Nicolás Gandini
Los combustibles aumentaron esta semana un 6% en todas las estaciones del país. La nafta súper superó los $ 14 en algunas compañías. En el interior, el salto fue más estridente: en Chaco, por ejemplo, el litro de súper llega a pagarse por encima de los 18 pesos. Las subas son el resultante de un acuerdo promovido por el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, con los actores del negocio petrolero –productores, refinadoras y provincias hidrocarburíferas–, a fin de sostener el precio interno del crudo en niveles competitivos para defender la inversión en un sector estratégico.
El timming no fue el más oportuno: tras el acuerdo, el precio doméstico del barril promedia los 60 dólares –US$ 67,50 en Neuquén y US$ 54,90 en Chubut–, prácticamente el doble que el Brent –la principal referencia que rige el comercio de combustibles a nivel mundial–, que esta semana cotizó por debajo de los US$ 35 por primera vez en 11 años.
A pesar de la iniciativa para mantener el nivel de actividad en los yacimientos, el resquebrajamiento del negocio hidrocarburífero es una realidad. El epicentro del problema está en Chubut, el primer productor de crudo del país. El distrito que gobierna Mario Das Neves exporta un 30% de su oferta de petróleo Escalante porque las refinerías argentinas no están preparadas para absorber una masa crítica mayor de un crudo tan pesado. Como resultado, las petroleras están vendiendo al exterior buena parte de su producción a cambio de alrededor de US$ 30 (precio internacional menos regalías provincial).
Las empresas ya avisaron que la situación no es sostenible en el tiempo. Tecpetrol, brazo petrolero del grupo Techint, evalúa despedir a 400 trabajadores. Pan American Energy (PAE), la petrolera de BP, Cnooc y la familia Bulgheroni; Sipetrol (filial de la estatal chilena Enap), la china Sinopec e YPF podrían seguir el mismo camino.
Existe un agravante que complica todavía más el escenario: hasta fines de 2015 los privados recibían un subsidio directo del Tesoro de hasta US$ 5 por barril que exportaban si era el resultado de un incremento de la producción. Aranguren decidió no prorrogar ese beneficio.
Algunas petroleras presentaron en ese ministerio y en otras dependencias de Gobierno alternativas para reponer la rentabilidad del negocio de exportación. Si no hay cambios en el cuadro de situación, las petroleras le comunicaron a Das Neves que no podrán mantener el nivel actual de ocupación. En total, son casi 4.500 empleos de manera directa los que están en riesgo.
Los petroleros protagonizarán este lunes una histórica movilización, cuando más de 1.200 trabajadores viajen a Rawson en respaldo a la comisión directiva del gremio que conduce Jorge Avila en la negociación que, en Casa de Gobierno y a partir de la convocatoria efectuada por el gobernador Mario Das Neves, llevarán adelante con las operadoras petroleras.
Tras la movilización del 28 de diciembre, en la que más de 10.000 petroleros ganaron las calles de Comodoro Rivadavia para luego entregar el petitorio al obispo Joaquín Gimeno Lahoz, comenzaron a aparecer las respuestas por parte del gobierno nacional de Mauricio Macri que, hasta ese momento y pese a estar notificado de la situación, no atendió el tema que es crítico en la Cuenca del Golfo San Jorge en general pero sobre todo y en particular para Comodoro Rivadavia.
Luego de varias deliberaciones, en la que los petroleros estuvieron respaldados por el intendente Carlos Linares y el gobierno provincial, representado por el ministro de Hidrocarburos, Sergio Bohe, el ministro de Energía de Nación, Juan José Aranguren, remiso a dar respuestas a los planteos laborales y a todo lo que sea ajeno a la política de mercado, comunicó la decisión de tomar el precio del barril criollo a 54,90 dólares, valor cercano al vigente hasta el jueves 31 de diciembre, día en que venció el acuerdo de precios y política de subsidios establecida por el anterior gobierno nacional.
