Luego del vertiginoso ascenso de los primeros días, Loma Campana, el principal proyecto petrolero sobre Vaca Muerta, pisó el freno. La reciente baja de nueve equipos del campo es tan solo una señal de un fenómeno que ya se hizo tendencia: la producción de petróleo está prácticamente estancada desde enero, según datos de la Secretaría de Energía de la Nación.
No sólo el proyecto de YPF y Chevron sufre esta parálisis. Toda la producción de petróleo proveniente de la roca madre mostraba en septiembre (último mes relevado) casi los mismos valores que en enero.
En el caso de Loma Campana, que está varios casilleros por delante del resto de los proyectos, la extracción de petróleo se ubica apenas por encima de los 100 mil metros cúbicos mensuales, un número que se repitió con breves oscilaciones a lo largo del año.
Distinta era la situación en 2014, cuando la producción literalmente se duplicó entre enero y diciembre. Eran épocas donde el barril de petróleo se encontraba por encima de los 80 dólares: la maquinaria del shale parecía imparable.
Hoy todo es distinto. Aunque con un barril de petróleo blindado, los precios internacionales igual se cuelan en el negocio local. YPF, por caso, calcula que un 30% de su crudo y derivados se transan a precio internacional.
107.000 metros cúbicos de gas produjo Loma Campana en septiembre pasado. 30% del petróleo y sus derivados que vende YPF tiene precio internacional.Pero el hecho de la que la producción se haya estancado no quiere decir que la actividad se frene. En la lógica del no convencional, la única forma de sostener el bombeo de petróleo es perforando nuevos pozos.
Según la última Carta Energética de Daniel Montamat, Loma Campana es el principal yacimiento de YPF y el que más nivel de perforación tiene. "En nueve meses del 2015 acumula un aumento del 20% en los metros perforados", explica el trabajo. El número está lejos de los incrementos de 2014, pero aún se sostiene.
Una curiosidad del bloque estrella de Vaca Muerta es que el gas, otrora un subproducto de poco interés, hoy se convirtió en un bien preciado. La producción de lo que en el sector se denomina "gas asociado" -el que viene "de regalo" con la extracción de petróleo- pasó de 2 millones de metros cúbicos por mes a 7 millones, un número todavía bajo pero que promete.
El gas amaga con convertirse en el producto central de Vaca Muerta debido al derrumbe del crudo y los mejores precios domésticos. Los proyectos actuales consiguen un precio, subsidiado, de 7,5 dólares el millón de BTU, el triple d e lo que podrían obtener, por ejemplo, en Estados Unidos.