La economía chilena no ha recibido las mejores noticias en las dos primeras semanas del año. Al débil incremento de apenas 1,8% que registró la actividad en noviembre pasado, se sumó un mayor deterioro en el precio internacional del cobre, al romper el soporte de los US$ 2 la libra (ayer cerró en US$ 1,97).
El impacto de estas noticias en las expectativas de los expertos no se hizo esperar, generando un nuevo ajuste a la baja en los pronósticos para la actividad no solo para este año, sino también para 2017.
Así lo dejó en claro ayer la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) de enero realizada por el Banco Central, en la cual los agentes ajustaron de 2,2% a 2,1% la estimación para el PIB de este año, ubicándose en la parte baja de las estimaciones del ente rector, que prevé un crecimiento del Producto entre 2% y 3%.
Los recortes también alcanzaron a las proyecciones para 2017, que se habían mantenido inalterables en 3% en los últimos tres meses. La estimación se ajustó por primera vez bajo ese nivel, a 2,8%, muy distante al 4% estimado en marzo de 2015, cuando la pregunta se incluyó por primera vez en la encuesta.
Las otras variables no mostraron muchos cambios en relación a la medición de diciembre: las expectativas de inflación para el horizonte de política monetaria se mantienen ancladas en 3%, con una variación de 3,5% anual esperada para los próximos once meses.
En términos de política monetaria, los expertos esperan que la tasa se mantenga en 3,5% en la reunión de este jueves, y mantienen la visión de un próximo ajuste al alza de 25 puntos base dentro de los próximos cinco meses.
Finalmente, prevén un incremento de 0,4% en el IPC de enero y un Imacec de apenas 1,6% en diciembre.
Para el economista de Santander, Felipe Bravo, los resultados de la encuesta reflejan la menor capacidad de crecimiento que está evidenciando la economía en medio de un panorama externo que se mantendrá bajo la incertidumbre de los vaivenes de la economía china, el ritmo del alza de tasas en EEUU y la velocidad de crecimiento que registre la eurozona.
“Las expectativas se están ajustando en relación a lo que estamos viendo en el escenario externo, pero a nuestro parecer aún son optimistas”, señala Bravo.
Para este año, Santander anticipa un crecimiento de 2%, el que podría caer a 1,5% si el precio promedio del cobre se ubica cerca o por debajo de US$ 1,9 la libra. “Si se va materializando ese escenario de riesgo, los pronósticos continuarán ajustándose a la baja”, asegura Bravo.
La incertidumbre global e interna llevó a Bice Inversiones a ajustar sus expectativas de crecimiento para este año de 2% a 1,6%. El economista de la entidad, Sebastián Senzacqua, indica que el deterioro en el escenario también provocará que el Banco Central realice ajustes en sus proyecciones de crecimiento en el próximo Informe de Política Monetaria (IPoM).
“Es posible que opte por un rango entre 1,75% y 2,75 o menos, manteniendo incluso el sesgo a la baja”, sostiene.
El economista de BBVA, Aníbal Alarcón, señala que los datos de corto plazo tienen un efecto importante en las expectativas, pero que a medida que el panorama internacional se vaya aclarando “el crecimiento de la economía debería acercarse a su potencial”.
Nathan Pincheira, de Banchile Inversiones, expone que ante una economía que carece de catalizadores de crecimiento de corto plazo, con riesgos relevantes en materia inflacionaria, el Banco Central tendrá una tarea “difícil” a la hora de determinar el timing de las próximas alzas, ante un escenario más adverso.
Representantes de empresas provenientes de 21 países se reunieron ayer en el Foro Internacional de Inversión Chile 2016, organizado por el Comité de Inversiones Extranjeras (CIE), evento que fue inaugurado por la presidenta de la República, Michelle Bachelet.
En su discurso, la Mandataria se enfocó en las razones de porqué Chile es atractivo para los capitales extranjeros, lo que unió a temas de contingencia, principalmente a la volatilidad de los mercados globales y que han derivado en una disminución en el precio del cobre.
“Estos días hemos conocido noticias relacionadas al precio del cobre que ciertamente preocupan. Pero ustedes deben saber, y saben, que somos un país responsable, que manejamos las finanzas públicas de manera prudente y que los problemas internacionales los enfrentamos con la solidez de nuestra economía”, dijo.
La autoridad destacó que incluso en el contexto actual de menores precios para los commodities, “la economía chilena ha mostrado ser resiliente a los vaivenes internacionales”, lo que ha sido reconocido por distintas organizaciones extranjeras y agencias clasificadoras de riesgo.
“Esta capacidad que hemos demostrado una y otra vez de sobreponernos a eventos externos, como las crisis económicas o los contextos desfavorables, habla no solo de nuestra estabilidad macroeconómica sino también de algo más, que es la capacidad de adaptación de nuestra institucionalidad y su madurez para responder a nuevos desafíos”, agregó.
La Presidenta remató señalando que el llamado a invertir en Chile “es una invitación a aprovechar nuestras ventajas competitivas” en diversos sectores, como el energético, alimenticio, de infraestructura e innovación, lo que se potenciará con la nueva ley marco para la inversión extranjera y la próxima constitución de la Agencia de Promoción de Inversión Extranjera, que se espera reemplace al CIE dentro del primer trimestre de este año.
El ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, reconoció la importancia que tiene la inversión extranjera en el desarrollo de la economía chilena, especialmente en el desafío de diversificar la matriz productiva del país.
“Chile ha sido un país que ha dependido de manera importante del cobre y eso ha generado beneficios, pero debemos pasar a una nueva etapa, donde seamos capaces de diversificarnos y de crear nuevos sectores en nuestra economía y en eso los inversionistas extranjeros pueden jugar un gran rol”, dijo.
En relación al manejo macroeconómico del país, Céspedes resaltó que la política fiscal no se basa en el precio diario del cobre, sino en su valor de mediano y largo plazo , “y eso nos ha permitido tener una política fiscal sólida y estable”.
“Hemos enfrentado períodos similares en momentos anteriores, y ante esa volatilidad no hay que sobre reaccionar, sino que hay que estar muy atentos a lo que está ocurriendo”, concluyó.