El problema es que ese solo pero importante "avance" no logra contener ni salvar la situación particular que, dentro de la crisis internacional que generó la baja del precio del crudo, tienen la provincia del Chubut y algunas de las operadoras, como Tecpetrol y Sipetrol, en parte también Pan American Energy, que exportan el crudo que extraen de las entrañas del suelo comodorense.
El gremio petrolero, con el respaldo de la intendencia y la provincia, se plantó en la exigencia de contar con una respuesta global que asegure que "no haya ni un solo despido", como ratificó Avila el jueves en la multitudinaria asamblea ante obreros de Tecpetrol, dejando en claro que el gremio no aceptará perder algunos puestos y compañeros a cambio de la conservación del resto de las fuentes de trabajo, algo que –se adelantó– también sucederá cuando, en el marco paritario, las operadoras y/o el gobierno nacional pretendan hacer carne el revelador pensamiento del ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, quien –recordemos– ya pidió a los sindicatos que morigeren sus reclamos y concentren sus esfuerzos en evitar despidos.
Nadie apuesta a que realmente el lunes la solución aparezca en Rawson. Ojalá que nos equivoquemos, pero la reunión y la movilización serán, sin dudas, un elemento más que importante para que operadoras y gobierno entiendan que los trabajadores no son variable de ajuste y que en épocas de crisis, si bien se pueden ajustar algunos cinturones, lo primero que hay que hacer es no generar más crisis y problemas a través del clásico ajuste que, ya sea por acto fallido o acción deliberada, plantea a nivel nacional el ministro que confundió algunas inquietudes periodísticas con algarabía cuando anunció la liberación del cepo que, una vez más hay que recordar, vino acompañada por la devaluación que también, ¡vaya noticia¡, recayó y recae sobre los trabajadores y los más humildes, aquellos que no sueñan ni con dólares ni con autos de alta gama, ahora liberados a las "necesidades del mercado".
Los petroleros, hay que decirlo, no caen del todo simpáticos en gran parte de la población que, en lugar de ver y analizar el esfuerzo que hacen y lo que aportan para que el resto de la ciudad crezca y funcione, solo ven los importantes sueldos y bonos que reciben y cómo se encarecen algunos aspectos básicos de la economía y vida diaria de Comodoro Rivadavia que se ajusta –precisa y engañosamente– a esos salarios (bien ganados) de no tan pocos.
Esta visión sesgada, aunque con algún fundamento, es la misma que la que se tenía, antes de los 90 y de la privatización de YPF, con los petroleros de entonces, los ypefianos: esos que hicieron grande esta ciudad y la región que también, como era lógico en aquel entonces, tenían sueldos diferenciales, también bien ganados.
Esas situaciones y ventajas especiales que tenían los ypefianos, y que hoy aunque de otra manera y contexto gozan los petroleros privados, generó un resentimiento que obviamente fue detectado por los agentes del neoliberalismo que trabajaron sobre él para regalar YPF a manos españolas e iniciar así un derrotero de vergüenza y pérdida de intereses nacionales y estratégicos que todavía el país no pudo recuperar del todo.
Esperemos que ese resquemor, recelo, envidia, o esa costumbre casi de chusmas; de ver solo el sueldo y no el esfuerzo del petrolero de hoy, no sea una nueva llave para que Comodoro, como sucedió con la privatización de YPF y la posterior crisis del 98, vuelva a ser una ciudad sin petróleo, es decir sin esperanza y sin futuro porque, al margen de la falta de inversiones y de la devolución de la riqueza que de aquí salió y sale, y la necesidad de encontrar una diversificación industrial, Comodoro sigue girando (casi sin cambios) al ritmo del oro negro, como hace 109 años.
Los petroleros decidieron viajar el lunes a Rawson y en un alto porcentaje también tienen resuelto acampar frente a la Casa Rosada luego del 22, si es que la respuesta no aparece antes del fin de la conciliación obligatoria porque ya se entendió que, como lamentablemente ocurría en otras épocas, parece que nuevamente y pese a que se dice que está en todas partes, "Dios atiende solo en Buenos Aires".
