Una pauta de inflación del 20 al 25% para el año en curso anunció el ministro de Hacienda y FinanzasAlfonso Prat Gay. En el marco de una conferencia de prensa, y ante la consulta de ámbito.com, el titular de la cartera señaló que no se trata de una meta optimista, sino "realista" en función del programa económico.
También indicó, confirmando un anticipo de este portal, que el déficit primario (antes del pago de intereses de la deuda) que recibe el gobierno de Mauricio Macri equivale a "5,8% del producto bruto interno, el más alto de los últimos 30 años" a pesar que "Argentina tuvo el año pasado el récord absoluto de recaudación en sus 200 años de historia". Si a este déficit primario de 5,8% se agrega el 2,2% de déficit financiero que calculó el ministro, resulta que el desequilibrio total de las cuentas del Tesoro Nacional llega al 8% del PBI.
Prat Gay hizo especial énfasis en el "alto déficit fiscal" que recibieron como herencia y que "nos vamos a enterando en la medida que avanzamos". Atribuyó el elevado nivel de deuda al aumento de la emisión monetaria que llegó a un crecimiento récord en 2015 orden del 45%. De esta forma, aseveró "llevamos 10 años de inflación por encima de 15% y 8 años por encima del 20% anual, y es difícil encontrar otro país con esta performance".
• Programa
"En temas fiscal e inflacionarios seremos cuidadosos, pero tendremos mano dura para avanzar en la dirección correcta", estimó el ministro el referise al la politica de shock que se implentó para la devaluación. En esa línea anticipó que mediante el programa con metas presantado se intentará reducir el déficit fiscal en un punto. Pero, Prat Gay advirtió "todo esto sin tocar el gasto social, porque incluso vamos a extender la Asignación Universal a los hijos de los monotributistas".
Por su parte, el secretario de Hacienda, Gustavo Marconato, aseguró que "esto no es un ajuste, uno no está ajustando cuando gasta de mas". La conducción económica está pensando en la elaboración de un presupuesto plurianual con baja más fuerte en el desequilibrio fiscal partir de 2017 para "finalizar la gestión del presidente Macri haciendo desaparecer esos casi 6 puntos de herencia que nos tuvimos que hacer cargo".
Comentó que la directiva del Presidente fue "no toquen el gasto social, en la medida de lo posible incrementen el gasto en inversiones y vean dónde está el derroche en todos los ministerios". Prat Gay estimó, en base a las mediciones de las provincias y privadas, que el año 2015 cerró con una inflación del 27 a 28%, pero que se aceleró hacia fin de año. Al respecto consideró que "recibimos una inflación del 30%".
A partir de este dato, propuso un compromiso de inflación para 2016 de 20 al 25% que bajará del 12 y 17% el próximo, a 8 a 12% para 2018 concluyendo el último año de la gestión Macri "en un dígito alrededor 5% anual".
• Cuentas públicas
Tras evaluar que "salimos bien del cepo", el ministro dijo que ahora "el río que tenemos que atravesar es el aumento desmedido de los precios". Al respecto dijo que quería que la sociedad, los formadores de precios, los trabajadores, supieran que la conducción oficial "se está ocupando" del tema. Sostuvo que las mediciones internas arrojan que, tras un repunte en la última quincena de noviembre y la primera de diciembre, en la primera parte del presente enero "los niveles de inflación son parecidos a los de septiembre y octubre" del año pasado. Consideró que el costo en termino de inflación de la liberación cambiaria fue "una pequeña joroba de dos meses que ni por asomo fue el impacto que esperaban analistas y políticos".
De todas formas, se comprometió a seguir trabajando en el tema de la inflación en un esquema que no contempla "ni la extorsión de (Guillermo) Moreno ni la ley de la selva". Por ello presentó un programa de metas ya que consideró que no será posible contener la inflación en tanto no se resuelva el problema fiscal y en tal sentido dijo que se hará una "convergencia gradual hacia a la normalidad atendiendo a los que menos tienen y con vistas al crecimiento" económico.
