo planteó que la iniciativa se mantiene dentro del plazo de cuatro años, con la entrada de la primera unidad entre el último trimestre de 2017 y el primero de 2018, porque ésta fue diseñada en plazo y costos observando un perfil conservador, es decir, incluyendo un porcentaje mayor de contingencias, algo que en este punto les ha beneficiado. Aunque, de todos modos, reconoció que este tipo de proyectos son dinámicos respecto de retrasos, como de anticipos, en el cronograma.
De hecho, agregó que al mantener los controles, para lo cual era importante reforzar el equipo, incluso podría terminar antes de lo previsto y a un costo menor.
Al interior de Antofagasta Minerals, que tiene el 40% de Alto Maipo esta visión no sería compartida, ya que según comentan fuentes conocedoras del tema, existiría preocupación por los problemas que tendría la habilitación de los túneles, razón por la cual a instancias del brazo minero del grupo Luksic el proyecto sumó a un nuevo asesor: el ex gerente de las divisiones El Teniente y Salvador de Codelco, Armando Olavarría.
Luis Knaak descartó estas versiones y aseguró que fue él quien personalmente contactó y contrató al profesional para que, en calidad de consultor externo con jornada parcial, los apoye en lo relativo a las condiciones geológicas que han encontrado.
Las empresas a cargo de la construcción del proyecto son la austriaca Strabag, que ejecuta las obras civiles y subterráneas en el valle del río Colorado, y Constructora Nuevo Maipo, un consorcio entre la alemana Hochtief y la italiana CMC di Ravena, que hará lo mismo, pero en los valles de los ríos Yeso y Volcán.