Por errores propios y contingencias ajenas, el Frente Amplio se tuvo que tragar el escándalo de Pluna, que se llevó puesto al ministro de Economía y Finanzas de Entonces, Fernando Lorenzo, y a quien presidía el Banco República, Fernando Calloia, por haber sido responsables del otorgamiento irregular de un aval a la empresa fantasma Cosmo para participar del remate de los aviones Bombardier.
El impacto político fue evidente, a la luz de los procesamientos (por abuso de funciones) en diciembre de 2013 y las posteriores renuncias. Sin embargo las culpas de ese lío quedaron repartidas. Junto a esos dos procesamientos, el juzgado del Crimen Organizado envió a la cárcel por un delito de estafa especialmente agravado al argentino Matías Campiani y a sus dos socios (Sebastián Hirsch y Arturo Álvarez Demalde) que encabezaron la dirección de la aerolínea de 2007 a 2012. De esa forma se separó la paja del trigo y los presuntos delincuentes privados tuvieron que purgar su pena tras las rejas, y (algunos de) los responsables políticos se hicieron cargo al renunciar.
La crisis en ANCAP viene siendo bien distinta en cuanto a responsables, o mejor dicho porque no aparecen. Para empezar, la Justicia no ha intervenido; lo hará en todo caso cuando la oposición presente sus denuncias con elementos de los informes de la investigadora parlamentaria. Por lo tanto no hay consecuencias penales para responsables directos que los obliguen a renunciar. Habrá que ver si luego de toda la indagatoria surgen ilicitudes que expliquen las millonarias pérdidas (que superan largamente el agujero de Pluna).
Lo cierto hasta ahora es que a diferencia del affaire que desencadenó el cierre de la aerolínea de bandera, la izquierda no tiene en el caso de ANCAP un Campiani para que se lleve las culpas de posibles delitos. Pluna estaba en manos de privados (con el Estado con 25% de las acciones) y ANCAP no solo es pública, sino monopólica.
Reuters
La Cámara de Diputados de Uruguay aprobó en la madrugada del domingo una ley para capitalizar en unos 620 millones de dólares a la petrolera estatal ANCAP, que enfrenta una fuerte crisis financiera por sus altos costos y la apreciación del dólar.
Con los votos del oficialismo y en una sesión extraordinaria, la normativa se sancionó tras una acalorada discusión con la oposición.
Pese a que en sala los legisladores oficialistas se mostraron alineados, el tema mantiene enfrentados a miembros de la coalición de Gobierno de izquierda, el Frente Amplio.
El proyecto de ley había sido previamente aprobado en el Senado con los votos del oficialismo.
La capitalización consistirá en que el Ministerio de Economía y Finanzas perdone a la petrolera una deuda en unidades indexadas a la inflación equivalente a unos 620 millones de dólares, por el pago adelantado de compras de crudo a la estatal venezolana PDVSA.
La medida se enmarca en un plan de acción para revisar y reducir los costos de la petrolera, que en 2015 habría finalizado con pérdidas por unos 200 millones de dólares, a lo que se sumará un préstamo por 250 millones de dólares ya acordado con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Desde la hora 10 del sábado 2 y hasta la 0.20 del domingo, la Cámara de Representantes analizó un proyecto de ley que contiene medidas para rescatar al ente petrolero ANCAP, que se encuentra en crisis desde hace meses. El texto que ya tenía sanción del Senado, fue aprobado pasada la medianoche solo con los 50 votos del oficialismo, en 90 legisladores presentes. Fue una sesión inédita por llevarse adelante sábado 2 de enero, en pleno receso parlamentario.