Jimena Segura
La caída del precio del petróleo crudo desde mediados de 2014 es protagonista del derrumbe generalizado del precio de los commodities al ser uno de los principales insumos productivos a nivel mundial. En 33 dólares el barril de WTI, prácticamente una tercera parte de su valor en un periodo de un año y medio, esta caída se manifiesta como un episodio más de la compleja situación económica internacional.
Según consignó Tiempo Argentino, el aumento de los stocks de crudo petrolero refleja la sobreproducción de un sector que por un lado se enfrenta a una débil demanda por el ciclo de estancamiento en que se encuentra la economía global, y a un escenario de fuerte competencia entre sus oferentes, específicamente entre la OPEP por un lado y los EE UU y países de la ex Unión Soviética por el otro. De aquí que los recortes de producción que otrora fueron mecanismos de contención a la baja de precio, hoy no logran confluir en la intención definitiva de la OPEP a fines de mantener su participación en el mercado mundial.
Según Daniel Perrotta, consultor de Decisio, señala "todo indica que en los próximos meses continuará el deterioro de los precios del petróleo, con su correspondiente impacto en los mercados globales. Las causas son diversas, entre ellas, el exceso de oferta que deviene de la decisión de la OPEP de mantener sus niveles de producción, la desaceleración de la demanda, por la devaluación del yen, entre otras y el anunciado regreso de Irán al mercado".
Perrotta explicó a Tiempo que "para entender la magnitud de esta situación cabe recordar, que el precio del barril en los comienzos del año 2014, alcanzaba los 110 dólares, llegando en estos días a menos de U$S 35.
Esto por supuesto ha impactado notablemente en la industria, circunstancia que se hace visible en los resultados de las empresas, en los niveles de las inversiones, en las pérdidas de empleos y en el desplome del precio de las acciones de esas compañías".
Por su parte Dante Sica, director de ABECEB y ex secretario de Industria, remarcó "2015 fue un año de fuerte caída en el precio del petróleo, tanto por factores de oferta como de demanda. Tras tocar los U$S 105 el barril en junio de 2014, el WTI se desplomó a U$S 33,16 el viernes último.
Por el lado de la oferta, el aumento de la producción convencional de crudo de la OPEP orientada a deprimir precios y sacar del mercado a productores ineficientes se combinó con la mayor disponibilidad proveniente de fuentes no convencionales de Estados Unidos".
La cuestión es que en el marco de este escenario de caída de precios, Arabia Saudita convenció ya un año atrás al resto de los miembros de la OPEP a defender su cuota de mercado antes que el precio, frente al progresivo aumento de la capacidad productiva de los países por fuera de esta organización. Como resultado de esta estrategia, lograron recuperar desde abril de 2015 su participación en el mercado global mediante el desplazamiento de los menos productivos.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), las reservas mundiales de crudo alcanzaron niveles records en los últimos meses. De aquí que la perspectiva para el 2016,con una previsión de demanda creciendo a niveles más bajos y una mayor competencia por parte de su oferta, es que los precios del crudo no se recuperen significativamente. En este mismo sentido, la CEPAL, agencia regional de las Naciones Unidas, remarca que "frente a un débil aumento del consumo, se espera para 2016 que los precios del petróleo se mantengan en niveles similares a los de fines de 2015, lo que implicaría una nueva caída del precio promedio del crudo de alrededor de un 5% en términos anuales".
El economista Julio Gambina remarca "en este 2015, EE UU volvió a ser el primer productor de crudo del mundo, a costa del fracking, fuertemente cuestionado y que además es un método carísimo de extracción. Para dificultar el proceso de primacía norteamericano en la producción petrolera, los socios sauditas estimulan la producción de petróleo barato para sostener la importancia de Oriente Medio en materia de hidrocarburos. El resultado es que el petróleo cotiza por debajo de los U$S40 el barril y nadie pronostica el fin de la baja."
"Esta circunstancia –explica Daniel Perrotta– tiene su contracara en los efectos positivos que genera en los países importadores, donde mejora la renta de empresas y hogares, producto de la baja del precio de los combustibles."
