Ing. Héctor Velazquez Alvarez*
Con relación a la publicación 'Los desafíos del IPEEM+ que fue publicada con fecha 21-12-2015, en la Sección Opinión de este diario, quisiera señalar lo siguiente: Comparto plenamente los conceptos vertidos por el Ing. Ricardo Gutiérrez, en virtud a que no solo ha manifestado su personal preocupación por los problemas que hoy afectan al desarrollo minero provincial, sino que desde los desafíos que importan al IPEEM, como un organismo vinculado a las exploraciones y explotaciones mineras, se permite esbozar una serie de propuestas que son absolutamente atendibles y constructivas. En esa línea de reflexión y como una forma de realizar un aporte que sea contributivo al debate que como comunidad aún nos debemos, desde mi perspectiva técnica-profesional quisiera manifestar con mucho respeto algunas aprehensiones, que también me conmueven y preocupan.
El problema que cruza a nuestra minería país, se vincula con el modelo. Un modelo que cifra el éxito de nuestro desarrollo minero particularmente el del metalífero en el capital extranjero, y desde la operación de los proyectos respectivos, en las empresas transnacionales y extranjeras.
Sobre esta idea de desarrollo, en los 12 años de gestión el Gobierno Nacional saliente marcó a fuego, la existencia de un verdadero blindaje. Una impronta, que es la responsable de haber conducido progresivamente a todo el sector minero, a ese lugar de desencantos donde prima el desconocimiento, las profundas contradicciones, la ausencia de una estrategia nacional, y los temas de financiación, de coyunturas y de mercados.
Cualquier decisión que basada en la inversión extranjera, planifique estratégicamente el desarrollo de cualquier actividad productiva, necesita reconocer al menos 3 escenarios posibles: que dichas inversiones arriben a caudales, que lo hagan en forma tardía respecto a lo que representan nuestras verdaderas urgencias sociales, económicas y de trabajo, y finalmente que estas inversiones no se traduzcan en hechos concretos. De frente a esta realidad, nunca se elaboró una alternativa de solución para resolver los 2 últimos escenarios posibles y por lo tanto, lo que estamos cosechando, es nada más y nada menos, lo que oportunamente cultivamos y sembramos.
Las empresas extranjeras y sus capitales que claramente desde nuestra condición de subdesarrollo necesitamos para dar impulso a un desarrollo minero, no tienen como objetivo resolver los temas políticos, sociales, de construcción de polos estratégicos de crecimiento etc. Su norte que es empresario, se orienta a alcanzar objetivos que son legítimamente económicos, de rentabilidad y por tanto financieros. Por esa razón y no otra, su interés se ha orientado exclusiva y específicamente, solo a la obtención de minerales de oro, plata y cobre.
Lo que más se parece a un sofismo, es la idea de suponer que sin la consolidación de un empresariado nacional y sin el desarrollo de todo el sector minero que incluya las actividades de los actores de la minería metalífera y no metalífera, se pueda alcanzar un desarrollo que sea soberano, nacional e integral. Y esto no lo afirmo yo, lo afirman experiencias mineras que en nuestra Latinoamérica han demostrado a cabalidad, 'que el crecimiento, de la minería privada de capitales extranjeros y capitales nacionales y el de la minería estatal, ha dado origen al caso más notable de convivencia entre los tres modelos de propiedad+.
Atendiendo a que la minería no solo representa un tema geológico, económico, productivo y ambiental, sino que específicamente Político, Geopolítico y Geoestratégico, desde la extraordinaria potencialidad que adquiere nuestro recurso minero provincial y a los efectos de defender la idea de un objetivo modelo de desarrollo económico minero nacional, estimo que deberían contemplarse al menos, estos 5 objetivos: a) Representar desde una visión estratégica de largo plazo, una clara y contundente política minera del Estado Nacional y por añadidura de nuestro Estado provincial. b) Propender como objetivo irrenunciable, al desarrollo productivo de todo el sector minero metalífero y no metalífero, y desde su faz operativa, a las actividades vinculadas con la pequeña, mediana y gran minería. c) Consolidar una estrategia de crecimiento y desarrollo regional y nacional, desde la consagración de una Argentina minera, y no desde un país con solo materias primas minerales explotables y exportables. d) Afianzar desde la existencia de una empresa minera nacional el fomento de las pymes mineras, compartiendo junto al sector empresario privado nacional y extranjero, el desafío que importa desarrollar proyectos de gran minería y e) Defender desde la idea de este modelo de desarrollo minero y económico, una política de sustitución de las importaciones minerales, proyectando a través de un desarrollo minero integral, un polo minero productivo, tecnológico e industrial, en cada una de las provincias mineras.
Me parece finalmente, que en relación a estas propuestas es mucho lo que pueden hacer y aportar, tanto el IPEEM como el Gobierno Provincial.
* Ingeniero en Minas