El alza de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos y la fuerte apreciación del dólar le han quitado al metal parte de su atractivo.
El oro culminó esta semana en US$ 1.071,9 la onza. Un valor que ni los más pesimistas tenían en mente al cierre del año pasado. Hasta ahora, el metal alcanza pérdidas de valor de 10% respecto de fines de 2014. Y las perspectivas no son buenas, pues sería su tercer año de bajas consecutivas para una materia prima considerada como "instrumento de refugio" para los inversionistas.
El mineral mantuvo desde 2001 hasta 2011 una tendencia alcista, incluso superando la crisis del 2008 tras la caída de Lehman Brothers. En julio de 2011 marcó un nuevo hito al transarse por encima de los US$ 1.800 la onza. Desde esa fecha, su valor experimentó un franco deterioro.
Entre analistas hay consenso de que el principal culpable de este precio es el dólar, cuya apreciación ha golpeado prácticamente a todos los commodities . La decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de subir las tasas de interés fue el golpe de knock out para coronar un año nefasto de las materias primas.
Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's, explica que el oro y el dólar son "activos en competencia". Eso significa que cuando el dólar se deprecia por las bajas tasas de interés, los inversionistas buscan refugio en el oro, fortaleciendo el precio de este último. Pero también "cuando el dólar se fortalece, porque las tasas van al alza en una economía en mejoría, entonces el oro deja de ser atractivo".
Sergio Tricio, gerente general de Ruvix, agrega que su gran activo es su uso como seguro contra la inflación. "En un mundo deflacionario y con economías desarrolladas con inflación prácticamente en cero, el oro ha perdido su atractivo".
Otra lectura del mercado para explicar la depreciación del metal es la recuperación económica mundial, liderada por Estados Unidos. La recuperación económica provoca que los inversionistas pierdan el miedo y decidan mover su dinero hacia productos que ofrecen mayor rentabilidad.
Así, las perspectivas para el precio del oro no son buenas. Según una encuesta realizada por Bloomberg a operadores financieros de los 34 principales bancos de inversión del mundo, el precio promedio del oro para 2016 será de US$ 1.100 la onza. Advierten que el metal tocará niveles máximos de US$ 1.325 la onza y mínimos de US$ 950, respectivamente.
Coutiño advierte que "si la economía estadounidense continúa al alza y el dólar sigue fortaleciéndose, el oro continuará deprimido". Tricio tiende a pensar que a los commodities "todavía les queda un período de tiempo de dolor" y en 2016 se podría llegar a ver la onza en US$ 1.000.