Los precios de la mayoría de las materias primas van en picada, pero no los de este metal. Este año arranca una nueva mina.

Este año el panorama pinta oscuro para la mayoría de los proyectos mineros y las minas existentes en el país.

Los precios del carbón, del níquel y del cobre vienen en picada, sin embargo, las cotizaciones de la onza de oro se han movido alrededor de los 1.100 dólares en las últimas semanas, un efecto que, junto a la devaluación del peso frente al dólar, beneficia a los proyectos que se realizan en el país.

Es que si bien hace un año el precio del oro se encontraba por el orden de los 1.300 dólares por onza, la tasa de cambio se ubicaba alrededor de los 2.300 pesos; hoy, con un dólar de 3.300 pesos la onza del metal precioso vale 380.000 pesos más que el año pasado.

Esto beneficia a las empresas que tienen proyectos auríferos en operación, pues la mayoría de sus costos son en pesos, y también mejora las perspectivas para los nuevos proyectos.

De mantenerse la tendencia actual, y si se cumplen el cronograma de la mina San Ramón (una mina desarrollada por la firma Red Eagle, ubicada cerca de Santa Rosa de Osos, Antioquia) esta obra iniciaría en el mejor de los escenarios, en materia comercial.

De acuerdo con los últimos reportes de la empresa, San Ramón arranca con la producción en junio del próximo año, lo que aumentaría las cifras de esta industria en el país.

En San Ramón, se producirían 50.000 onzas de oro anual durante los ocho años de vida útil que se pronostican para la mina. Y los cálculos de la empresa se hicieron bajo un supuesto de 1.300 dólares por onza.

Esta compañía avanza además en el estudio de un yacimiento en Santander, que antes pertenecía a la firma CB Gold y fue absorbida por Red Eagle el año pasado. En un reporte reciente la minera afirmó que “los resultados de la anterior perforación de Vetas (el nombre del proyecto) muestra que hay un excelente potencial de oro y plata de alta calidad”.

La situación del precio también beneficia a los proyectos existentes con Mineros S.A., la mayor productora de oro del país, que además logró negociar exitosamente con su sindicato, una nueva convención colectiva, con vigencia hasta el 2017.

La firma convino con sus trabajadores un aumento salarial de 5,7 por ciento y una bonificación para cada trabajador de 1,4 millones de pesos. Mientras tanto, adelanta un programa de exploración en Nicaragua en consorcio con su subidiaria Hemco Nicaragua, en la que se estima una inversión de 7,6 millones de dólares.

EN QUÉ VAN LOS PINES DE ORO

Son cinco las iniciativas auríferas en el país consideradas por el Gobierno Nacional como Proyectos de Interés Nacional Estratégicos, Pines: en Santander, las minas El Gigante, de AUX, Angosturas, de Eco Oro; en Antioquia, Gramalote, de AngloGold Ashanti, y Buriticá, de Continental Gold, y en Tolima, La Colosa, también de AngloGold Ashanti.

De estos cinco proyectos solo uno, Gramalote, tiene licencia ambiental, pero la evaluación de la viabilidad financiera de este proyecto podría tardar un par de años más, y la producción de la mina iniciaría en el 2019.

Los demás proyectos aún están en fases de prefactibilidad. En el caso de El Gigante y Angosturas, hay tanto problemas financieros en las empresas para conseguir recursos para seguir con el plan de exploración, como incertidumbres acerca de la viabilidad técnica de los proyectos con la nueva delimitación del páramo de Santurbán.

Buriticá avanza, pero en medio de controversias con la autoridad ambiental local; y en La Colosa, el proyecto enfrenta serios problemas sociales, pues incluso el alcalde de Ibagué, Ricardo Ferro, anunció en su campaña una consulta popular para ponerle freno al proyecto.

“Manifesté mi oposición a la mina La Colosa y a la megaminería y di un sí rotundo al agua, un sí rotundo a la vida, siempre defendiendo los intereses superiores de los ibaguereños y los tolimenses”, expresó el gobernante durante la campaña.

Este tipo de oposición también es fuerte e influyente en Santander.