Pablo Moreno Basso
El comienzo de un nuevo año nos entrega nuevos desafíos en los mercados financieros, dentro del cual permanecerán los efectos de importantes eventos desarrollados durante el 2015. Dentro de los factores externos, nuevamente las decisiones que involucren el proceso de normalización de la Tasa de Política Monetaria sobre la economía estadounidense y la evolución de la economía china, con su respectiva repercusión en las materias primas, serán los principales protagonistas dentro de los mercados financieros globales.
Por otro lado, desde un punto de vista interno, la evolución del crecimiento económico y los niveles de inflación otorgarán indicadores que serán seguidos por el Banco Central, el cual ya ha dado señales claras de mantener un ritmo restrictivo sobre su política monetaria durante el 2016. La interacción de estos factores marcará la pauta para la evolución de la paridad entre el peso chileno y el dólar americano durante el próximo año
La segunda economía global mantendrá el protagonismo de los últimos años, sin embargo, la visión del mercado volverá a enfocarse en el momento en que la economía comience o no su repunte. Durante el 2015, observamos fuertes movimientos sobre la divisa china en relación con la divisa norteamericana, una alta volatilidad de sus mercados financieros y un sector manufacturero que registró cifras expansivas solo en un mes, afectando la sensibilidad de los mercados y la cotización de las materias primas, que junto a una mezcla de exceso de oferta y una débil demanda a nivel global, han presionado a sus cotizaciones a niveles no vistos desde la última crisis económica.
Este último punto fue uno de los principales factores que impulsó la cotización de nuestro principal producto de exportación, el cobre, al retroceder en torno a un 25% durante el 2015, lo que también ha afectado la cotización de nuestro tipo de cambio, a pesar de la menor correlación que experimentaron en comparación con años anteriores. No se ven cambios radicales en su desempeño durante el próximo año, pero sí se espera que las distintas medidas de estimulo comiencen a dar resultados, entregando un soporte a la tendencia bajista de su crecimiento a partir del segundo trimestre del próximo año.
Con respecto a Estados Unidos, las miradas estarán puestas en la velocidad en que la Reserva Federal siga con su proceso de normalización sobre su Tasa de Política Monetaria, donde se espera que existan cuatro nuevas alzas para terminar el año en torno a 1,5%. Este proceso estará condicionado a la evolución de las cifras de inflación sobre la economía, la cuales se han visto presionadas por el efecto del sector energético que ha llegado a cotizar a sus menores niveles en los últimos 6 años, por las proyecciones de crecimiento que mantengan su sesgo expansivo y por un mercado laboral que se mantenga en sus niveles de pleno empleo. Por otro lado, cabe recordar que este año serán las elecciones presidenciales en la primera economía del mundo, por las posturas económicas de los principales candidatos, las que también tendrán un efecto sobre el desempeño de los diversos agentes económicos durante el año.
Con respecto a la economía nacional, el tema inflacionario será el principal indicador económico a observar por los diversos participantes del mercado, dado que este factor condicionará la velocidad en que el Banco Central de Chile mantenga su proceso restrictivo sobre la tasa de interés. La divergencia que se produzca en el lineamiento de las Tasas de Política Monetaria entre Estados Unidos y Chile, será el principal factor que repercuta sobre el tipo de cambio en los próximos meses. Por otro lado, el efecto que traerá consigo un menor gasto fiscal sobre el crecimiento económico, también condicionará a la principal autoridad monetaria del país a ser cautelosa en sus movimientos, debido a que un menor nivel de comparación con el año anterior, y un programa más restrictivo sobre la política monetaria, podría acarrear mayores problemas a un crecimiento que aún se mantiene muy lejano de su niveles potenciales.
Con respecto a las proyecciones para el año 2016 sobre el tipo de cambio, desde un punto de vista técnico, mantendrá un impulso alcista durante este año, los niveles de 721 - 723 es la zona de resistencia por excelencia, cuya ruptura nos permitiría llegar hacia los niveles de 748 como siguiente nivel de resistencia. Con respecto a nuestro principal producto de exportación, estará expuesto a los vaivenes de la economía china y al dólar americano, donde las presiones en un comienzo se mantendrán siendo bajistas sobre su cotización, lo que permitiría nuevamente ver la ruptura del soporte psicológico de los US$2 en varias ocasiones, aunque esperamos que pueda consolidarse durante el próximo año en torno a los 2.38 - 2.46 la libra.