Dijo que el anterior gobierno presentó un déficit primario del sector público nacional equivalente a 2,3% del producto bruto, pero consideró que esa cifra debe ser corregida tanto por ingresos que no debieron computarse como por gastos que no se incluyeron. Entre estos últimos calculó que la "deuda flotante" (con proveedores, organismos, etcétera) pasó de 60.000 millones de pesos a fines de 2014 a 110.000 millones de pesos a fines del año pasado, algo más de un punto del PBI.
En cuanto a los ingresos que no deben ser considerados, señaló que hacia mayo del año pasado el Banco Central giró un pago de intereses al Tesoro por 78.000 millones de pesos, con un fuerte deterioro en el patrimonio neto de la entidad que bajó "de un día para otro en 70%" y consideró que "no hay un antecedentes en el mundo de una empresa que gire semejante pago a sus accionistas". Por otra parte, advirtió que el Tesoro se apropió de recursos que en realidad eran las rentas reales de los fondos de los jubilados. En suma, calculó que "lo que nos dijeron 2,3% (la administración de Axel Kicillof) resulta que fue 5,8%" del producto bruto de déficit.
Consultado por el ajuste de las cuentas públicas, el ministro sostuvo que "no es que se gasta mucho, se derrocha y se gasta se gasta mal". Y, puso un ejemplo, relató que el jefe de Gabinete, Marcos Peña contribuyó a una mejora del gasto público al recortar la pauta publicitaria de la jefatura que era de 700 millones de pesos en solo 300 millones pesos.
El Gobierno oficializó ayer su plan de metas de inflación que se propone llevar la evolución del costo de vida a un dígito en 2019. La meta más cercana es lograr en 2016 un incremento de precios de entre 20% y 25%, afirmó ayer el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay. Esa es la referencia que el Ejecutivo busca plasmar en las negociaciones paritarias, en momentos en que gremios anticipan reclamos superiores al 30%, en línea con estimaciones privadas.
El programa oficial de metas de inflación, avalado por el presidente Mauricio Macri, contempla bandas de entre 17% y 12% para 2017, entre 8% y 12% para 2018 y de entre 3,5% y 6,5% para el último año de su mandato. "Vamos a ser muy cuidadosos, pero con mano dura", prometió Prat-Gay, al presentar el Programa Fiscal y Metas de Inflación 2016-2019, que también proyecta reducir el déficit primario de forma paulatina hasta llegar a 0,3% del PBI en 2019.
El Gobierno espera que su expectativa de inflación sea la que guíe la evolución de precios y salarios este año y que los sindicatos aspiren a una paritaria inferior al 30%. Hasta ahora, prometió a los trabajadores de mayor poder adquisitivo elevar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias a $ 30.000 mensuales y actualizar las escalas. "Queremos que eso sea tenido en cuenta en las futuras paritarias", dijo Prat-Gay. Del otro lado, ese sector será el que sufra la quita de subsidios a la luz y gas, que elevará las tarifas de esos servicios, sobre todo en el área metropolitana.
Según el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPC-CABA), la inflación fue del 26,9% en 2015, con un fuerte aumento de 3,9% en diciembre, producto de la devaluación del tipo de cambio."Entendemos que hay una línea divisoria entre el primer trimestre (de 2016) y el resto del año. A partir de la segunda mitad del año, apuntamos a un índice de inflación inferior a 1% mensual", auguró el ministro en conferencia de prensa. "El primer trimestre no puede ser tomado para proyectar el resto del año", insistió.
Prat-Gay consideró que la inflación ya desaceleró. "Lo que estamos haciendo hasta ahora tiene un resultado visible. Quizás no es la sensación que tiene uno cuando va al almacén, pero vemos que el salto de la inflación por la salida del cepo ya lo hemos superado y estamos aterrizando en la primera quincena de enero hacia niveles similares a los de septiembre y octubre últimos", dijo. Las consultoras privadas, en tanto, estiman un IPC de entre 2,5% y 4%.
La proyección oficial será la referencia que tendrá el Banco Central para cuidar el valor del peso. Pero es casi 10 puntos menor a las estimaciones de economistas del sector privado. Según un relevamiento de Latinfocus, la inflación esperada para 2016 por los analistas promedia 33,9%.
