Mauricio Macri encargó ocho auditorías sobre programas y áreas sensibles de la administración pública para determinar en qué estado las dejó el gobierno de Cristina Kirchner. Los diagnósticos, que abarcan aspectos tan disímiles como los planes de ayuda a embarazadas y madres jóvenes, empresas energéticas y centros culturales, pondrán el ojo en íconos de la década kirchnerista y también en el manejo de recursos cuantiosos durante un período en el que los organismos de control estuvieron aletargados o directamente paralizados.
Las auditorías, según informaron fuentes de la Casa Rosada a este diario, están en manos de la Sindicatura General de Empresas Públicas (SIGEN) y también de los propios ministros, que tendrán que revisar el trabajo de sus antecesores y determinar si caben sanciones administrativas o denuncias judiciales. Según adelantó el propio Macri a su equipo, estos ocho informes serán los primeros, pero no los únicos. El Presidente quiere tener un panorama de la herencia que le dejó el kirchnerismo lo más detallado posible, con lo cual en los próximos meses todos los ministerios y organismos descentralizados emprenderán análisis similares. La irregular transición presidencial, que tuvo su cúspide en la ausencia de Cristina en las ceremonias del 10 de diciembre, hace pensar que Macri reelaboró la idea de mirar hacia el futuro que presentó durante su campaña y revisará los papeles y la actuación de su antecesora.
Un funcionario que está al tanto de los planes del presidente en este sentido reveló que las áreas que están siendo relevadas son las siguientes.
Plan Qunita: Es el programa de ayuda a madres de bajos recursos que lanzó Cristina Kirchner en julio de este año. Por medio de ese plan se entregaba una cuna y un kit con productos para el bebé. El programa contó con un presupuesto de más de $ 1.100 millones y el Estado compró 140 mil kits. Esas adquisiciones implicaron el pago de notorios sobreprecios que investiga el juez Claudio Bonadio. En la causa ya declararon el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández, los ex ministros de Salud Juan Manzur y Daniel Gollán y los dueños de las empresas que proveyeron los kits.
Yacimientos Carboníferos Fiscales Río Turbio: Es la entidad que maneja una de las obras públicas emblemáticas de la gestión de Cristina Kirchner. Maneja la mina de carbón de Río Turbio, en Santa Cruz, y también la usina que se construyó para generar energía con el producto de la mina. La semana pasada, Clarín reveló que la flamante central eléctrica está apagada por falta de carbón.
La gestión integral de residuos sólidos urbanos. El Gobierno buscará determinar si se manejaron bien los créditos internacionales y las transferencias a municipios para el rubro.
Fondos transferidos por el Ministerio de Educación a unidades ejecutoras provinciales. En este caso, también se analizarán los giros a los distritos, que tienen bajo su responsabilidad el manejo de los recursos para la educación.
Programa Sueños Compartidos. Era el plan de construcción de viviendas que manejaba la Fundación Madres de Plaza de Mayo. El caso terminó con la intervención de la justicia y la escandalosa salida de Sergio Shoklender del proyecto en 2011.
PAMI. Macri quiere saber cómo se manejó la obra social de los jubilados y las compras de insumos sanitarios.
Centro Cultural Néstor Kirchner y Tecnópolis. Son los dos hitos en el área cultural de la gestión de Cristina. Manejaron presupuestos millonarios y recibieron denuncias por su construcción y las erogaciones por su funcionamiento.
La recaudación del impuesto a las naftas y el suministro de combustibles a precio diferencial al transporte. El tributo que recauda la AFIP explica buena parte del precio del litro de nafta. Los subsidios al transporte generaron decenas de denuncias judiciales.
La variación de la base monetaria en la gestión de Alejandro Vanoli en el Banco Central (BCRA) fue récord histórico, de la mano de la monetización del déficit fiscal, y dejó un desafío a su sucesor, Federico Sturzenegger, quien comienza en un mes de fuerte impresión de pesos y acompañando anuncios que elevan el gasto público.
Según la consultora Ledesma, la emisión monetaria neta de los primeros once meses del año equivalió a 1,5% del PBI base 2004, lo que triplica lo registrado en 2014. Así, el circulante monetario (billetes en poder de público y en las cajas de los bancos) creció 38,65% en noviembre y totalizó 8% del PBI.
"Noviembre de 2015 fue el que más circulante tuvo en relación al PBI desde noviembre de 1974", dijo Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma. "No había tantos pesos en relación al PBI desde el Rodrigazo (7,8%, en junio de 1975), es decir, todo un récord para los últimos 40 años".
El economista Federico Muñoz, titular de la consultora con su nombre, coincidió que, al 11 de diciembre, últimos datos disponibles, "la base monetaria mostró una variación inédita y récord de 45% interanual", al sumar los depósitos en el BCRA.
"Semejante expansión de la cantidad de dinero obedece, en primer lugar, a la continuidad de la monetización del déficit fiscal", dijo Muñoz, ya que a esa fecha, el BCRA había emitido $ 167.036 millones para financiar al fisco. "Tanto o más relevante fue el escaso esfuerzo del BCRA para esterilizar estos pesos volcados al mercado. En los últimos 4 meses, las colocaciones netas de Lebacs explicaron una expansión de la base monetaria de $ 65.000 millones".
Sturzenegger subió la tasa de las Lebacs a 35%, y les devolvió el rol de absorber la liquidez excedente y neutralizar el impacto inflacionario de la devaluación. A 23 días de diciembre (cuatro licitaciones), las Lebacs contrajeron unos $ 10.000 millones, según Ledesma.
Además, el cepo cambiario permitió al BCRA que sus ventas netas de divisas fueran la principal fuente de contracción monetaria, $ 69.689 millones, pero por detrás de las fuentes de emisión monetaria.
Tras la unificación cambiaria, la intervención del BCRA volvió a ser una fuente de emisión monetaria. "El acumulado mensual aún sigue arrojando ventas netas. Lo más probable es que esta fuente monetaria cierre aproximadamente neutro el balance de diciembre", dijo Caamaño.
El alerta es que "el rojo fiscal sigue siendo igual o mayor que el que existía en noviembre, sobre todo teniendo en cuenta las primeras medidas de la administración de Mauricio Macri. La principal fuente de emisión monetaria sigue igual o más grande", advirtió Caamaño.
Muñoz coincidió: "Sería deseable que se empiece a absorber un poco más y en lo fiscal, a dar señales de mayor austeridad. Y a buscar fuentes de financiamiento más genuinas del déficit fiscal".