Por un lado el gobierno condona una deuda que tenía ANCAP con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de US$ 622 millones, lo que dará un poco de aire a sus deudas, y por otro habilita un préstamo de US$ 250 millones por parte de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
En el repaso de la situación de ANCAP recordó las inversiones, dijo que la empresa aportó en los últimos años miles y miles de dólares a Rentas Generales por la recaudación de impuestos en el precio del combustible. También defendió su rol en mantener la inflación, e insistió con los argumentos de parte de la coalición que indican al MEF como culpable principal de la crisis. En ese sentido dijo que no se han tenido en cuenta los "costos no reconocidos en las tarifas" en los últimos años, como por ejemplo el crecimiento de la plantilla, que pasó de 2.000 a 2.700 funcionarios "en una empresa en expansión y sin asistencia financiera del Estado".
La respuesta inmediata fue del diputado blanco Jorge Gandini (Alianza Nacional), quien aseguró que el año empieza mal para el gobierno con la sesión urgente para rescatar ANCAP. Dijo que la empresa va a seguir perdiendo a pesar del proyecto de "achique" que votará el oficialismo, y aseguró que el apuro del FA en votar esa ley es en parte porque en los próximos días se vencía una cuota de la deuda de ANCAP al MEF que ahora se elimina.
Gandini también encendió la mecha en la sesión con alusiones directas al vicepresidente de la República Raúl Sendic, quien fue presidente de ANCAP en el período pasado. Dijo que ya se sabrá si hubo delitos o no cuando se tenga claro el resultado de la comisión investigadora, pero de todos modos se adelantó a sugerir que Sendic usó dinero del ente público para financiar su campaña, lo que desencadenó un duro cruce con legisladores del grupo del vicepresidente.
También le pegó al sindicato de ANCAP (FANCAP), y dijo que eran amarillistas y se mantenían en silencio porque están con el oficialismo. Bromeó con que no estaban en las barras de la Cámara de Representantes, porque estaban en otras barras, las de Maldonado y el Chuy.
Felipe Carballo (lista 711) se sintió aludido y pidió la palabra para responderle a Gandini. Dijo que el diputado blanco estaba enojado porque en su interna perdió con un pastor (en alusión al diputado Álvaro Dastugue, del grupo de la senadora Verónica Alonso) y le advirtió que con sus ataques estaba entrando en un terreno delicado.
"Si entramos en esta cancha muchos podemos salir embarrados", disparó. Luego dijo que podría recordar que legisladores del Partido Nacional se pasearon por despachos oficiales para pedir un empleo para sus esposas en el Estado.
Por su parte, el nacionalista Gustavo Penadés manifestó que el gobierno, directamente, fundió ANCAP.
Mientras que el diputado del MPP Camilo Cejas explicó que el negocio petrolero está en crisis en todo el mundo "y no es un problema de los uruguayos". Luego recordó que la oposición no le dio los votos al FA para poder convocar a la sesión en curso. "Votaron con los pies y se quedaron comiendo asado y tomando cerveza", dijo.
En tanto, el blanco Jaime Trobo consideró que el Frente Amplio convocó a una sesión para el 2 de enero "porque quieren que este tema pase entre gallos y medias noches para que nadie se entere; lo hacen cuando la gente está en cuestiones íntimas con su familia".
El diputado frenteamplista (Liga Federal) Darío Pérez pidió la remoción de los directores de Ancap y sostuvo: "Cuadro que gana no se cambia, pero cuadro que pierde se cambia el DT y algunos jugadores".
Con respecto a la fiesta que se realizó para a inauguración de la desulfurizadora, el colorado Tabaré Viera la comparó con esas que ese publican en las revistas Gente o Paparazzi. "La hicieron para codearse con la farándula argentina y costó caro", dijo.
Por otra parte, el frenteamplista Carballo volvió a pedir la palabra y recordó que quienes hoy atacan a ANCAP son los mismos que se opusieron a su creación en tiempos del batllismo.
De paso, Carballo señaló que en 2002 "los gurises comían pasto en el norte del país" debido, entre otras cosas, al cierre de El Espinillar.
Está previsto que la sesión se extienda hasta entrada la noche.