Wall Street operó con fuertes pérdidas arrastrado por las tensiones geopolíticas por el ensayo nuclear norcoreano y nuevos datos negativos sobre la economía china. Además, se sumó un nuevo desplome del precio del petróleo en los mercados internacionales.
El Dow Jones cayó 1,47%, unos 251,88 puntos y terminó en 16.906,78 unidades, el selectivo S&P 500 perdió un 1,31 % hasta 1.990,30 enteros, el índice Nasdaq bajó un 1,14 % hasta 4.835,77 enteros.
Los operadores en el parqué neoyorquino arrancaron apostando decididamente por las ventas preocupados por el anuncio de que Corea del Norte ha realizado otro ensayo nuclear llevado a cabo con una bomba de hidrógeno.
Tampoco ayudó un dato peor de lo esperado sobre el sector de servicios en China, que mostró en diciembre un deterioro respecto a noviembre, debido a la débil demanda, lo que supone un descenso por décimo mes consecutivo.
Los inversores también siguieron con preocupación una nueva caída del precio del petróleo en los mercados internacionales.
En clave interna, el Departamento de Comercio reveló que el déficit comercial de Estados Unidos se redujo un 5 % en noviembre y quedó en 42.400 millones de dólares, con caídas tanto en las exportaciones como en las importaciones del país.
Por su parte, las bolsas europeas operan en baja ante las dificultades de la economía china y el anuncio de Corea del Norte.
Londres registró una caída de 1,04%. El índice FTSE-100 de los principales títulos cedió 63,86 puntos, hasta los 6.073,38.
El DAX de Fráncfort, que ha perdido ya 5% en lo que va del año bursátil, cayó en 0,93%, a 10.214,02 puntos. El MDAX (valores medianos), lo hizo en 1,18%, a 19.989,88 puntos.
En la plaza parisina, el CAC 40 perdió 57,16 puntos, a 4.480,47.
Madrid no fue la excepción y el índice IBEX 35 cayó en 1,48%, a 9.197,40 puntos, en una sesión calma a causa de ser día festivo en España.
No obstante, las mayores pérdidas las registró Milán, donde el FTSE MIB perdió 2,67%, hasta los 20.422 puntos.
En tanto, la bolsa de Tokio cerró este miércoles a la baja debido a que los exportadores se vieron penalizados por la subida del yen, a raíz del anuncio de Corea del Norte de una primera prueba exitosa de bomba de hidrógeno.
El índice Nikkei 225 de los principales valores perdió 1% (-182,68 puntos), hasta 18.191,32 puntos.
El nuevo año ha comenzado con una desbandada de la renta variable china. Sólo ayer, gracias a las compras de fondos estatales, el índice Shanghai Composite pudo evitar las caídas. Pero el rebote del 2,2% que se anotó en la sesión previa ha quedado completamente neutralizado en apenas media hora.
La oleada de ventas ha alcanzado tal magnitud que en la primera media hora de la jornada la Bolsa de Shanghai ha tenido que suspender todas las operaciones en virtud de la nueva normativa que provoca el cierre adelantado de la jornada si se producen caídas del 7%.
En el momento de la suspensión el índice Shanghai Composite se hundía otro 7,32%, hasta los 3.115 puntos. Con este varapalo ya borra el 10% de subidas acumuladas durante todo 2015.
Las alertas se activan en el conjunto de los mercados, más aún cuando se trata de la segunda ocasión en cuatro jornadas en la que la Bolsa de Shanghai tiene que bloquear sus operaciones debido a la nueva normativa. El pasado lunes el desplome ya alcanzó también el 7%.
Los analistas destacan incluso que esta medida, destinada en principio a evitar mayores desplomes, incrementa si cabe los nervios, al incitar a los inversores a anticipar sus ventas en un intento por no quedarse 'pillados' en el momento de la suspensión.
Otro factor que ha disparado el pánico esta semana en la Bolsa de Shanghai es el fin del veto impuesto a los grandes accionistas por el que no podían vender paquetes significativos de sus compañías. Mañana expirabas estas restricciones, que afectaban a los accionistas con participaciones superiores al 5% del capital. Este bloqueo representaba un total de unos 185.000 millones de dólares en acciones, según cálculos de Goldman Sachs.
Finalmente, y con el fin de evitar nuevos desplomes como el sufrido hoy por la Bolsa de Shanghai, el regulador chino ha prorrogado, con matices, estas restricciones. Las nuevas normas limitarán la capacidad de venta de títulos de los grandes accionistas chinos a un máximo del 1% del total de acciones de una compañía.
Los datos macro publicados en China en este inicio de año agravan los temores a un mayor frenazo de su economía. El lunes el dato de la actividad manufacturera se hundió hasta los 48,2 puntos, por debajo de lo esperado y más lejos de la barrera de los 50 puntos que separa la contracción del crecimiento. Y ayer el dato de actividad del sector servicios se desinfló hasta quedarse al borde de la contracción, al caer a sus cotas más bajas en 17 meses.
Los temores a una desaceleración muy por debajo de los niveles de crecimiento próximos al 7% vigentes hasta ahora han ido en paralelo a una devaluación de su divisa. El yuan, con el 'permiso' de las autoridades chinas, cotiza ya en mínimos de 2011 frente al dólar.