La Contraloría General de la República entregó informe sobre los impactos que la venta de Isagen puede tener sobre las finanzas públicas, el mercado energético y el uso de los recursos obtenidos de la venta para los proyectos de infraestructura 4G en diferentes regiones del país.
El documento plantea los aspectos positivos y negativos que traería a la nación la venta de este activo. Los primeros, exponen la conveniencia de invertir en infraestructura vial 4G, ya que promueve el desarrollo económico y social del país, vía crecimiento del PIB, generación de empleo, reducción de costos y tiempos de viaje, además de generar efectos positivos sobre la oferta de bienes, la inflación y los índices de competitividad nacional.
También se destaca que las actuales condiciones económicas del mercado favorecen el precio de la venta, pues Isagen fue una de las acciones que más subió el año pasado, lo que la pone en un escenario de condiciones financieras y productivas atractivas en el mercado energético. “Se esperaría que la subasta determine un precio de venta superior a la base propuesta inicialmente por el gobierno”, dice el documento.
Ahora bien, dentro de los aspectos negativos que resalta el ente de control, se destaca que debe compararse el flujo de ingresos que la nación dejará de recibir al vender Isagen, con el flujo de ingresos que se produzcan al construir la cuarta generación de concesiones viales, pues la venta de la empresa genera presiones sobre las finanzas públicas, ya que el Estado dejará de recibir anualmente el monto de los dividendos para la financiación del gasto público.
Y dos aspectos trascendentales del informe en el que la Contraloría deja constancia que actuará vigilante en la gestión fiscal de los recursos que se recauden de la venta de Isagen: deben plantearse los riesgos que supone para el Estado la venta de la participación accionaria en Isagen, pues limita el control natural que tiene hoy en el mercado nacional de energía eléctrica.
Y un segundo aspecto, es que con venta de la generadora de energía se pasa a depender, aún más, de las acciones de los privados para expandir la oferta energética e invertir en el desarrollo de la capacidad instalada que se requiere con miras a suplir las necesidades que presenta la demanda nacional de energía eléctrica.
En suma, lo que concluye el informe de la Contraloría es que simplemente presenta apreciaciones sobre los puntos a favor y en contra que traería la enajenación de la participación estatal en Isagen, y advierte que “lo más importante, es que los recursos provenientes de esta venta sean destinados a la inversión de proyectos que mejoren la competitividad del país y su crecimiento económico. Pues la única forma de garantizar que la venta sea eficaz es procurando inversiones que generen retornos y produzcan mayor bienestar y prosperidad a los ciudadanos”.