Una producción sorprendentemente robusta de petróleo en Estados Unidos y Medio Oriente durante el último año ha llevado los precios del crudo a sus niveles más bajos en más de una década. Sin embargo, para los inversionistas que tratan de determinar si el mercado se acerca a un fondo, la mayor fuente de incertidumbre son los niveles de producción de otros países.
La producción de petróleo de Rusia, Brasil y Noruega en 2015 superó las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) y la Administración de Información de Energía de EE.UU. (EIA, por sus siglas en inglés), cuyas previsiones son seguidas de cerca por el mercado. Mientras tanto, las inversiones en yacimientos petrolíferos realizadas hace años, cuando los precios eran mucho más altos, se disponen a entrar en funcionamiento a pesar de que proyectos de perforación y exploración que empezarían a producir en las próximas décadas han sido postergados o cancelados.
La mayor atención de los inversionistas en el suministro procedente de fuera de EE.UU. y de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) resalta la incertidumbre en torno a la magnitud del exceso de oferta global que ha borrado más de 60% del valor del crudo en los últimos 18 meses.
Por una parte, advierten los analistas, los bajos precios pueden agotar los yacimientos con mayor celeridad puesto que las empresas dedican menos recursos a su mantención y tratan de mejorar la eficiencia de los campos más antiguos. Por otra parte, la capacidad de los productores para mejorar la eficacia de sus operaciones de perforación y reducir costos ha sorprendido a los inversionistas.
Tomando en cuenta la fortaleza de la producción de crudo a nivel mundial en 2015, numerosos inversionistas dicen que no hay claridad sobre cuándo empezará a decaer la sobreoferta. La OPEP no ha intervenido como en otras ocasiones para reducir la producción y, de esta manera, estabilizar los precios. La producción de EE.UU, a su vez, no ha disminuido mucho.
“Estamos en territorio inexplorado”, señala Judith Dwarkin, economista jefe de RS Energy Group. “Es un mercado petrolero que… desde que comenzaron las transacciones comerciales ha sido dominado por monopolios, oligopolios o un cartel”.
De no mediar recortes coordinados del suministro, dicen los economistas, a cada productor le conviene extraer la mayor cantidad de crudo posible durante un período de precios bajos para maximizar sus ingresos. “No le corresponde a Arabia Saudita, ni a ciertos miembros de la OPEP, subsidiar a los productores de costos más altos al ceder participación de mercado”, señaló en marzo el ministro saudita de Petróleo, Ali al-Naimi.
La cotización del crudo de referencia en EE.UU. ha promediado US$48,90 el barril este año, comparado con un promedio de US$95,05 entre 2011 y 2014. El Brent, la referencia global, ha promediado US$53,79 en 2015 contra US$107,69 los cuatro años previos.
La producción global de petróleo aumentó en 2,28 millones de barriles diarios, o 2,4%, en 2015, según la EIA. La OPEP y EE.UU. representaron la mayor parte del crecimiento, pero el resto provino de Brasil, China, Canadá, Rusia y otros países. La entidad prevé que la producción se expanda en 250.000 barriles al día en 2016, o 0,3%.
La fortaleza de la producción de los países que no son parte de la OPEP, excluyendo a EE.UU., ha tomado por sorpresa a analistas e inversionistas que pensaban que estas naciones disminuirían rápidamente su bombeo de crudo a raíz del derrumbe de los precios.
“La idea de que la OPEP y otros productores importantes como Rusia reducirían la producción a estos precios más bajos es equivocada”, aseveró John Brynjolfsson, director de inversiones de Armored Wolf, que administra fondos como parte de una oficina familiar. “La producción excederá la demanda durante el próximo par de años”.
No todos los gestores fondos están de acuerdo. Quienes apuestan a un alza de los precios sostienen que el suministro de los países que no son miembros de la OPEP podría caer drásticamente en 2016, lo que desataría un repunte de los precios hacia fines de año. Las empresas retrasaron o cancelaron el desarrollo de capacidad productiva en cerca de 13 millones de barriles diarios en los últimos cinco años, equivalente a alrededor de 14% del actual nivel de producción global, según el banco de inversión especializado en energía Tudor, Pickering, Holt & Co.
Los proyectos de hidrocarburos pueden demorar años en desarrollarse, de modo que el mercado no absorberá el impacto de los recortes de gastos hasta 2017 cuanto antes, señalan algunos analistas.
Los inversionistas se equivocaron al prever que la producción de crudo de esquisto caería drásticamente este año. Las petroleras se volvieron más eficientes y recortaron sus costos. Algunas empresas han indicado que pueden aumentar la producción si los precios superan los US$60 el barril.
Estas mejoras de eficiencia han ayudado a las energéticas de otros países. Los analistas del banco de inversión Goldman Sachs prevén un alza de la producción en el Golfo de México, Canadá, Argentina, Brasil, Rusia y el Mar del Norte.
“Lo que ha ocurrido en el sector de esquisto sirve como advertencia”, dijo Bo Christensen, director de asignación de activos macro y táctica de Danske Invest en Copenhague, que administra cerca de US$100.000 millones. “Cualquiera que se considere un experto y diga que los productores convencionales fuera de la OPEP no pueden de ninguna manera aumentar su producción debiera pensar en lo que dijeron los autodenominados expertos hace dos años sobre el crudo de esquisto”.