Rodrigo Álvarez, director de la consultora Analytica, consideró que la banda de entre 20% y 25% "hace ruido", y explicó que "el arrastre de la devaluación y fundamentalmente el impacto de la quita de tarifas" hacen prever una inflación más alta, sobre todo en los primeros meses. La consultora estimó una inflación de 32% para este año.
Marina Dal Poggetto, directora del estudio Bein, dijo a DyN que Prat-Gay "trata de influir de manera positiva en las expectativas". Miguel Kiguel, de Econ views, dijo a esa agencia que "el objetivo de metas de inflación es ambicioso y deseable, lo cual no quiere decir que no vayan a ser cumplibles. Va a requerir un esfuerzo importante del Banco Central".
Los que confirman que, contrariamente con al abordaje de shock dado a la política cambiaria para dejar atrás el denominado cepo, para avanzar sobre correcciones en el resto la política fiscal, monetaria e impositiva lo que primará será el gradualismo.
La conclusión surge de las definiciones que entregó el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay , en una conferencia de prensa en la que presentó las metas fiscales y de inflación de la gestión Macri. Estas suponen un recorte de apenas un punto punto porcentual en el enorme déficit heredado del kirchnerismo y una reducción progresiva de la inflación que la haría caer mayormente en la segunda parte del año para terminar cerrando en un rango que vaya del 20 al 25% anual, medida punta a punta durante el 2016.
Estas fueron algunas de las definiciones que entregó:
Según el plan fiscal y monetario dado a conocer ayer se ubicará dentro de un rango de entre 20 y 25% en el año, lo que supone una desaceleración de entre 3 y 5 puntos sobre los niveles del 2015. Luego planteó un sendero progresivo de reducciones que la había caer del 17 al 12% en 2017 y del 12 al 8% en 2018 hasta alcanzar el nivel promedio de otras economías del 5% sólo hacia el 2019
Confirmó que en marzo se enviará un proyecto al congreso para elevar a $ 30.000 el mínimo no imponible sobre salarios y reformar las escalas de manera de "evitar que se vuelvan regresivas como en la actualidad". Estimó que esa medida tendrá un costo fiscal final de $ 37.000 millones que "debería ser tenido en cuenta por los sindicatos a la hora de negociar paritarias".
Ratificó que se trabaja en un esquema para eliminar por completo los subsidios a las tarifas energéticas en Capital Federal y GBA, con excepción de las que pagan familias vulnerables, aunque no dio precisiones sobre el nivel que definiría ese límite. Prat-Gay calculó que el gasto en subsidios ronda hoy 4 puntos del PBI y que con el recorte a los energéticos esa proporción se reducirá en 1,5 puntos durante el presente año.
Estimó que 2015 cerró con un déficit primario (es decir, sin considerar pagos de deuda) de 5,8 puntos del producto y anunció que el objetivo será "reducirlo" a 4,8 puntos en 2016. Sin embargo, aclaró que la reducción real sería mayor si se considera que el "déficit bien medido" llegó a 7,1% en 2015, si se tiene en cuenta que el gobierno saliente "dejó de pagar muchas cosas" en el último mes de gestión generando lo que se conoce como "deuda flotante".. A su vez planteó que la reducción del déficit será progresiva cayendo en alrededor de 1,5% por año hasta llegar a un nivel de equilibrio en 2019, es decir, al finalizar el mandato de Macri.
Prat Gay precisó que la deuda con los holdouts es de 9.982 millones de dólares y reclamó el inicio de "negociaciones serias" y en base al "sentido común".
Al tiempo que Prat Gay formulaba estas declaraciones en Buenos Aires, el secretario de Finanzas, Luis Caputo, mantenía en Nueva York la primera reunión oficial con el mediador Dan Pollack y representantes de los acreedores.
"No esperen que a la salida de esta reunión esté arreglado el pleito, ni una propuesta concreta. Primero queremos entender la postura de quienes tienen los fallos favorables", advirtió el ministro.