El Perú es una plaza minera competitiva a nivel mundial. Sin embargo, la desaceleración del ciclo de los metales exige a las compañías una precaución extrema: las obliga a mostrar resistencia en el manejo de capital, la reducción de costos o de personal.
Como primera previsión para los commodities, se observan fundamentos positivos después del 2017 para el zinc, el plomo y elcobre, debido a la ausencia de nuevos proyectos. En el caso del metal rojo, la actual superabundancia mundial necesita ser digerida de aquí a los próximos dos años para observar fundamentos positivos.
Las mineras peruanas siguen siendo rentables, pero los precios presionan sus márgenes. Se observa una tendencia a optar por vetas de minas polimetálicas de alto grado o preferir grados más bajos para algunas operaciones a tajo abierto.
En esta coyuntura, aumentar la producción para diluir los costos fijos no es una opción para mejorar el desempeño de las empresas, pero se tendrá en cuenta el aumento del mineral tratado si eso mejora la economía de las minas.
El denominador común es recurrir a la reducción de los gastos generales, el aumento de la mecanización y la renegociación con los proveedores, quienes representan alrededor del 40% del presupuesto operativo de una minera. También se podría considerar la venta de activos no mineros y el cierre de vetas no rentables.
La rápida erosión de los precios del zinc, plomo y cobre está impulsando a los mineros a recalibrar proyectos greenfield ybrownfield. Se percibe la intención de preservar capital y aplazar proyectos.
Ahora mismo, la mayoría de empresas está preocupada porque la caída de los precios y de la demanda impacte en su calificación crediticia. Sin embargo, también hay oportunidades. Por ejemplo, se observa un creciente apetito por los concentrados peruanos en el mercado internacional, posiblemente para realizar mezclas con el material de grado más elevado.
Asimismo, la caída de las acciones ha motivado a algunas mineras a realizar recompras (Milpo), incluso para dar compensaciones a sus ejecutivos (Volcan). En la coyuntura actual, la posibilidad defusiones y adquisiciones está prácticamente descartada.
En el Perú, la meta de producción de cerca de 1.1 millónes de toneladas de cobre anuales, previstas entre el 2015 y el 2017, está casi alcanzada. Tras esta gran expansión, hay algunos proyectos por desarrollar a partir del 2020, pero ninguno tiene a estas alturas recursos ni capitales definidos.
Las empresas ven alguna oportunidad para ampliar la producción en el 2018, pero los catalizadores no son claros en el actual entorno. Respecto al precio del cobre, el precio incentivo para las mineras está entre US$3.2 y US$3.5 por libra.