Es que el abaratamiento del principal costo de producción es asimismo alentado por parte de un sector de capital que intenta vía tal reducción de precios recuperar sus niveles de rentabilidad perdidos luego de la crisis de 2009. Sin embargo el precio barato ha sido más bien un impulso a su almacenaje principalmente en los EE UU, China e India, antes que un motorizador de la actividad económica mundial.
Sicaadvierte "en este escenario, la caída en la cotización generada por la sobreoferta mundial tuvo un efecto limitado sobre el crecimiento global, menor al esperado. La razón radica en que el abaratamiento del hidrocarburo también responde a la menor demanda que genera la desaceleración de China y el mundo emergente, deprimiendo los precios de éste y el resto de las commodities. Además, las perspectivas bajistas del crudo han reducido fuertemente las inversiones en producción y exploración petrolera, contribuyendo al menor empuje global. No obstante, el efecto positivo de un petróleo barato sobre la economía mundial, si bien es limitado, se extenderá por unos años más."
Cabe remarcar que la propia desaceleración china fue en parte apuntalada por la crisis del euro y la finalización del programa de liquidez por parte de los EE UU donde la suba de las tasas por parte de la FED delinea un escenario aún más preocupante para los precios de las materias primas.
Sica explica "la reciente suba en la tasa de referencia de la FED impacta negativamente en los precios de los commodities, en particular del crudo. El alza de la tasa de interés generará una reversión en los flujos de capitales, apreciando el dólar en detrimento del resto de las monedas y las materias primas".
Respecto a esto, Gambina señaló que "la caída del precio de las commodities está asociada al problema de la crisis mundial del capitalismo. Se asocia a la crisis energética e incide en la reducción del precio del petróleo y los hidrocarburos en general. Pero también a la cuestión financiera y la guerra monetaria, la cotización del dólar en el sistema mundial y la evolución de las tasas en EE UU. Ello incide en la circulación del capital, especialmente la circulación especulativa. Caen las commodities por imperio de la crisis alimentaria y los manejos especulativos de las transnacionales de la alimentación y la biotecnología."
Impacto regional. De conjunto los precios de los productos básicos que exporta la región continuaron disminuyendo en el segundo semestre de 2015, señala la CEPAL, "y no se espera que aumenten de manera significativamente en 2016". "Para el caso del petróleo se espera que el consumo mundial en 2016 aumente sólo el 1%", remarca el informe que concluye en base a ello, que este año empeorarán aún más los términos de intercambio para la región de América Latina y Caribe, fuertemente exportadora de commodities.
De acuerdo al economista Julio Gambina, la baja del precio del crudo "no sólo afecta a los países productores, sino que respecto de los consumidores, eso no implica reducción de precios. De este modo, las subas y bajas impactan en la cotidianeidad, sea por inflación o deflación. Lo que no se discute es la dependencia de los combustibles fósiles y la necesidad de cambiar la matriz energética del mundo, pero eso supondría discutir el modelo productivo y de desarrollo que el orden capitalista difunde al sistema mundial, afectando el metabolismo de la relación entre la sociedad y la naturaleza."
Para Daniel Perrotta, "la Argentina es el único país donde la nafta aumenta a pesar de la caída del precio del petróleo, producto de la decisión de sostener el precio del barril en valores cercanos a los U$S 75 como incentivo a la producción. Los combustibles en la Argentina se encarecieron más del 130 % mientras que el barril de petróleo cayó más del 60 por ciento. Tampoco debe soslayarse el impacto que sobre el déficit comercial genera la importación de energía".
Sobre este punto, el titular de la consultora Abeceb.com Dante Sica puntualiza que "a nivel local el bajo precio del crudo pone bajo un manto de dudas la idea de que con Vaca Muerta va a entrar un flujo significativo de dólares para inversión, ya que la explotación de los yacimientos no convencionales es más cara que la de los convencionales. En nuestro país el precio local que reciben los productores de petróleo y con el que toman decisiones, en base al de Medanito, está por encima del precio actual del WTI".