"Vamos a ser duros ante los despidos de compañeros que se vienen llevando adelante y no vamos a permitir un solo despido sin causa", advirtió ayer el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado, Guillermo Pereyra.
Durante una reunión realizada ayer en esta ciudad entre la Comisión Directiva y el Cuerpo de Delegados, Pereyra explicó que recibió una nota enviada por YPF donde la empresa "manifiesta que van a mantener la actividad y el trabajo, pero resulta que sus contratistas no lo respetan".
La petrolera informó que en las últimas semanas de 2015 bajó varios equipos con el argumento de liquidar las vacaciones y los francos atrasados del personal hasta el 15 de enero.
Sin embargo, el gremio indicó que esta situación significó la suspensión en la facturación de las empresas contratistas y el despido de personal, lo cual va en contra de lo acordado en una reunión donde se garantizó la preservación de los puestos laborales. Pereyra dijo que responderán "a esta situación con mucha tranquilidad pero con mucha fuerza".
La próxima semana el gremialista se reunirá con el ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca; el titular de Energía, Juan José Aranguren, y con directivos de YPF para tratar el tema.
El líder sindical también se expresó en duros términos sobre algunas empresas de servicios que "están avasallando el Convenio Colectivo de Trabajo, violentándolo".
"Conocemos la situación de crisis que atraviesa la actividad a partir de la baja del precio internacional del crudo, pero aquí en el país ese tema está arreglado, por eso no hay motivos para que nos despidan gente", aseguró el gremialista.
Se terminaron las vacaciones. El sindicato de los petroleros, que dirige Guillermo Pereyra, reunió a sus delegados ayer para comenzar a trazar la hoja de ruta de un 2016 que se anticipa conflictivo. La primera parada será la semana próxima cuando se cumpla el plazo comprometido por YPF para la restitución de los nueve equipos que la petrolera paró en Vaca Muerta. En paralelo comienza la vigilia para que el 30% de los operarios con descanso -forzado- regresen a sus funciones.
Pereyra reconoció a "Río Negro" que la situación "no será sencilla" y aseguró que hubo algunos despidos en empresas pequeñas que "no tuvieron la espalda suficiente para soportar esta situación". Pese a la continuidad del barril criollo -casi al doble del valor internacional- las empresas extranjeras se excusan en decisiones centralizadas de sus casas matrices para explicar un ajuste en sus compromisos.
"Hay que confiar en lo que la empresa (por YPF) informó por escrito. El 15 de enero tienen que ponerse en funcionamiento los equipos que se paralizaron", dijo Pereyra. La petrolera nacional paralizó en diciembre cuatro equipos de perforación y otros de pulling y workover que habían finalizado sus programas de trabajo para 2015. Sólo esa medida afectó en forma directa a unos 500 trabajadores y a más del doble en forma indirecta.