Al menos un año demorará la eléctrica Endesa en reformular el proyecto hidroeléctrico Neltume, el mayor presente en su cartera de desarrollo, luego que el martes desistiera de la iniciativa y la retirara del sistema de evaluación ambiental.
Según señalaron fuentes conocedoras del tema, la generadora venía analizando hace tiempo la factibilidad de llevar a cabo el proyecto con el diseño actual, y con el nuevo esquema y directrices del controlador, se decidió retirarlo por los posibles problemas que enfrentaría en el futuro con las comunidades.
El tema fue informado al Ministerio de Energía hace algunas semanas y desde parte del gobierno se habrían realizado gestiones para encontrar una salida distinta.
El principal problema al que se enfrentaba Endesa con el proyecto hidroeléctrico es que las aguas recogidas en el río Fuy -región de Los Ríos-, descargaban en el Lago Neltume, lugar considerado sagrado por el pueblo mapuche. A esto se suma que el lago Neltume es de origen glaciar (no tiene afluentes desde Argentina), y parte de sus aguas alimentan a los lagos Panguipulli y Riñihue, y que los plazos que restaban para el fin de la evaluación ambiental eran insuficientes para someter un nuevo proyecto para la evaluación de los servicios.
Al final, la compañía habría considerado estos temas como insalvables, por lo que la alternativa que se estudiará será descargar en el mismo río, sin tocar el lago.
El nuevo plan
Por el momento, Endesa se encuentra preparando un nuevo plan para desarrollar el proyecto. Fuentes sostienen que ya existe un diseño preliminar respecto de la ruta que deberá seguir el nuevo túnel que conducirá las aguas a la central y luego las descargará al río, pero que esto significará un cambio en algunos parámetro clave del proyecto.
En principio, la capacidad instalada de la central hidroeléctrica, proyectada en 490 MW, se podría reducir en un 20%, y el túnel de descarga sumar varios kilómetros adicionales para evitar llegar al lago Neltume. El proyecto original contaba con un túnel de 10 kilómetros de extensión.
Esto será clave para determinar si el proyecto “flota” económicamente y, por lo tanto, si la generadora seguirá adelante con él.
En junio pasado, el gerente general de Endesa, Valter Moro, sostuvo que la firma cuenta con un plan de desarrollo que considera “posibles” proyectos por unos 3.000 MW en distintas tecnologías, pero que no todos ellos se realizarían.
Hoy Endesa solo tiene en construcción la central Los Cóndores (150 MW), y en tramitación ambiental el cierre del ciclo combinado en Tal Tal, que agregará unos 120 MW a esa unidad. Lo mismo debería suceder con la central a gas en Quintero.
Acuerdos vigentes
El nuevo estudio ambiental, que considerará también análisis hidrológicos y geológicos de la cuenca, será realizado por un tercero, mientras que la ingeniería del nuevo proyecto estará a cargo de la propia Endesa.
El nuevo proyecto -cuya inversión sólo se conocerá una vez que se realicen las adecuaciones-, se trabajará durante 2016 e ingresaría al sistema de evaluación ambiental al año siguiente.
Las fuentes señalan que, a diferencia de lo sucedido con el proyecto retirado -que completó en diciembre cinco años de trámite ambiental-, el rediseño de la central podría tomar unos dos años para ser aprobado.
En esto, serán claves los acuerdos firmados con algunas de las comunidades, las que se han manifestado de acuerdo con que la central se construya si las aguas no son descargadas en el lago.
Estos pactos se lograron durante el proceso de participación indígena, el que duró cerca de dos años, y que estaba en su etapa de elaboración de los informes finales.
Si la generadora no encuentra obstáculos insalvables para la realización del proyecto, la construcción debería partir en 2019 o 2020, para entrar en operaciones cuatro años más tarde. El nuevo proyecto sería uno de los cuales permitiría a Endesa participar de las licitaciones de suministro de 2018, aunque no está considerado para la de 2016.