Es probable que un automovilista desprevenido haya visto los carteles de las estaciones de servicio sin notar la diferencia, pero los aumentos de precios que aplicaron ayer las petroleras en todo el país escribieron una nueva curiosidad histórica en las páginas del mercado local de naftas y gasoil. Por primera vez en años, al menos en el lapso que se puede corroborar con las estadísticas oficiales disponibles, YPF dejó de tener los precios más baratos en la ciudad de Buenos Aires.
Su lugar fue ocupado por Axion, la empresa que se construyó sobre los activos de la ex Esso cuando los hermanos Bulgheroni y la china Cnooc compraron el negocio local de Exxon. Así lo corroboran los nuevos valores que muestran las pizarras porteñas, uno de los mayores centros consumidores a nivel nacional.
Aunque las diferencias son de apenas centésimos, implican miles de dólares si se tienen en cuenta las ventas de combustibles en todo el país. Desde ayer, Axion vende el litro de nafta súper a $ 13,79, mientras que la empresa estatizada ofrece el mismo producto a $ 13,8. Anteayer, el precio oficial de ambas para la súper era de $ 13,01 por litros.
Las diferencias en otros productos son un poco más amplias. El litro de Infinia, la nafta premium de la petrolera que maneja Miguel Galuccio, cuesta $ 15,56, dos centésimas más que el nuevo precio de Axion. Lo mismo ocurre con el gasoil Premium ($ 14,38 contra $ 14,36) y el gasoil, con una distancia de apenas un centésimo.
Las diferencias son pequeñas en cuanto a los valores, pero se vuelven grandes en términos simbólicos. YPF se distinguía entre las grandes marcas por tener los precios más bajos del país. Los memoriosos del sector sostienen que es una tradición desde al menos los años '80.
Algunos motivos explican la interrupción en esa tendencia. Una pista la dio la presidenta Cristina Kirchner en agosto de 2012, durante un acto en la planta que la empresa tiene en Ensenada. Acompañada por Galuccio, dijo: "Sabemos que hay compañías que se aprovechan y entonces fijan un precio premium más alto y condenan a YPF a que abastezca a la totalidad del mercado y se llevan la crema del negocio".
La petrolera estatal tiene el 55% del mercado. Según los especialistas, es una cuota mayor a la recomendable, que en ocasiones la obligó a importar combustibles a pérdida para evitar, o demorar, el quiebre de stock en sus estaciones. Ese incremento en el llamado market share se produjo por la conveniencia de sus precios, como criticaba la Presidenta.
Un defensor de la petrolera estatal que pidió no ser identificado sugirió verificar los precios de las demás marcas en el resto del país, si bien aún no hay datos públicos disponibles. Y recordó que la logística de YPF es más onerosa porque llega a todas las provincias.
Pese a lo que muestran las pizarras, Axion no quiere que se la identifique como una marca barata. "Nuestra propuesta está hecha en base a precios competitivos y calidad en servicios, instalaciones y productos", dice la empresa. Pero su llegada trastocó los paradigmas habituales del negocio. Su refinería de Campana es la que está en mejores condiciones para procesar mayores cantidades de petróleo pesado, que en el país se produce en Chubut (se denomina Escalante). La principal productora de esa variedad es Pan American Energy, una sociedad compuesta por la británica BP y Bridas, cuyos accionistas son la familia Bulgheroni y Cnooc, es decir, los mismos nombres de Axion.
Desde que le compró a Exxon, Bridas le dio la orden a los gerentes de Axion que maximizaran la producción. Es una recomendación comprensible. PAE es la segunda entre las mayores productoras de crudo del país, detrás de YPF, pero es la mayor exportadora, porque la calidad de su crudo no le alcanza para colocarlo íntegramente en el país.
Con los precios actuales le conviene vender en el mercado interno antes que fronteras afuera. Un ejemplo: tras el acuerdo al que llegó el Gobierno con el sector el lunes de esta semana, el barril de petróleo Escalante cuesta US$ 55 en el país, mientras que el WTI, de referencia en Estados Unidos y de mejor calidad, cerró ayer a US$ 33,97, casi un 40% menos. Cada vez que envía producto al exterior, la factura de PAE y otras empresas, como Sipetrol y Tecpetrol, toman ese número como referencia.
La punta alta de la tabla de precios sigue liderada por Shell. La compañía que hasta hace seis meses presidió el ahora ministro de Energía, Juan José Aranguren, llevó el precio de la nafta premium a $ 16,45. Desde hace años sostiene que la calidad de sus productos está por encima de las demás empresas, lo que justifica la brecha.
Cronista
La cámara que nuclea a los empresarios del autotransporte de cargas advirtió ayer que la suba dispuesta en el precio de los combustibles afectará al sector debido a que incrementará sus costos totales y que solo para enero representará un ajuste del orden del 2%.
Así lo expresó la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeaac) al afirmar que el sector "se ve nuevamente perjudicado en un incremento de sus costos totales".
"En un contexto mundial en el que el valor del petróleo está en baja (ver aparte), vemos que los importes relacionados a las gasolineras aumentan a nivel interno de manera exponencial, prácticamente doblando los internacionales", planteó la entidad.
Los empresarios transportistas explicaron que "la suba en el combustible impacta fuertemente en la actividad ya que es uno de los insumos principales y representa, al menos, 35% de los costos del autotransporte de cargas de larga distancia".
Según el último índice realizado por el Departamento de Estudios Tributarios y el Observatorio de Costos de Fadeaac, en diciembre los costos se incrementaron en un 2,5% y alcanzaron el 21,8% en 2015.
Para la entidad, con el comportamiento de los costos de diciembre y a partir de los anuncios de ministro de Energía, Juan José Aranguren, "la suba del gasoil podría repercutir en, al menos, un 2% en los costos del transporte de enero de 2016".
"Esto repercute de lleno en nuestra actividad ya que trae aparejado una suba significativa en los costos totales que, una vez más, se ven golpeados por factores y decisiones ajenas al sector", agregaron los transportistas, al reclamar "trabajar en conjunto con todas las actividades productivas del país a los efectos de generar tarifas más eficientes y competitivas".
A partir de ayer, entró en vigencia un aumento de 6% a los distintos tipos de naftas y gasoil y el nuevo precio interno para el barril de petróleo que comenzará a comercializarse con una baja de 10%.
De esta manera, el crudo más liviano del tipo Medanito, que se produce en la cuenca Neuquina, se pagará a u$s 67,5 por barril, y por el más pesado del tipo Escalante que se produce en la Cuenca del Golfo u$s 54,9 por barril, ambos por encima de los precios internacionales.
En otro orden, los precios de los combustibles continúan registrando ajustes pero la dispersión de valores entre la Capital Federal, el Conurbano y el interior del país no se corrige: la diferencia ya supera ampliamente los $ 2 con la provincias del norte.
Si se tiene en cuenta que los patagónicos tienen un beneficio exclusivo en el precio de los combustibles, la diferencia de lo que paga un barilochense respecto a un formoseño, un chaqueño, un correntino o un misionero, es de 50,65%.
El valor de la nafta súper de la petrolera estatal YPF en las estaciones de servicio de la Capital Federal se ubica en los
$ 13,80 por litro mientras que en Resistencia ya alcanzó los
$ 16,03: una diferencia de $ 2,23.
Así, llenar el tanque de 55 litros de un Volskwagen Gol Trend uno de los modelos más vendidos en la Argentina en los últimos cinco años tiene un costo de $ 759 en Capital y de
$ 881,65 en Resistencia (una diferencia del 16,15%).